Capítulo 4: La Enfermería

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Suspiré pesadamente, mientras me encontraba acostada en el césped.

-Collins, si no has venido a apoyar al equipo al menos podrías sentarte - habló el entrenador a unos metros de mí - Queremos empezar el entrenamiento y estás estorbando.

-Bien - dije de mala gana ya que tenía razon, estaba casi a la mitad del campo de soccer.

Me puse de pie para ir hacia las gradas para sentarme cuando el entrenador volvió a llamarme.

-Ahora que lo pienso, me serás útil - ¿Acaso va a usarme de agüatera? - Tú serás la portera.

Como si de la peor noticia se tratara, me di la vuelta rápidamente. Y los chicos presentes comenzaron a reír, incluyendo a mi tan querido amigo.

En la universidad hay un equipo de soccer, el cual está conformado por chicos atléticos, de buen rendimiento físico y con buenas habilidades deportivas, en los cuales destacan Jack y Matthew.

-P-pero, ¿por qué yo?¿Acaso no puede usar a uno de sus estudiantes?

-Sí, sí puedo. Pero quiero que todos entrenen para patear.

-¿Y por qué no se pone usted como portero?

-Porque yo debo verlos desde otro ángulo para saber en qué fallan y en qué están bien. Ahora, deja de poner excusas y no se diga más, ve y posiciónate en la portería.

Y sin darme otra opción, lo hice.

-¿Por qué a mí, Dios?¿Qué hice para merecer esto?

-Ya deja de quejarte Collins - volvió a ver a los chicos, quienes estaban ya en fila - ¡Que empiece el entrenamiento! - y con el sonido del silbato uno por uno empezó a patear la pelota.

La verdad no se me da tan mal esto. Aunque, aún tengo un poco de miedo de que salga de este lugar con un buen pelotazo marcado en mi cara.

En eso uno de los chicos pateó mal la pelota haciendo que rebotara en el poste de la portería y fuera directo a la cara de Jack, provocando que cayera al suelo.

Inmediatamente todos vamos hacia donde él se encuentra excepto Matthew.

-¿Jack? - habla el entrenador pasando una de sus manos frente a Jack - ¿Estás bien?

-Jack, lo siento mucho - dice el chico preocupado - No fue a propósito, en serio.

-No te preocupes - dijo Jack, intentando levantarse, a lo que los demás le ayudan.

-Tu nariz está sangrando - dije viendo unos delgados rastros de sangre salir de su nariz.

-Collins, llévalo a la enfermería - ordenó el entrenador.

Sin más, tomé mis cosas y luego sujeté a Jack del brazo con mi otra mano.

[...]

-Tienes suerte - dijo el doctor -, algunos vasos sanguíneos fueron rotos, pero no hay peligro mayor.

Le agradecimos y sin decir otra palabra, salió de la habitación.

Estuvimos ahí un rato más hasta que su nariz dejara de sangrar.

-¿Cómo se ve? - me preguntó Jack quitando la bolsa de hielo de su mejilla izquierda, que es donde el impacto fue mayor.

Me acerqué a él, hasta quedar frente a frente.

-Te ves terrible - reí.

-Gracias por tu consuelo, Jade - respondió sarcástico para después reír.

-Te manchaste un poco de sangre - dije, señalando su mejilla.

Remojé un poco con agua una toalla de la enfermería y suavemente empecé a limpiar su mejilla para no lastimarlo, con mi mano izquierda sostenía su rostro y con la derecha pasaba la toalla, sin darme cuenta me acerqué demasiado a su rostro.

-Ya casi está - dije sin quitar mi mirada de su mejilla. Me alejé apenas unos cortos centímetros- Ahora sí, ya quedó, pero deberás poner más hielo en esa parte para que no se inflame.

Lo miré a los ojos, él no quitó su mirada de la mia, hasta que su vista fue directo a mis labios. Parecía que se acercaba de forma muy lenta a mí.

-¿Jack? - llamó alguien al otro lado de la puerta.

Inmediatamente me separé de Jack.

-¿Sí? - habló Jack después de aclarar su garganta un poco.

-Amor, perdón por no estar en tu entrenamiento - dijo Sally entrando a la habitación pasando de mí hacia Jack.

Como si alguna vez hubiera asistido a sus entrenamientos.

-No te preocupes.

-Estaba algo ocupada.

Como no quería interferir decidí irme. Mis clases habían terminado, así que ya no tenía nada que hacer aquí.

Justi cuando iba por la acera, alguien me detiene.

-¿Acaso piensas que estudiaré solo?

-Lo siento Matthew, lo había olvidado - dije.

Matthew y yo acordamos realizar la tutoría después de clases en una biblioteca cerca de aquí.

-¿Vamos? - me indica su auto.

-Sí.

[...]

-No sé porqué el profesor me pidió a mí ser tu ayuda - dije sentándome frente a él - Yo no hago milagros.

-Yo no diría lo mismo, aprendí contigo en una hora lo que debí aprender en una semana.

-Es que es sólo lo básico.

-Pero ya es algo, ¿no?

Suspiré.

-Sí, supongo. Bien - me levanté y él me miró -, la hora se acabó y debo irme.

-¿Por qué la prisa? - levantó una ceja - Apenas son las cinco.

-Ya sé, pero ya quiero llegar a mi casa a dormir.

-Al menos deja que te llevec- se puso de pie, iba a negarme pero él habló - Tómalo como recompensa por ayudarme. Así no tendrás que caminar.

-No me molesta caminar, pero está bien.

[...]

-Llegamos - dijo deteniendo el auto frente a mi casa.

-Gracias por traerme - él sólo sonrió - Hasta la próxima clase - sonreí.

-Hasta la próxima clase - repitió.

Salí del auto y me dirigí a mi casa.

-¡Mamá! - alcé la voz - ¡Mamá! - no hubo respuesta- De seguro les llamaron de la empresa.

Fui a la cocina a prepararme algo de comer antes de acostarme y entrar en coma, pero a la vez recordé lo que había pasado con Jack en la enfermería.

-Él iba a... ¿besarme? - sacudí mi cabeza - No, no puede ser. ¿O sí? - negué - ¡Imposible!

Me despojé de ese pensamiento.

-Ya estoy enloqueciendo.

[...]
















💚
04/01/19
Editado: 01/09/20

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