Maldito seas, Alcohol [Kiriasu]

Capítulo único~

"No podía ni mirarla a los ojos. El perdón no era una opción para así mismo por lo que le había hecho, se había comportado como un animal con Asuna y todo... por el maldito alcohol"

Maldito seas, Alcohol

#MeriikuriSAOmasu

—¡Onii chan! ¿Cuánto más falta?— su hermana se encontraba reprochándole. Ya habían caminado dos horas - sin contar las demás horas de viaje - hasta llegar al lugar que Liz les había indicado. La herrera había propuesto una reunión en las aguas termales en Kusatsu con el objetivo de celebrar fin de año, aunque en un principio era para festejar navidad, el problema radicó cuando Asuna anunció que se iba de viaje con su familia y regresaba el 31 de diciembre.

—Falta poco Suguha. Practicas Kendo ¿no? Esto no debe ser un problema para ti— Su hermana se había balanceado hacia él, dándole golpecitos suaves en el pecho.

—¡Serás tonto Onii chan!

Caminaron un poco más, hasta que por fin llegaron. La mayoría del lugar estaba rodeado de piedras, las casas eran artesanales manteniendo su color blanco y café que daba la sensación de estar mucho tiempo atrás, el sitio se encontraba resguardado por un muro de cerámica tipo celdas que no llegaban a más del pecho de un hombre de altura promedio. Una bella joven los recibió, kirito dijo el nombre de la chica que reservó el local, la muchacha actuando de inmediato les dio a los dos jóvenes sus respectivos usos de aseo y vestimenta.

Al entrar a las aguas termales tenían que separarse, el pelinegro se desvistió por completo en el onsen, al momento, pasó por su mente la imagen de su amada sonriéndole con honestidad, avergonzado de sus pensamientos giro la cabeza en forma negativa con un leve sonrojo en su rostro.

Al entrar, se encontró con sus dos colegas de SAO: Klein y Agil.

Se sorprendió al comparase con ellos dos su físico, él era tan delgado, y aunque había hecho ejercicio estos últimos años, no era ni na sombra de la forma del cuerpo de sus dos colegas. Decepcionado, avanzó hasta donde ellos al utaseyu

—Hey kirito ¿qué tal el viaje?— dijo Klein levantado su mano hasta el hombre del pelinegro.

—No me molestes Klein, sabes muy bien que no me gustan los viajes.

—¿Qué pasa con ese sentido del humor Kirito?— Agil había notado su incomodidad

—Desapareció al darse cuenta de algo...— murmuró

—¿Dijiste algo?— Dijeron los dos en unísono.

—Olvídenlo.

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—¡Es una pena Asuna, de verdad hubiera estado genial hacer esto en navidad!— La herrera fingía sufrimiento algo exagerado mientras se dirigía a Asuna.

—Perdón, Liz.—Asuna bajó su mirada e hiso una mueca de disgusto. Silica, Suguha y Shinon le lanzaron una mirada asesina a la peli rosada*.

—¿Pero qué dices?—Abrasó a Asuna—Nunca te reprocharía nada Asuna. Además deberías agradecérmelo, hay una posibilidad de que Kirito esté observándote a escondidas

Asuna de inmediato reaccionó y se ruborizó al extremo. Suguha le dio golpecitos en la cabeza a su amiga.

—No seas boba Liz, Onii chan no es un pervertido.

Shinon se alejó de ellas, recogió sus piernas hasta su barbilla y bajó su mirada, murmuraba cosas sin sentido.

—Vale, vale pero ya déjame— La hermana de Kazuto accedió y Liz sollozaba en forma chibi.