Capítulo 19

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Parte VI:

Amigas

Capítulo 19

Laura.

Alguna vez en su vida soñó con encontrar el amor, quedarse con esa persona toda su vida, tener un buen trabajo para que su familia esté orgullosa de ella, unos dos hijos, un perro y un gato. Un buen hogar y todo lo bueno que se pueda desear. Sin embargo, ahí estaba ella, aun con el corazón roto esperando que un día despierte y que todo lo que había pasado no sea real, deseó que aquel día que lo conoció jamás existiese, que la amiga de su exnovio desapareciera.

Pero no, todo era real.

Como también era real, que había notado como la miraba, como observaba cada paso que daba, al punto de sentirse acosada. Pero contenta.

Se sentía feliz que aún la siguiera mirando, que aún fuera su foco de atención, siendo egoísta, y no quería dejar de serlo. Quería que él se le acercara y le dijese cuán arrepentido estaba de haberla lastimado, que se arrodille y suplique estar junto a ella nuevamente, por su parte ella lo rechazaría de inmediato.

No, estaba segura que no lo rechazaría sino estaría encantada de estar de nuevo a su lado. Aunque cada bendita noche había llorado en silencio, dejando de comer muchas veces porque sentía que todo le recordaba a él, entrando en depresión autoinducida.

― Iremos al cine, ¿quieres venir? ― le había preguntado Joaquín y ella inmediatamente se negó. No quería que sus amigos intenten consolarla haciendo que recuerde más al chico que la había lastimado. ― Bueno... si llegas a arrepentirte ya sabes dónde estaremos.

― Lo tendré en cuenta ― el joven asintió y se alejó de ella, sin embargo, lo observaba de reojo y veía como se acercaba a su pequeño grupo de amigos, es así que los oyó susurrar.

― ¿Qué te dijo? ― le había preguntado Carla al muchacho pensando que la joven antes invitada no los oiría.

― Dijo que no.

― Debiste insistir...

― Lo hubiera hecho si no sabría cómo te ibas a poner. ― replicó el moreno.

― Ya muchachos, no es tiempo de pelear... vamos que se hace tarde. Marizza tampoco vendrá. ― dijo el tercer muchacho del grupo, Pablo. Y así tres adolescentes se habían puesto en marcha, mientras discutían que su grupo de amigos cada vez se hacía más pequeño.

Laura por su parte tomó el otro camino opuesto al cine, pero no contó con algo.

Gael.

Gael se encontraba frente a ella, por un instante se miraron, pero terminaron desviando la vista.

― Hola ― saludó Gael y por supuesto, ella no iba a no responder el saludo; es cierto, no podía engañarse a sí misma, había estado esperando mucho tiempo este momento.

― Hola ― y ahí estaban, ambos, frente a la puerta principal del instituto, aire fresco y todo, pero un ambiente pesado e incómodo, Laura esperaba que nada de eso estuviese ocurriendo, esperaba que todo fuese como antes, con sonrisas coquetas, con él llevando su mochila en su hombro derecho mientras que le tomaba la mano derecha con la izquierda de él, así también cada uno comparta su día cuando estaban separados o el día anterior cuando estaban en familia, momentos que eran hermosos en su cabeza, pero nada de eso era lo que ocurría.

― ¿Ya te vas a casa? ― ella asintió como respuesta, y en ese instante se había arrepentido rechazar la invitación de Joaquín, si tan solo hubiese aceptado en estos momentos estuviera caminando escuchando las conversaciones triviales de cada uno de sus amigos y no con esa sensación de querer meterse a un hueco y solamente salir cuando sienta que está a salvo.

La chica de RellenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora