Nunca podre reemplazarla

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Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi, la historia es mía, esto es por una fan para fans, mil gracias por leerme!

Miku deWill

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Tres años pasaron desde la derrota de Naraku y la desaparición de la perla de shikon, Kagome deseaba poder regresar al lado de Inuyasha y sus amigos los extrañaba y su amor por el peliplata era tan grande que no lograba olvidarlo, un día, sin entender muy bien el porque, el pozo la dejo pasar una vez más, su madre la apoyó incondicionalmente, y así, la azabache regreso al sengoku para pasar el resto de su vida al lado del hanyou al que amaba, aquel la recibió con amor.

- tonta, que estuviste haciendo todo este tiempo?- los cálidos brazos de Inuyasha la envolvieron con amor, no lo dudo ni por un momento, aquel sitio era donde verdaderamente pertenecía, al lado del peliplata que la abrazaba.

Un año más paso desde aquel día, Miroku y Sango eran padres de tres hermosos hijos y el monje realizaba exorcismos para sostener a su hermosa familia, Shippo estaba cada día más grande, y viajaba constantemente para seguir su entrenamiento, Kohaku visitaba a su hermana de vez en vez y se había convertido en un fuerte exterminador, Rin recibía visitas y obsequios de parte de Sesshomaru, quien, a pesar de haberla dejado en la aldea a petición de la anciana Kaede, no dejaba de verla y procurarla, después de todo, era como una hija para el, todos eran felices, todos a excepción de Kagome, quien, ya era costumbre, solía andar sola recolectando hierbas medicinales y practicando sus exorcismos, Inuyasha salía constantemente fuera y la dejaba sola, a veces durante meses, aquello le dolía, el hanyou ni siquiera había intentado tocarla, ya no recordaba lo que se sentía besar, el peliplata solo había sido tierno con ella los primeros dos meses, le pidio matrimonio y no quiso marcarla ni tomarla hasta después de la ceremonia, pero le daba constantes largas al asunto, había pospuesto la unión un par de veces alegando entrenamiento y peligros, muchas veces la azabache lo encontró con la mirada perdida frente a la tumba de Kikyo, solía salir de la cabaña que compartían durante las noches y pasar horas frente al cenotafio bebiendo sake, nunca lograba percatarse de la triste mirada chocolate que lo observaba cada vez que se emborrachaba pensando en el recuerdo de la hermosa sacerdotisa fallecida y aunque Miroku y Sango lo regañaban por su falta de tacto y empatía hacia Kagome, los ignoraba, la azabache a pesar de todo lo amaba, y se esforzaba en entenderlo.

La mañana de un nuevo día se asomaba en forma de cálidos rayos de sol entrando por la ventana de la cabaña de la azabache, la luz comenzaba a incomodarle y la joven decidió levantarse, un viejo calendario traído de su época le marcaba que pronto sería su cumpleaños, el viejo papel tenía marcados los días de el año en que regreso al sengoku y los tres años siguientes, hacia un mes que Inuyasha no regresaba, tomo su mochila y decidió usar ese día, la ropa con la que llego de vuelta a la época antigua, cepillo su ahora muy larga cabellera y salió hacia el río, observaba su reflejo en el, seguía casi igual que cuando llegó por primera vez a esa época, solo su cabello era más largo y era un poco más alta, su figura ahora era más marcada, y no se lo negaba, era una hermosa mujer que pronto cumpliría 19 años, junto a su reflejo de asomó la figura de Inuyasha y se sorprendió.

- Inuyasha, has vuelto!- la azabache abrazo con amor al peliplata pero este no correspondio su abrazo.

- Kagome, hay algo que debo decirte- dijo el hanyou apartando a la joven de su lado.

Detrás de él, se encontraba Kikyo, quien observaba la escena con tristeza, al verla, la hermosa azabache se sorprendió y gruesas lágrimas comenzaron a caer como cascada sobre su rostro.

- todo este tiempo estuve viajando para encontrar una manera de traerla de vuelta a la vida, y finalmente una bruja demonio me ayudó, creo un cuerpo para ella de carne y hueso, aquella demonesa era una vieja conocida de mi padre y accedió a mi petición por una vieja deuda que tenía hacia el y....- Inuyasha no termino de hablar cuando sintió su mejilla arder, Kagome lo había abofeteado, las lágrimas inundaban los achocolatados ojos de la jovencita quien lo miraba con dolor.

Mi Salvación (completa)(Wattys 2020)Where stories live. Discover now