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Narra David

Desde hace casi 4 años que estoy en la Prometeo, viajamos a la luna distante LV-223, la única habitable en el sistema planetario del mapa. Entreteniéndome, giro en una bicicleta con un balón en la mano. Con una mano manejo el manubrio y con la otra, hago girar en un solo dedo un balón de baloncesto. Me encuentro y sincronizo con una red para encestar. Lanzo el balón y este cae dentro del aro. Sigo avanzando y me encuentro con el balón rebotando. Lo tomo con mi mano derecha, todo esto en cuestión de segundos.

Después, me dirijo a ver una película, ni película favorita. Me miro en el espejo y observo que las raíces empiezan a notarse de un color oscuro. Tomo un poco de tinte para cabello y cubro las raíces. Cuando termino, cepillo mi cabello y lo acomodo a mi gusto. Salgo de la sala de audiovisuales, tomo el balón y camino entre los pasillos de la nave. De repente, la nave se ladea, haciéndome perder un poco el equilibrio. Ya habíamos llegado, Madre lo anuncia. Voy a la sala de hipersueño y despierto a toda la tripulación.

Ayudo a la doctora Shaw a vomitar.

—Siga así, es normal esto —le digo mientras sostengo un balde entre sus manos.

—Bienvenida, amor —le dice su esposo, el arqueólogo Holloway.

Perfección •David/Walter• [Terminada]Where stories live. Discover now