Parte 16 Amanecer

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(Alba)

El sol entraba tímido por la ventana y los pequeños rayos de sol chocaron contra mi cara lo que hizo que me despertara. Abrí los ojos lentamente y haciéndome consciente de la situación. Noté mi cuerpo totalmente desnudo bajos las sábanas de una cama que no era la mía y comprobé que lo que había pasado no había sido un sueño.Pude confirmarlo mejor cuando sentí el cuerpo totalmente desnudo de Natalia abrazado a mi espalda con su pierna encima de mi cadera. Solo de pensarlo me recorrió un pequeño escalofrío por todo el cuerpo. Sentía sus pechos pegados a mi espalda siguiendo el movimiento acompasado de su respiración y sentía su pierna desnuda y sus muslos rodear mi cadera. No se que me hacía esta chica pero me volvía loca. Hacía que perdiera el control. Como por instinto pegué mi cuerpo de espaldas un poco más al suyo y ella debió notarlo porque juraría que se estaba despertando. De repente su mano haciendo pequeños círculos sobre mi estomago me lo confirmó. Movía sus dedos despacio y yo sentía una mezcla de tensión y placer.  Soltó un pequeño gruñido tan tierno que me hizo sonreír.  Pero esa ternura se convirtió en pasión cuando de repente atacó mi cuello por la espalda y pegó su entrepierna desnuda a mi culo. No pude evitar que se me escapara un gemido y pude notar la humedad crecer entre mis piernas. Natalia no me estaba dando tregua, rápidamente bajó su mano hasta mi entrada y comenzó a acariciarme de arriba abajo, en un camino intermitente entre mi entrada y mi clítoris.

- Estás empapada Reche.- me susurró con la voz ronca de deseo- veo que te sienta bien despertarte a mi lado- pude notar su sonrisa mientras torturaba con su lengua mi cuello.

- Nat- Gemí. Es lo único que pudo salir de mi boca.

Natalia siguió con su trabajo y me metió dos dedos mientras que con el pulgar hacía círculos en mi clítoris. Estaba volviéndome loca. Sentía que iba a hacer que me corriera en apenas unos minutos. Lo que me hacía sentir era algo desconocido para mí hasta ese momento. Aceleró los movimientos y pego más su entrepierna a mí, realizando pequeñas embestidas contra mi culo desnudo. Ya no podía más, Natalia aumentó el ritmo y curvo sus dedos dentro de mí, y me corrí en su mano mientras gemía descontrolada. 

(Natalia)

Puse sentir su humedad empapar mis dedos, los saqué suavemente y Alba se giró para quedar frente a frente conmigo. No pude evitar mirarla mientras me llevaba uno de mis dedos a mi boca y lo chupaba para saborearlo.

- Sabes realmente genial.- Le dije susurrando.

Un click debió saltar en la cabeza de Alba con ese gesto porque sin mediar palabra se metió por debajo de las sábanas y girándome hacia arriba se puso a horcajadas encima. Bajó rápidamente por mi estomago con su lengua y mientras con sus manos apresaba mis pechos y los apretaba y acariciaba, atacó con su boca mi centro. 

- Tú también estas muy mojada Lacunza- sonreí

Empezó a lamer con un ritmo acompasado de arriba a abajo y metió dos dedos dentro de mi mientras con su boca seguía con el trabajo en mi clítoris. Aumentó el ritmo, entraba y salía de mi con fuerza y yo me iba a correr.

- Alba me voy a correr- le advertí y gemí con todas mis fuerzas diciendo su nombre.

Alba saco sus dedos despacio y subió dándome besos dulces hasta mi boca. Me besó aún con mi sabor en su boca y yo le devolví el beso suavemente.

- Sencillamente delicioso- Murmuró divertida.

- Alba me vas a matar- dije sonriendo

- Y tú a mi ¿qué? Así da gusto despertarse por las mañanas. 

Las dos sonreímos mirándonos a los ojos y dándonos miles de besos por toda la cara. Estábamos felices y nos acariciábamos y acurrucábamos sin parar.  De repente la miré a los ojos y lo sentí dentro de mí, como una certeza, como algo que siempre había sabido, como algo inevitable. Estaba completamente enamorada de Alba Reche.

- Alba yo... te- No me dejó terminar y me besó con ganas.

- Deberíamos levantarnos y desayunar algo, ¿o es que me quieres matar de hambre?

Me desconcertó que me cortara, pero no quería romper el momento así que decidí no darle importancia de momento. 

- Esta bien glotona, vamos a desayunar. Te preparo unas tostadas con aguacate. - Le dije animada mientras me levantaba y me dirigía a la cocina.

(Alba)

Me quedé en la cama unos segundos mientras Natalia iba a preparar el desayuno. No sé porque lo había hecho, pero no la había dejado terminar de decir lo que creía que iba a decir. Porque ¿iba a decir que me quería? Eso me había parecido y entonces un miedo horrible recorrió todo mi cuerpo. Miedo a que lo dijera sólo llevada por el momento y que luego se arrepintiera. Miedo a lo que todo eso conllevaría, porque yo sin lugar a dudas, después de esa noche, sabía con certeza que estaba enamorada de esa mujer hasta lo más profundo de mi corazón.

Me levanté intentando no darle muchas vueltas y salí a buscarla a la cocina. Estaba en la encimera preparando el desayuno. me acerqué y la abracé por la espalda rodeando su cintura. Olía tan bien. Habría reconocido su olor en cualquier lugar del mundo entre miles de personas.  Me volvía completamente loca.

-Nat lo he pasado genial esta noche. No sé como explicarlo. Ha sido maravilloso.

- Para mi también ha sido maravilloso churri. Lo repetiría una y mil veces. - Me dijo mientras depositaba un casto beso en mis labios y se dirigía a la mesa a poner el desayuno.

Estaba encantada con la situación tan cotidiana, estaba feliz de tenerla así para mí. La miré mientras lo preparaba todo y sentí que esa chica morena, de medía melena, de aire ausente, de paso decidido y a la vez tierna como un bebé era todo mi mundo. 

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Bueno este ha sido un capítulo de relax, propio del Domingo pero algo de drama tendrá que venir ;) Me encantan vuestros comentarios y valoraciones. Gracias a todxs por seguir conmigo en esta aventura. Nos leemos. Un abrazo fuerte


Mirándote a los ojos - AlbaliaWhere stories live. Discover now