Lo primero que hago después de abrir los ojos es ver la hora en mi teléfono, ya es algo tarde. Como lo supuse, Christian no está pero en su lugar está una maleta pequeña con ropa para ambos.
Me acerco a tomarla, sacando jeans, blusa y ropa interior. Mierda, no podré volver a ver a Taylor a los ojos si tuvo que meter sus manos en mi cajón. Me doy una ducha rápido antes de regresar a cubierta.
— ¡Hey dormilona! Solo faltas tú — se ríe Mía.
Me acerco a ella y veo que estamos de vuelta en el muelle. Christian, Elliot y Kate están hablando con Mac, mientras Mía y yo bajamos del catamarán.
Nos detenemos a almorzar en un pequeño restaurante de la bahía. No solo Christian y yo tenemos un cambio de ropa, al parecer Elliot, Mía y Kate también tienen uno. Pobre Taylor.
— ¿Y ahora a dónde? — pregunta Mía emocionada.
— A ningún lado, Ana y yo debemos regresar, tengo pendientes que atender.
— Qué aburrido Christian, vas a envejecer pronto si sigues trabajando en exceso.
Christian ignora a su hermana mientras ella sigue quejándose. Elliot la hace entrar a su camioneta y se despiden de nosotros para irse.
Subimos al Audi de vuelta a Escala, todo el camino Christian revisó su correo desde su teléfono. Cuando llegamos, un chico de traje negro y apariencia de matón está esperándonos.
— Señor Grey — estrecha la mano de Christian.
— Dixon, disculpa la tardanza — ambos voltean a verme.
— Ana, él es Wayne Dixon, tu nuevo guardaespaldas.
Un hombre joven, alto, de cabello castaño y lentes oscuros me estrecha la mano, sin expresión en su rostro.
— ¿Puedo pedirte un favor? — digo a Dixon — Dos, en realidad.
Christian arquea una ceja mientras Dixon asiente levemente con la cabeza.
— ¿Podrías no usar traje? Preferiría que vistas más... Casual. Y por favor, llámame Ana, nada de señorita Steele.
Dixon mira a Christian, esperando algún tipo de confirmación. Ojos grises me mira serio y asiente, entonces Dixon hace lo mismo.
— ¡Bien! Entonces te veo mañana Wayne — me giro para caminar a la cocina.
— ¿Estás de acuerdo con esto? ¿No vas a pelear o a quejarte? — dice Christian y volteo a verlo.
— Pensé que habías dicho que no era discutible — frunzo el ceño — ¿entonces puedo decir que no a lo del guardaespaldas?
— No — dice firme.
— ¿Entonces? No veo razón para tener esta conversación — ruedo los ojos.
Regreso a la habitación a preparar mi ropa para mañana, antes de tomar un largo baño en la tina y hacer la cena. El día pasó demasiado rápido para mi gusto.
Christian, Taylor y Wayne fueron a la oficina de Taylor, supongo que para ponerlo al corriente con la seguridad del edificio y lo demás.
El lunes por la mañana, cambiada y después de haber desayunado, espero a que Wayne venga a buscarme. Cuando se para junto al ascensor, puedo ver que viste jeans y una camisa negra, con sus lentes oscuros. Aún puedo ver los cables del auricular por detrás de su oreja.
— ¿Dónde vas a estar? — pregunto cuando se incorpora al tráfico.
— En la cafetería de enfrente, ya hablé con la dueña y me permitió estacionar en su lugar, junto al edificio.
— Eso es genial — busco su mirada en el retrovisor — ¿y cuál es el truco?
— ¿Disculpe? — me mira con el ceño fruncido.
— No me malinterpretes Wayne, estoy loca por Christian, pero eres un hombre guapo y él muy celoso.
— No entiendo — sonríe mirando de nuevo al frente.
— Despidió a tres chicos que miré por dos segundos la semana pasada... ¿Cuál es el truco contigo? ¿Por qué te contrató?
Wayne me mira de nuevo por el retrovisor y una amplia sonrisa aparece en su rostro.
— Soy gay, Ana.
— Oh — digo totalmente sorprendida — Esto es tan... Christian Grey.
Sonrío mientras ruedo los ojos, solo mi ojos grises haría algo como eso. Ni siquiera me imagino cómo puedes especificar algo así en los requisitos de contratación.
Wayne estaciona y ambos salimos del auto. Él entra a la cafetería y yo cruzo la calle para entrar a SIP. Maddie me saluda cuando nos encontramos en las escaleras.
Tomamos nuestro almuerzo en la tienda de comida junto a la cafetería dónde está Wayne. ¿No se aburre de estar ahí sentado toda la mañana?
Ha pasado más de una hora desde que regresamos del almuerzo, cuando mi teléfono suena sobre el escritorio.
— Hola pequeña.
— Hola Elliot — me alejo un poco de Maddie para hablar.
— Oye, Christian no está contigo, ¿o sí?
— No, él no está aquí — Elliot permanece en silencio — ¿Qué sucede?
— Será mejor que vuelva a llamar a Taylor... — lo interrumpo.
— Elliot, ¿qué está pasando? — Frunzo el ceño — Dímelo.
— No quiero preocuparte, pero se supone que nos veríamos para hablar de un proyecto, aún no ha llegado y no contesta el teléfono.
— Llama a Taylor, llamaré a Grey House e iré a Escala... Avísame cuando lo encuentres.
Cuelgo la llamada y me dirijo al escritorio por mis cosas. Siento una presión que se extiende por mi pecho, así que prefiero contactar a Christian para tranquilizarme. Maddie me mira confundida.
— Tengo que irme, cúbreme por favor — le pido.
— ¿Estás bien? No te preocupes, cualquier cosa me llamas — dice con preocupación.
Asiento con la cabeza y bajo las escaleras corriendo hasta el vestíbulo. Apenas me paro en la acera, Wayne sale de la cafetería para venir a mi encuentro.
— Por favor, necesito hablar con Christian, es urgente.
Wayne me mira confundido, luego lo escucho hablar por el micrófono en su manga. Mientras sigue hablando, caminamos hacia el estacionamiento donde dejó el auto.
Cuando se incorpora al tráfico, toma el camino hacia Escala. Antes de que pueda protestar, me dice que Taylor me espera ahí.
El camino me parece eterno y el ascensor más lento que de costumbre, así que cuando las puertas se abren, salgo disparada hacia el salón.
— ¿Taylor? — está parado junto a la sala.
— Señorita Steele, el señor Grey no aparece.

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Historia de Amor ❤️ (Ana)
FanfictionAna y Kate acaban de mudarse a Seattle y todo va de acuerdo al plan. Ana está tratando de acostumbrarse a su nueva vida pero se encontrará con nuevas emociones que no tenía previstas. Esta es mi versión más romántica de Ana y Christian, de cómo se e...