Separate • Crepúsculo

18 - Bajo presión

- Eso es imposible – dijo Katherine rompiendo el silencio de la guardia.

- No es así, Katherine. Yo también creí lo mismo pero no – le respondió Aro – los Cullen han cometido un delito y deberán pagar por ello –

En lo único en lo que podía pensar ella era en Edward, a su alrededor la guardia discutía el próximo movimiento, incluso Demetri se había apartado de su lado para
hablar con Heidi.

- Esta decidido, los Cullen han roto las reglas y ahora deberán atenerse a las consecuencias – hablo Aro interrumpiendo la discusión – atacaremos en tres semanas, eso es todo –

Sin esperar a nadie Katherine corrió a su habitación y revolvió entre sus cosas buscando su teléfono. Cuando lo encontró marcó el número de su hermano y al ver que no atendía lo arrojo a la pared enojada. Se tiro al piso frustrada y justo la puerta se abrió de golpe, Félix entro por ella.

- El amo quiere verte – Katherine asintió inexpresiva y volvió al lugar del que había salido minutos antes.

Cuando entro Aro y Caius discutían pero al verla se callaron. Aro miro a Caius por un momento y luego se acercó hacia ella.

- Katherine, querida Katherine – murmuro resignado – sé que Edward es tu hermano
pero lamento recordarte que en la guardia no aceptamos errores y menos si hay sentimientos involucrados –

- Eso lo sé muy bien amo – le recordó – me temo que no entiendo la razón de su advertencia –

- En otras palabras, Katherine – hablo Caius con voz fuerte – tienes prohibido ver a tu hermano o hablar con el -

- De lo contrario deberemos matarte – finalizo Aro.

- No se preocupen – sonrió con ironía – si Edward rompió lar reglas yo misma lo matare – sin esperar respuesta se marchó enojada.

Por segunda vez debía decidir, elegir entre la familia y el poder.

Edward era su hermano y sabía que a pesar de todo no podría matarlo, el seguía siendo el mismo que de niña la protegía. Pero Jane y Alec también eran su familia, ellos no la odiarían tomara la decisión que tomara. Sabía que no serían como Edward que la había dejado sola en cuanto decidió unirse a la guardia. Ellos nunca la harían elegir.

Por eso los elegía a ellos.