Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)

Capítulo 22

*Narra María*

-Samu, tengo que contarte algo.-le digo, separándome un poco.

-Dime, ¿ha pasado algo? ¿Es sobre lo que te dijo el médico?-contesta.

-Sí-su rostro se muestra confundido, y toma mis manos.-Estoy embarazada.

-¿Es enserio?-dice sorprendido.

Asiento con la cabeza, y me levanto del sofá para tomar mi bolso. Saco la ecografía, y se la muestro. Abre sus labios, aun más sorprendido. No dice nada, y temo que me rechace.

-No te preocupes, os voy a cuidar con toda mi alma.-responde, después de un tiempo.

Sonrío, abrazándole y besándole. Él sube mi camiseta, y besa mi vientre. Se levanta, y me toma en brazos mientras sale de la casa.

-¿A dónde vamos?-le digo.

-Vamos al hospital, has tenido un accidente. Tenemos que ver que el bebé está bien.-contesta.

-Pero Samuel, los paramédicos dijeron que estaba bien.

-Me quiero asegurar, quiero que esté bien mi bebé.

Sonrío de ternura, me deja en el asiento del copiloto y entra también. Por el camino, conduce con mucho cuidado. Yo estoy nerviosa, las imágenes del accidente aparecen en mi cabeza. Cuando llegamos al hospital, él deja mis datos en recepción y en seguida me pasan a consulta.

-Bien María, vamos a asegurarnos de que ese bebé está bien-dice el doctor.-Levántate la camiseta.

Le hago caso, y Samuel se coloca a mi lado tomando mi mano. El doctor, empieza a pasar el ecógrafo por mi barriga. Nos asegura de que el bebé está completamente bien, y nos pone el latido del corazón para escucharlo. Samuel y yo, estamos llorando. Es lo más bonito, que he escuchado jamás.

Salimos de la consulta, con los ojos llenos de lágrimas. Le beso, mientras él me abraza. Volvemos a ir a recepción, para preguntar por Marta y ella está ya allí. Al vernos juntos, sonríe y avanza para abrazarnos. Pasamos un rato hablando, y la llevamos a la casa de sus padres. Le hemos dicho que se quede con nosotros para cuidarla, pero ya le dijo a su madre que iría allí.

-Es hermoso, mi bebé-dice él, cuando hemos llegado a casa.

-Oye, que también es mío-le digo, riéndome.

Besa mis labios, y tira de mi brazo para dejarme acurrucada en sus brazos. Me permito cerrar los ojos, respirando su aroma. Comienza a mecernos, y a acariciar mi pelo.

-Te amo, princesa-dice él.

-Yo también te amo, Samuel-le respondo.

-Tenía miedo.

-¿Miedo? ¿Por qué?-me incorporo, para mirarle. Tomando su cara entre mis manos, acariciándole.

-Tenía miedo de perderte, de que no me creyeras. Encima había empezado una tormenta, y no tenía señales de vida tuya.-contesta, mientras me mira y sus manos acarician mi espalda.-Marta me llamó, diciéndome que estabas bien y me relajé un poco. Pero luego me llamaste, diciendo que habías tenido un accidente y casi se me sale el corazón del pecho.

Lo abrazo con fuerza, acariciando su pelo. Aspiro su aroma, me encanta. Me encanta, todo de él. Nos tumbamos en el sofá, yo encima de él. Sus manos siguen acariciando mi espalda, mientras yo escucho el latido de su corazón. El del bebé, latía aún más rápido. Nuestros estómagos rugen a la vez, y nos echamos a reír.

-Es hora de darle de comer, a mis dos bebés-dice mientras se levanta, conmigo en brazos.

-Yo no soy ningún bebé-le digo haciendo un puchero.

-Para mí sí, una bebé muy linda.

Camina conmigo, hacia la cocina y me deja en la encimera. Empieza a moverse por la cocina, haciendo el almuerzo. No me deja hacer nada, quiere hacerlo todo él. Cuando termina, deja los platos en la mesa y nos sentamos. Le agradezco la comida, y comenzamos a comer. Al terminar, él va hacia la habitación para hacer algo. Yo recojo todo, y limpio la cocina.

-Deberías de descansar, Princesa-susurra en mi oído, haciéndome sobresaltar. Sus manos están en mi cintura, abrazándome.

-Amor, estoy embarazada no inválida.

-¿Cómo me dijiste?

-Amor, ¿por qué?-giro entre sus brazos, y le miro confundida.

-Me encanta que me digas así, repítelo.

-Te amo, mi amor.

-Yo también te amo, Princesa-dice, y nos fundimos en un dulce beso.