Epílogo

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Narra Adrien

- ¡Papi, papi! ¡Emma se ha comido mi trozo de tarta! - Grita mi pequeño peli-azul mientras lo veo corriendo hacia mi - ¡No es justo!

- No te preocupes, peque - Le acaricio la cabeza - Te puedes comer el mío.

- ¡Pero es que creo que Emma también se lo ha comido! - Me dice ahora el pequeño Hugo tirando de mi camiseta.

- ¿Eh? ¡¿Cómo?! - Expreso fingiendo estar sorprendido.

- ¡Vamos, ven! - Mi pequeño hijo de ocho años tira de mi hasta que al fin me levanto de la silla y le dejo que me lleve hasta la cocina.

Ahí veo a mi hermosa mujer, sentada frente a mi hija Emma de nueve años.

- ¡Al fin llegas, gatito! - Me dice ella tras levantarse y darme un pequeño beso en los labios - Te estabamos esperando para comer la tarta.

Miro hacia la mesa y efectivamente la tarta está entera ahí.

- ¿Eh? ¡Hugo! ¡Me has engañado! - Él se ríe de forma traviesa y corre a sentarse junto a su hermana. Yo simplemente sonrío.

- Bueno, ¿qué? ¿Encendemos la velas? - Me pregunta el amor de mi vida.

- ¡¡Purrrr supuesto!! Yo busco el mechero - Comienzo a buscarlo en los cajones cuando me doy cuenta de que ella lo sujeta en la mano.

- ¿Buscas esto? - Me pregunta sonriendo de manera inocente.

- Sip, encendamos las velas de una vez. ¿Las enciendes tú o yo?

- Tú mismo - Me dice y me extiende el mechero.

Agarro el mechero y me acerco a la mesa para encender las velas, pero en cuanto veo la tarta bien, se me cae una lágrima de alegría y doy un saltito emocionado.

En la tarta se ven claramente a dos héroes legendarios... Dándose un beso.

Así es, en la tarta aparecen Ladybug y Chat Noir.

Las velas a su vez también son especiales. La primera, la del 1 es roja con puntos negros y la segunda, la del 5 es negra con patas de gatos verdes.

- ¿Has hecho tú la tarta, My Lady? - Le pregunto emocionado.

Ella asiente también feliz.

- Es increíble que hoy aparte de nuestro décimo aniversario de bodas también sea el decimoquinto aniversario de novios de Ladybug y Chat Noir. ¡Aún recuerdo cuando lo anunciaron frente a las cámaras! - Me dice Marinette abrazandome por detrás - También vendrán Alya y Nino asi que me parecía apropiado. Nuestra tarta está ahí - Señala con la cabeza el frigorífico y la saco. Casi se me cae de la emoción.

En ésta tarta no aparece ninguna celebridad.

Somos nosotros. Marinette y yo en persona, besándonos.

Las velas, marcando el número 10, son una azul cielo y la otra verde esmeralda.

- ¿Te he dicho ya que te amo? - Le pregunto sonriente.

- ¡No soy capaz de contar todas las veces que me lo has dicho! - Dice ella riendo.

- ¡Es que eres muy cursi, papá! - Me dice burlona Emma.

Hugo se ríe dándole la razón a su hermana.

- ¡Hey! Que conste que no se dice "cursi", se dice romántico.

Las risas ahora son más fuertes de parte de los niños, tanto que acaban contagiandonos tanto a mi como a Mari.

- Tienes que reconocer que si eres muy cursi, tío. - Me giro y veo a Nino entrando por la puerta junto a Alya y sus dos mellizos de nueve años.

El Diario de My LadyWhere stories live. Discover now