PRÓLOGO

1.3K 159 1
                                    


-Mamá que sucede? – miré a mi hermana Paula que estaba llorando desconsolada

-Nada niña, no sucede nada.

-Como me ha podido hacer esto mamá? Porqué me ha dejado?

-La Reina me ha dicho que no quiere casarse y que ha decidido marcharse al extranjero.

-Pero mamá – sollozó – me habéis criado para ser Reina y mira lo que ha sucedido.

-Hija – mi padre entró en el salón – no se puede hacer nada así que deja de lloriquear.

Mi nombre es Ibeth McDouglas y tengo 19 años. Han pasado 9 años desde ese día, de los cuáles recuerdo muy bien 7.

El día que mi hermana Paula fue plantada en el altar fue el principio y el fin de mi familia como tal. Mis padres comenzaron a hacer más viajes a sus familiares y sus amigos y un año después murieron, cayeron con el carruaje por un acantilado. Sus cuerpos nunca fueron encontrados y eso era lo que más nos pesaba a mi hermana y a mi.

Respecto a mi relación con la única que quedaba de mi familia, se torció el mismo día que el príncipe Samuel la abandonó. El día de su boda, bien la recuerdo, llorando con su precioso vestido que todavía tenía guardado en el desván de su casa.

Cuando yo tenía 14 años y ella 22, se casó con un comerciante de telas, ningún heredero de algún clan la quería, no cuando fue la prometida del príncipe, no cuando fue abandonada en el altar y las razones de tal decisión nunca se aclararon. Unos decían que es porque es muy fea, mala o estéril. Otros porque el Príncipe se había enamorado de otra mujer y que pronto, muy pronto la haría su esposa.

Sí puedo decir que mi clan, los McDouglas fueron reclamados por la corona, Henry, mi cuñado, no llegó ni siquiera a presentarse a los hombres como el marido de mi hermana o el laird.

El mismo día que se casaron el Príncipe se presentó aquí, informándoles que debían permanecer en el clan pero que nunca sería en el castillo, debido al poco estatus y dinero que mi cuñado tenía, debían irse a la aldea con los demás trabajadores.

Desde ese día, la guardia real nunca se ha marchado de mi castillo, porque a mi sí, me permitieron seguir viviendo aquí como heredera del clan.

IBETH. Saga BethWhere stories live. Discover now