Ichigo El Gran Rey Hollow

Entrenamiento para la guerra

Silbern, Wandenreich, Yuzu

Yuzu daba más y más vueltas en su cama mientras pensaba en los acontecimientos recientes. Apenas había conseguido dormir durante la noche. Aunque teniendo en cuenta su situación y la revelación de que su hermano Ichigo estuviese vivo... ¿Quién podría culparla? La chica Kurosaki se sentó en su cama, finalmente, renunciando a conseguir más descanso, mientras miraba alrededor de la habitación. Ella todavía estaba en el uniforme que Candice le había proporcionado. Ni siquiera tuvo la oportunidad de encontrar algo con lo que cambiarse, debido a su cansancio.

Yuzu pensó profundamente sobre su padre, Karin e Ichigo. La idea de ellos siendo enemigos en una guerra espiritual parecía extraña y trágica a la vez. Su mente no podía borrar la imagen de Ichigo como un Hollow en la grabación de Bambietta. Era tan diferente ahora... ¿Era Ichigo el mismo Onii-chan que ella apreciaba en el pasado?

No sabía mucho sobre Hollows todavía, pero Yuzu los conocía lo suficiente como para entender que eran criaturas peligrosas y poderosas. Ser el Rey de ellos sólo podía significar que Ichigo tendría que ser muy fuerte y despiadado. La idea de ver a su hermano de esta manera era muy difícil de aceptar, pero Yuzu lo dejó a un lado mientras pensaba en el hecho más importante. Ichigo estaba vivo... De alguna forma, y quería volver a verlo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó el sonido de su puerta abrirse. Ella esperaba que fuese Candice como Bazz B había dicho la noche anterior, pero para su horror no era ella. Cuando la puerta se abrió lentamente, Yuzu vio entrar a Giselle.

De inmediato sintió que su corazón dejó de latir cuando la Quincy zombi cerró la puerta detrás de ella con una sonrisa maliciosa. La pelinegra habló con tranquilidad. "Ya es casi por la mañana, Yuzu-chan... ¿Has tenido problemas para dormir?"

"Sí, no pude dormir muy bien..." Respondió Yuzu con nerviosismo mientras trataba de escoger la mejor ruta de escape posible. La chica Kurosaki con cautela se bajó de su cama y se trasladó a una zona más abierta con tanta sutileza como pudo.

Giselle se acercó a ella lentamente. "Oh, eso sí que es una pena. Odio cuando no puedo dormir."

"Uh, ¿de verdad? ¿Usted tiene problemas para dormir?" Preguntó Yuzu esperando detener el avance rastrero de Giselle.

La Sternritter sonrió. "Sí, no me gusta dormir sola. Estar sola en un lugar como este puede dar un poco de miedo."

"¿Miedo?" Continuó Yuzu. "¿Qué podría asustarle? No pareces el tipo de personas que tema... Cualquier cosa."

Giselle finalmente se detuvo en seco cuando ladeó la cabeza hacía Yuzu. "¡Haha! ¿Qué estás diciendo, tonta? ¿Estás insinuando que soy capaz de tales cosas?"

"No lo sé..." Respondió Yuzu lentamente. No estaba segura de cómo responder a su pregunta.

"¿Qué te hace pensar que eres diferente que yo, además del hecho de que no tienes ni idea dónde estás ni por qué estás aquí?" Preguntó Giselle distante.

Yuzu mantuvo los ojos clavados en Giselle, lista para cualquier movimiento brusco. La chica Kurosaki no respondió para gran decepción de la Sternritter.

La Quincy zombi sacudió la cabeza y su voz se puso algo más grave. "La gente como yo tiene más temores que las personas felizmente ignorantes como tú..."

Su cambio en el tono asustó a Yuzu ligeramente, ya que Giselle ahora tenía un aspecto casi sin emociones en sus ojos.

"Perdona. ¿Qué quieres de mí? ¿Qué haces aquí?" Dijo Yuzu, claramente con tono perturbado en su voz.