te perdí (os corto)

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Se sentía harto, de toda esa mierda. Estaba cansado de que el "amor" entre ambos ya no fuera suficiente. No soportaba el hecho de que su novio estaba conociendo personas nuevas debido a su carrera, y se sentía muy inseguro respecto a la relación.

Mientras que Miguel lloraba por las noches preguntándose qué estaba haciendo mal, y sobre todo si algún día volverían a ser los de antes.

Jamás se habían insultado, nunca había ocurrido un mal trato de ninguna parte, pero ahora sí podía recordar con temor, la veces que su novio lo golpeaba por el hecho de pasar la mayor parte del día en fiestas... y no precisamente divirtiéndose, sino dando conciertos.

Pero claro, Hamada no tomaba eso en cuenta. Era un egoísta de lo peor, pero aún así, podía decir que tenía un poco de amor hacia el pequeño moreno.

Si tan solo Miguel le dedicara más tiempo, si tan solo Miguel fuera menos romántico y más dedicado, si tan solo Miguel no fuera tan estúpido...

Todo sería diferente.

La noche transcurría con aparente tranquilidad para el nipón, incluso cuando las llamadas a su celular no dejaban de llegar. Pero no se molestó en contestar; era Miguel y seguro lo que quería era causarle lástima con sus palabras tristes y arrepentidas respecto a todo, (incluso sin tener la culpa)

-Maldita sea, ¿sólo sabes joder?.- Pudo contestar cuando por fin tomó la llamada, si no lo hacía ahora, el cantorcito era capaz de ir hasta su casa, y eso sí que no lo iba a permitir.

-H-hi.. hiro.- Un pequeño sollozo se escuchó. Su voz sonaba cortada y con miedo invadiéndolo.

-¿Qué es lo que quieres?.- Susurró aparentando que no le importaba, que no le dolía escucharlo así.

-N-necesito que v-vengas... sólo, sólo... r-rápido, t-te necesito.- Un poco de ruido se escuchaba de fondo, y el chico pelinegro solo pudo pensar que estaba en una de esas estúpidas fiestas que organizaba en su casa, así que colgó. 

No lo hizo para ignorarlo, sino que esta vez, estaba decidido a ir a terminar con todo. Estaba seguro de querer arruinar esa relación de años por que sabía que si no lo hacía ahora, se encariñaría aún más con su novio, y no lo deseaba... Hiro Hamada no podía estar enamorado.

Caminaba por las frías calles de la ciudad, escuchando con audífonos su canción favorita. Planeaba mentalmente lo que le diría, el último adiós que soltaría y probablemente también las palabras de culpa hacia el menor que le inventaría, sólo para asegurarse de que éste, supiera que la culpa fue de él... (de nuevo, esa maldita mentalidad errónea)

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando chocó con cierto policia, haciéndolo quitarse los audífonos.

-Oh, lo siento.- Murmuró intentando cabizbajo entrar a el edificio donde vivía su novio, pero el mismo señor lo detuvo.

-Lo siento, pero no puede entrar.

-¿Me está jodiendo? yo puedo entrar cuando quiera.- De nuevo habló pensando con los pies, y arrepintiéndose al instante.

-Disculpe pero no podemos dejarlo entrar, debido a la muerte en el departamento 112.- Solto de pronto, haciendo que Hiro diera un paso atrás, sintiendo su corazón latir con fuerza.

-¿D-de qué habla?.- Murmuró confundido, mirando hacia arriba, encontrándose con las ventanas de el departamento de su chico rotas.

-Alguien entró a robar esa casa, al parecer el chico que la rentaba puso resistencia, y prefirieron matarlo a golpes.- Dijo con una ligera mueca, alejándolo de el lugar.

Hamada veía todo en cámara lenta, sentía que el aire le faltaba, y la culpa lo empujaba... 

Si tan solo Hiro hubiera llegado antes, si tan solo Hiro nunca lo hubiera tratado mal, si tan solo Hiro le hubiera demostrado su amor, si tan solo a Hiro el ego no le hubiera ganado...

Si tan solo ese tipo no lo hubiera matado de la misma forma con la que Hiro lastimaba al chico...

Todo sería diferente. 

One Shots - Higuel. [Editando]Where stories live. Discover now