for Kaimei lovers

🎆Feliz año nuevo - one-shot 🎆

Después de un pequeño discurso agradeciendo otro increíble año junto a toda la familia, Miku se descuidó por unos momentos. Momentos que le bastaron a Meiko para poder salir a tomar un poco de aire frío. Algo que Miku le había prohibido estrictamente a todos. La quería, pero no toleraba que quisiera mandarle aún cuando era ciertos años menor que ella.  Además, había algunas veces en las que la chiquilla hablaba y hablaba sin callarse, eso también llegaba a fastidiarla.
Al salir sus zapatillas se reflejaron en el piso brillante apenas lo tocó, subió las escaleras con un poco de prisa recogiéndose el vestido, igual que cenicienta lo hubiese hecho, y se encontró con la obra maestra que esperaba observar;
Desde la azotea todo se veía deslumbrante, y lo era. Se habían encargado hasta del más mínimo detalle posible para esa fiesta de Año Nuevo. Y a pesar de sentirse cansada, todo el tiempo había algo que le llenaba de felicidad. La experiencia de haber estado allí casi desde el momento en que todo comenzó, era imposible no agradecer por ella cada día.
Dio unos cuantos pasos más, la ciudad lo tenía todo en esos momentos, luces, música, fuegos artificiales, vida. Estaba llena de maravillosa y sorprendente vida. Dejó salir un suspiro y sintió como sus ojos comenzaban a humedecerse, pero a la vez se secaban, hacía bastante frío.

— ¿qué haces? — le fue imposible no voltearse al escuchar esa voz, no podía ser nadie más que él — la fiesta está allá adentro — hizo una pequeña pausa para reír — .Y Miku está como loca buscándote.

Él se acercó hasta quedar frente a Meiko, le parecía encantador que aún con esas zapatillas blancas era más alto que ella casi por una cabeza.

— sólo quiero estar aquí un poquito más... ¿podrías decirle que no tardaré?

Kaito levantó una ceja.

— no tardaremos querrás decir.

Levantó una botella de Sake en la mano, Meiko apenas se percataba de que la llevaba.

— ¡oh no!, ni lo creas — se alejó regresando su mirada hacia las luces de la ciudad mientras se cruzaba de brazos — .tienes una pésima tolerancia al alcohol.

— ¡Vamos Meiko! — volvió a plantársele en frente — .Ya me has hecho seguirte hasta aquí.

— no, no lo creo. Mejor regresa con ellos, en un momento voy — ciertamente no era sólo ella haciéndose la dura. No le gustaba pensar en la idea de que a veces Kaito gustaba de tomar únicamente para pasarla con ella, le hacía sentir mal de cierto modo.

En ese momento él suspiró para después sonreírle. Destapó la botella y se hincó frente a Meiko con una rodilla apoyada en el piso, le tomó la mano y la sorpresa en su rostro solo le motivó más.

— señorita, ¿me haría usted el favor de dar el primer trago?, este sake es demasiado para mí — fingió tristeza y después con una voz dulce de susurro finalizó —. necesito a mi condiscípula aquí, a mi lado.