BODA VERDADERA, UNA BODA REAL

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Era magnífico estar con él, el caballo a galope y Terry no quitaba su brazo del talle de Candy rodeándolo, fue disminuyendo la velocidad para disfrutar los paisajes que ofrecía ese lugar, hacia dónde queda el hogar de Pony? Hacía allá dijo Candy señalando con su mano, dirigió Terry el caballo rumbo al camino señalado, Candy sentía el pecho y abdomen de él en su espalda, su respiración llegaba a sus oídos y nariz era un néctar para ella, Terry tenía también un conjunto de sensaciones, sentir el cuerpo de Candy tan pegado al suyo, su aroma, tenía que casarse con esta mujer o se volvería loco pronto pensaba, en el galope Candy había perdido un poco de su peinado, Terry detuvo el caballo un momento para admirar un riachuelo hermoso, con sus manos tomó el cabello de Candy para colocarlo en su lugar atorando los rizos largos con la horquilla que traía puesta. Qué haces Terry? Preguntaba al sentir las manos de él en sus cabellos y cuello que la tocaban, con voz ronca seductora contestó bajándola despacio del caballo para descansar un momento, sólo trato de acomodar tú cascada de rizos en su lugar. No debemos llegar maltrechos al hogar de Pony señorita Pecas, dicho esto la tomó y la besó, Terry era pasional no pedía permiso, un beso que se hizo intenso, ardiente de sensación, comían del néctar deseado hasta casi no tener aire, Candy tenía sus dos brazos al cuello de él, ahora se veían uno al otro tan cerca por unos segundos se observaron, vamos Candy debemos seguir, la subió al caballo y él también el hogar ya estaba cerca, que sorpresa llegar al hogar de Pony dijo Candy.   Te gusta ? Pregunta su acompañante, siiii me encanta gracias Terry ellos son como mi familia los quiero.  Y yo soy feliz contigo Candy, llegaron y los niños recibían a los recién llegados con emoción y más al ver a Candy, es Candy! Es Candy! Terry vio el gran afecto hacia ella por todos en ese lugar tan bello, la baja del caballo para que abrace a sus madres y saludar él también, fueron invitados a tomar la taza de chocolate caliente delicioso, una pequeña niña se acercó diciendo, Candy pareces una princesa y él un príncipe, sonreían Candy y Terry ante la pequeña por su comentario tan dulce, Candy revisaba otros pequeños que se chiqueaban ante la presencia de la enfermera aprovechando la cita médica improvisada, Terry comprendió porqué la amaban tanto todos hasta las madres de ella, preguntando en su pensamiento si así sería el día que fuera madre de su hijo, hija o cuántos tuvieran. Pero de que ella será suya lo será.

La señorita Pony y la hermana Maria estuvieron felices de tenerlos ese rato con ellas, recordaban bien al joven que llegó un invierno al lugar, donde Candy casi lo encuentra al llegar, ahora estaban ahí con planes por realizar juntos sin que nada los detuviera.

Volviendo a la mansión Andley antes de que cayera la noche , Candy y Terry cada uno en su alcoba recordaba los hechos del día los besos, abrazos las inocentes caricias pero emocionantes sin olvidar su aroma fueron quedando dormidos.

Al día siguiente era momento de despedirse, Terry llevó a Candy junto a una fuente solitaria en un jardín de la gran casa, promete que no harás nada que arriesgue tu vida Candy, debo volver a mi trabajo y pronto nos veremos, no traje conmigo una argolla de compromiso porque no tuve tiempo, sólo vine a impedir tú absurda boda, pero te amo y eres mi prometida, le habló claro y con amor, agachándose para tocar sus frentes, está bien Terry sólo iré por últimos días al hospital y renuncio para prepararme seré tú esposa, ya no haré más nada que hacerte feliz. Bien se obediente por favor te amo mucho y no te perderé otra vez, no Terry no me pondré en peligro y obedeceré.

Nuevamente se despidieron pero con la promesa, ahora comprometidos , apenas se habían separado a cumplir con sus obligaciones y ya se extrañaban.