UN NUEVO CAMINO

Un nuevo camino - Parte 9

Días más tarde, Darien estaba revisando unos archivos en la computadora de su consultorio, cuando vio la notificación de un nuevo correo.

Era de Silver Pharma, pero le llamó la atención el nombre del remitente: Meioh Setsuna.

- "¿Será posible que sea...?" - se preguntó mientras recordaba a esa joven, que también era una guerrera de la Luna, quien desapareció sin dejar rastro cuando su misión como Sailor Scout terminó.

Abrió el correo y encontró todos los detalles sobre el proyecto, la información de los colegas con los que trabajaría, las reservaciones de su vuelo hacia Inglaterra y los datos sobre su hospedaje.

Al revisar los CV de los integrantes del equipo, descubrió que, efectivamente, la líder del proyecto era nada más y nada menos que Setsuna Meioh, Sailor Plut.

Setsuna siempre se caracterizó por ser una persona seria y muy reservada, al igual que él, quien sólo había dejado un poco de lado su caparazón debido a su relación con Serena, ya que continuamente debía convivir con sus amigas.

- "¡Vaya, qué agradable sorpresa!" - pensó mientras descargaba los formatos que debía llenar.

Aunque su convivencia había sido poca, Darien siempre sintió una conexión especial con Setsuna, respecto a las demás chicas. Ella era con quien mejor congeniaba, debido a que tenían casi la misma edad y su personalidad era muy similar.

Sin embargo, tras su misteriosa partida sin avisar a nadie, el contacto con ella se había perdido definitivamente... hasta ahora.

Mientras tanto, en Inglaterra...

- Señorita Meioh - Andy, la asistente de Setsuna, la encontró absorta en sus pensamientos, con la mirada perdida, viendo hacia la calle por la ventana de su oficina - Ehm... ¿Señorita Meioh? - Su jefa sólo salió de sus pensamientos cuando se acercó a ella y tocó su hombro.

- Perdón, Andy - respondió ella tras un leve sobresalto que la hizo salir repentinamente de sus pensamientos - estaba distraída... Dime, ¿qué necesitas?

- Tiene una llamada de Japón, el doctor Chiba está esperando en la línea - Setsuna sintió cómo su corazón se aceleró al escuchar esas palabras - ¿se la transfiero o le pido que se comunique después? - preguntó la chica, que estaba un poco confundida.

- Sí, tomaré la llamada, gracias - aunque por fuera lucía tan seria y tranquila como siempre, en su interior se desató un tornado de emociones cuando escuchó sonar su teléfono.

- Hola...

- ¡Hola, qué tal, Setsuna! - saludó Darien al otro lado de la línea - me da mucho gusto escucharte, espero que recuerdes quién soy - dijo él en un tono amable para tratar de romper el hielo después de tanto tiempo sin hablar.

- "¿Que si te recuerdo?" - pensó ella - "sería imposible olvidarme de alguien como tú... " - Claro que te recuerdo - respondió riendo nerviosamente, después de un breve momento de silencio - ¿cómo estás? ¿Cómo va todo por allá?

- Todo de maravilla, todos estamos muy bien. Ya te contaré todos los cambios que ha habido por aquí.

- Qué bueno, me da mucho gusto saber que se encuentran bien.

- Ya tendremos tiempo para hablar cuando esté allá, pero ¿por qué desapareciste sin decir nada? Fue como si la tierra te hubiera tragado y te hemos echado de menos.

- Lo sé, no estuvo bien y lamento haberme ido así, pero la verdad es que las despedidas no se me dan bien - ella estaba haciendo su máximo esfuerzo por controlar sus nervios y sonar normal, pero a esas alturas, sus piernas temblaban y sentía como si miles de mariposas revolotearan en sus entrañas - Y como dices, ya habrá tiempo para ponernos al día. Por cierto - dijo ella para cambiar de tema y poder recuperar el control - ¿recibiste los archivos que te mandé?

- Sí, muchas gracias, ya los descargué y justo acabo de enviártelos con todos los datos y documentos que me pediste, sólo que preferí llamarte también para avisarte y aprovechar para saludarte y escucharte de nuevo.

- Pues, gracias por hacerlo... Me da gusto escucharte y saber que pronto nos volveremos a ver. Ya tengo listo todo lo de tu hospedaje y tu estancia en el laboratorio, espero estar eligiendo todo bien para que te sientas a gusto y estés como en casa.

- Muchas gracias, Setsuna, eres muy amable. Bueno, debo despedirme, es hora de ir a ver a mis pacientes.

- De acuerdo, cuídate mucho y nos vemos en unos días.

- Igualmente... Hasta entonces.

Al colgar el teléfono, ella se dejó caer en el respaldo de su sillón, con una enorme sonrisa en su rostro y un mar de sensaciones en su interior.

No lo podía creer. Pensó que quizás no lo vería nunca más, pero después de tantos años volvería a encontrarse con él. Eso le emocionaba y al mismo tiempo le preocupaba.

Desde que tenía memoria, a través del tiempo y sus diferentes vidas, Darien había sido su único y gran amor platónico. No sabía si al tenerlo tan cerca por tanto tiempo y estando lejos de todos podría seguir fingiendo y conteniendo sus sentimientos como lo había hecho hasta ahora.

Por más que lo intentó, ese día ya no pudo concentrarse. Su mente estaba muy lejos de ahí.