Kristel.
- Ven conmigo - se levanta y pide mi mano, lo miro insegura por lo que quiera hacer.
- ¿Qué harás? - lo miro dudosa.
- No muerdo - se ríe. Me rindo y le doy mi mano, por unos segundos la mira y tranquilamente me sube, llevándome a estar frente a él.
- ¿Y ahora? - me medio río por lo tonta que me siento congelada ante sus ojos.
- Nada - detalla mi mirada - sólo que... Tus ojos son hermosos, nunca los detallé con esa pizca gateada - se pigmenta, sereno.
- Gracias - sonrío mirando detrás de él por la incomodidad.
- ¿Quieres bajar o quedarte aquí? - una pequeña sonrisa se cuela en sus labios.
- Por los momentos aquí, aunque si quieres estar con ellos no importa.
- Iré a hablar algo con Robert y vengo - su tono ronco se hace más sexy y me derrito.
- De acuerdo.
- Ven acá - me abraza con dulzura y por un momento siento que estamos solos y que no hay mundo ni maldad que nos rodee.
- Te quiero mucho - le confieso al separarme de su abrazo.
- Yo también, ¿vos lo sabéis verdad? - baja un poco su cabeza para llegar a mi altura.
- Sí - asiento y él juega con mis manos.
- Ya regreso enana - bromea mientras camina a la puerta y la cierra.
Ahora la soledad inunda la habitación y el silencio es inevitable. La puerta suena y alguien abre, al voltear el semblante triste de Mell se asoma.
- Hola - sonrío.
- ¿Estás bien? - cierra con cuidado la puerta y entra.
- Si, gracias a Maikol - juego con mis manos y me ruborizo recordando todo.
- Es un buen chico - analiza y se sienta en la cama, yo igual - Emma está molesta con Ale y Mark, para que sepas... Ella a pesar de todo está avergonzada contigo.
- No debería. La entiendo y aunque sea lo que sea, es su familia.
- Si Kris, pero fueron muy inmaduros e idiotas - voltea los ojos - y Sandy que se había fijado en Ale.
- No importa, ellos no valen la pena - la miro - tranquila, yo estoy bien - la abrazo y ella se queda un momento allí.
- Que bueno tenerte - se separa y coje mi mano - eres una buena hermana y compañera.
- Ustedes igual - siento mis mejillas sonrojadas.
- Oh, por cierto - ríe al recordar - Emma te dejó una pijama en el baño, no está segura si te quede ya que es de cuando tenía sus 16 años, en cambio tienes unas buenas piernas y ella no las tenía - dice.
- No importa - río - ¿dónde dormirán?
- Dormiré con Sonia y Sandy.
-¿Acaso se olvidan de mí? - le digo confundida.
- Dormirás con Maikol, tonta - me sonríe.
- Oh - trago saliva y no digo más.
- ¿Quieres hablar acerca de lo que dijo Ale? - su tono compasivo me tranquiliza.
- ¿Crees que es absurdo que nunca me haya acostado con un chico? - ignoro su pregunta y me pierdo en mis pensamientos.
- ¿Es verdad? - se impresiona y la miro - ¿Nunca...?
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Principalmente, tú
RomanceElla... Toda una poesía hecha carne, tal como una estrella resplandeciente. Ella es, tal cual como la sombra de la luna; oscura y cautivadora, misteriosa y sola. El... Radiante y majestuoso como alguna reliquia, es vivo y peligroso ante los pasos d...