Querido diario ingrato:
Tú frío me ha acariciado la piel y he sentido escalofríos. No hay forma de saber qué es lo que bombea tu corazón y pasa a través de tus venas y capilares sanguíneos, pero es algo frío y con una consistencia distinta a la sangre. Tu cuerpo no parece conservar una temperatura corporal similar a la de los mamíferos, a pesar de que sigues pareciendo uno. Tienes dos ojos espléndidos, una nariz recta, boca amplia e incluso orejas con lóbulos proporcionados y, aunque ante todo el mundo puedas pasar por una persona normal y corriente, yo sé que no eres lo que quieren creer.
Hablas con decisión en ciertos momentos, en otros con amargura y desesperación, perosiempre lo haces con gracilidad, como si fueras un ave blanca y pura que haterminado por teñir sus alas con unas tinieblas que ya no se pueden desprenderdel plumaje.
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Querido diario ingrato
ParanormalQuerido diario ingrato: Por fin comprendo lo que está pasando. Puede que sea demasiado tarde para mi, pero debo confiarte mis más recientes descubrimientos. Si alguien te encuentra...