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Sintió un nudo en la garganta y no se sentía en sí, abrió los labios para confirmar lo que tal vez sus oídos habían distorsionado.

-¿Emba... razada? –La boca de Miji tembló-

-Así es, tiene 3 semanas, debe cuidarse, porque se podría complicar, su tensión arterial esta algo elevada, aliméntese bien y evite el estrés, hay que hacerle revisiones constantes para monitorear su embarazo, tome estas vitaminas y siga las indicaciones que le escribí, nos vemos en la siguiente cita señorita Miji

-Gracias doctor

Apenas salió del consultorio se agarró la cabeza pasando sus manos en frustración.

"Ahora ¿Qué haré?"

Traer un hijo al mundo era algo de mucha responsabilidad, no tenía un trabajo donde ganaba millones, si lo suficiente para una emergencia, pero esta emergencia pasaba lo estimado, tendría que trabajar mucho para poder darle lo que necesitaba y que viva cómodamente.

Dejando los sentimientos estresantes, se sentía un poco extraña, tenía sentimientos agradables, algo estaba estaba creciendo dentro de ella, era algo suyo, algo que tendría sus características físicas y tal vez su carácter, alguien que cuidaría y lo viera crecer, alguien producto de esos días donde Jungkook la hizo sentir la mejor mujer del mundo. No se arrepentía por haber concebido, lo tendría, pero había un problema, no sabía como iba a reaccionar Jungkook, tal vez se sentiría obligado y terminaría aceptando criar a su hijo, no quería que fuera de esa forma, no quería que aceptara por responsabilidad, no quería que cargara con su hijo y con sus inseguridades, no quería que no la llegara a amar. Además, el pelinegro era muy joven, aún no había terminado la universidad, no quería arrastrar a Jungkook, ella tenía la mayor responsabilidad por ser más grande, pero se volvió alguien inmadura. Debía llevar esto con lo poco que le quedaba de madurez.

"Puedo sola, no arrastraré a alguien hacia mis inseguridades y obligar que me amen, no quiero que todo terminé mal".

Cuando llegó a su departamento solo se encerró, no había comido algo decente, solo quería dormir. Aunque le doliera separarse de Jungkook, lo debía de hacer, debía mudarse lo más pronto posible.

Jungkook llegó temprano con una cena ligera, porque sabía que Miji se sentía mal, también le terminó comprando helados, dejó las cosas a su departamento y fue a la de Miji.

-¿Miji estas allí?, Ven a cenar pequeña –No se escuchó nada de departamento-

-Miji... me escuchas ¿Estas allí?, Miji – llamó una y otra vez sin respuesta, por lo que optó por mandarle un mensaje-

Miji, estas bien?

Después de 3 minuto respondió

Estoy bien gracias

Miji compré algo para cenar, estás en tu departamento?

Si, pero no creo ir a cenar

¿Por qué?

En serio, estas bien?

Estas molesta por algo?

Jungkook..

Debo de decirte algo, es serio

Dime

Necesito espacio, vi a alguien hoy y...

Solo necesito espacio

Miji de verdad estas bien? Todo bien?

Jungkook era un ángel con ella, pero Miji no podía decírselo, ni siquiera podía verle la cara, no quería lastima o peor un rechazo.

Si estoy bien, solo dame espacio, por favor, yo te hablaré

Está bien, pero no tardes mucho, me preocupas

Lo siento

No tienes por qué sentirlo

No me has hecho nada, necesitas tu espacio y lo respeto

Gracias por todo

Descansa Jungkook

Descansa pequeña


Todo era raro, estaba tan acostumbrado a estar cerca de Miji todos los días, no quería decir que sabía lo que podría estar pasando, no quería pensar en que Miji ya se había aburrido de él, o peor que haya encontrado a alguien más. Le daría su espacio, pero después insistiría para saber que le sucede, solo tenía que aguantar en ir a tocar su puerta cada día y romperla, abrazarla, besarla, darle mimos y amarla con todo lo que tiene.



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Rabitta

Mi Vecino (Historia Hetero/ Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora