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Jeon Jungkook no recordaba cuando fue la última vez que durmió entre los brazos de su novio, o cuando fue la última vez que este le dio un beso con amor, ni siquiera recuerda la última vez que escucho ser llamado por un apodo cariñoso.

Ahora sólo era "Jungkook" o "Jeon".

Nada de "amor" "mi vida" "bebé" "mi amor" "cariño". Nunca pensó que necesitaría con toda su alma escuchar un Kookie de su novio. Pero lo necesitaba, y mucho.

No sabía que es lo que pasaba con JiMin, su novio desde hace dos años y medio, su actitud hacia el más alto de estatura cambio de la noche a la mañana. Nada pasaba por su cabeza de lo que le podría pasar a JiMin, miles de veces se cuestionó sobre si hizo algo malo. Pero nada llega a su mente, ciento de veces trató de remendar su error con pastelitos de vainilla aún cuando no sabía cuál era el problema. Claro que dichos pastelitos terminaban en la basura ya que el mayor no se molestaba en probarlos.

No quería suponer nada por temor a que sus cuestiones internas fueran una posibilidad, trataba todos los días de ser mejor pero prácticamente ya no veía a su novio ya que este se iba más temprano de lo usual a su trabajo y regresaba horas más tarde de su salida.

Estaba cansado y asustado, y tan solo tenía veintitrés años, no entendía como su vida cambió en tan poco tiempo.

Eran las once de la noche de un Viernes y Jungkook estaba en el sofá de la sala con una manta cubriéndo su cuerpo y una taza de chocolate caliente en su mano. Se suponía que hoy irían a la exposición de Artes en su universidad en donde muchos de sus trabajos estarían, pero el mayor jamás llegó y tuvo que ir y volver solo aparte de que paso la mayor parte del tiempo tratando de comunicarse con su novio pero este jamás contesto, recibiendo reclamos de su profesor por estar distraído y no explicar sus trabajos a los visitantes de su puesto.

El 100/100 que había traído a casa no le cambió su estado de ánimo. Se sentía triste y un poco enojado, estuvo hablando de su exposición durante meses con demasiada emoción que le molestaba que su novio ni siquiera se hubiera tomado el tiempo para ir aunque sea unos minutos. Suspiro cansado dejando la taza vacía en la mesita frente suyo, pensando que sus palabras nunca llegaron a Jimin, él nunca le presto atención.

Sus pensamientos volaron al igual que la hora, eran las una y media de la madrugada cuando escucho el seguro de la puerta y esta ser abierta.

Jimin entró por la puerta tratando de no ser tan ruidoso, pero no contó con que Jungkook todavía estaría despierto.

-¿Por que llegas cuatro horas tarde?

Su voz se oía como un débil susurro pero gracias a que era de madrugada no había mucho ruido en la calle y el mayor logro escucharlo.

-Lo siento Jungkook.-Dijo con un tono neutro, ni siquiera se escuchaba arrepentido y eso destrozaba aún más el corazón del menor.- Surguieron algunas cosas.

-¿Que cosas?-Conecto miradas con su novio observando como desabotonaba su saco para tirarlo al piso junto a su bolso.- Perdi la cuenta de cuantas veces te he llamado y mandado mensajes .

-Ya te dije que lo siento ¿De acuerdo?- Su rostro poco a poco comenzaba a ponerse rojo.- Surguieron cosas, cosas que tu no entenderías.

-Tienes razón.- Se levantó del sofá y dio unos pasos hasta quedar cerca de Jimin.- Yo no lo entendería.

Su vista quedó fija en algo que había notado desde que su novio entro por la puerta pero que simplemente pensó que se trataba de su imaginación.

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2021 ⏰

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•Unfaithful• Jikook OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora