La Impredecible Magia del Amor

Capítulo 19: Nadie dijo que sería fácil

Luego de meses y meses de contemplación y súplicas, Rainbow Dash finalmente aceptó la petición de su pareja Light Strike y se casaron. Luego de todavía más contemplaciones y súplicas Rainbow aceptó encargar a su primer hijo, con la condición de qué sería su esposo quien se encargaría de lleno en él o ella, para que ella pudiera seguir de líder de los Wonderbolts. No sorprendió a nadie que Rainbow mandara reverendamente al carajo al equipo para entregarse completa e incondicionalmente a su papel de madre, apenas se viera por primera vez a sí misma reflejada en los ojos de sus gemelos. Fueron llamados Sonic Boom, un pegaso azul con crin en escalera de colores cálidos y Sonic Blast un pegaso color negro con melena en escalera de colores fríos.

Applejack no se había casado todavía. Decía que estaba casada con su tierra y cosas por el estilo. Mucho lo atribuían a la pérdida de la abuela Smith, la cual había afectado fuertemente a toda la familia; aunque algunos otros decían que la razón de que no tuviera pareja es porque era lesbiana y tenía miedo de salir del closet. Chismosos idiotas. Mientras tanto, su hermano y su cuñada no habían decidido aumentar la familiar. Su pequeña Appleseed de cuatro años era la luz de sus vidas.

Un tiempo después de la llegada de su primer hijo, Fluttershy y Swift Relief decidieron aumentar la familia. Así que ahora tenían a su muchachote Neem de siete años, y a la muchachita Araucaria de cuatro años. Una unicornio de pelaje rosa y crin azul cielo con ojos del mismo color, a la cual llamaban de cariño Lara.

Pinkie Pie... Era Pinkie Pie. Y aún parecía no haber nacido corcel que fuera capaz de seguirle el paso. Cosa que no parecía desanimar en lo más mínimo a la repostera.

En cuento a Rarity... Seguía en su búsqueda del verdadero amor. Siguiendo los consejos de Spike y Twilight, decidió dejar de buscar el amor entre los pináculos de la alta sociedad, para plantearse horizontes más humildes. Además ya no se lanzaba a una relación de pareja como antaño. Ahora se esmeraba más en sembrar los lazos de una buena amistad y si la opción era prometedora, se arriesgaba al romance. Así en los últimos tres años había tenido apenas dos noviazgos. Relaciones que fueron mucho más prometedoras y sinceras que cualquier otra que hubiese tenido en el pasado, pero al final el arroz no se había cocido... O eso dijo ella.

Y finalmente la pareja de Twilight y Spike. Con 26 años cumplidos, Twilight Sparkle era la hechicera más poderosa de su edad, orgullosa directora de su propia y prestigiosa escuela de magia, y sobre todo amada esposa de Spike de 22. Ejemplo de marido, gran chef y el nuevo alcalde de Ponyville.

Aquella noche Spike se encontraba dormido mientras su amada esposa leía varios documentos de su escuela en silencio a su lado, contra los deseos de su esposo, pues este le había dicho que debía dormirse temprano.

-¡Pero no puedo dormir!-Había renegado ella.

-Tengo que preparar la presentación de los avances, logros académicos y los nuevos programas de estudio de la escuela para el día 30 o el Ministerio podría destituirme de mi cargo. ¡Ho peor! Cerrar la escuela-

Aún con los años, Twilight seguía siendo algo neurótica cuando se trataba de fechas límites y cumplir con las expectativas de a quienes ella consideraba importantes. Era una de las únicas partes de la personalidad de su esposa que Spike deseaba dejaran de existir. Pero había algo también en ello que la volvía adorable.

-Te estuviste esforzando mucho los últimos días con el festival de fin de año. No trabajarás más hasta que tengas un mínimo de ocho horas de sueño- dijo él firmemente.

A regañadientes se había ido a la cama con su esposo, pero apenas este se quedó dormido, Twilight se puso a revisar sus papeles usando visión nocturna con un hechizo. De pronto Twilight sintió la necesidad de ir por un cuaderno para poder tomar notas. Dejó las hojas que tenía en la mesa de noche pegada a la cama y se deslizó fuera de esta con cuidado.