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Las oficinas centrales de la Firma de Abogados Jeon siempre estaba amena debido a la circulación de los diferentes casos y solicitudes que a diario llegaba a la misma, con la certeza que a pesar de algún pago bastante alto para algunos, la posibilidad de ganar cualquier caso era un aproximado de 80% a manos de los abogados que trabajaban en dicha firma.

Ya hace varias décadas que la batuta pasaba de heredero a heredero, justo este día, en medio de las oficinas más altas del edificio, se llevaba a cabo la ceremonia de traspaso. Jeon Jungkook, joven Alfa de 24 años, recibía el libro del código de leyes que regía la empresa a manos de su progenitor, ambos vestidos de trajes elegantes hechos a medidas, así mismo, todos los presentes, en su mayoría Alfas, Betas y pocos omegas, todos con su porte más elegante atentos a las palabras del nuevo líder de trabajo.

La empresa no era discriminativa, al contrario, se invitaba a los omegas a postular en los puestos de trabajo en la línea de abogados más reconocida de la región, sin embargo, estos raramente duraban más allá del mes de trabajo en dicho lugar, y es que una leyenda que lejos de ser falsa era real, provocaba miles de inconvenientes; el nuevo Alfa al mando no era uno común.

No percibe los aromas hermosos de los omegas.

Condición que ha estado presente desde cachorro, nunca sintió aroma de algún omega más que el de su madre y uno leve durante su infancia, también, puede tener a un Omega en pleno celo frente a él y se mantendría como si nada, no había tal reacción en él. Debido a esto, los omegas que llegaban a trabajar a dicha línea, siempre ponían sus ojos en Jeon, a sabiendas de su soltería y su plena juventud, más encima, su rica herencia, buscaban la manera de seducirlo de una y mil formas, la mayoría llegaba incluso a realizar actos que abochornaban al Joven Alfa, como la vez, que uno se presentó con lencería en su oficina, tuvo que llamar a su antigua secretaria, que era beta por auxilio, o la ocasión donde una omega siempre se saltaba sus celos y seguía llegando a trabajar en esas condiciones sólo para intentar seducirlo.

Así, varios casos con el mismo resultado, los omegas eran remitidos o estos mismos renunciaban por la vergüenza, y es que saber que el Alfa era Inmune a los Omegas, hacía que estos, sintiesen cierta competencia por llevarse al oro de Jeon.

Todo apuntaría a que este odiase el comportamiento de los omegas, pero estaba lejos de eso, el adoraba la dulzura y pureza de la mayoría de estos preciosos seres, envidiaba a los Alfas que describían con ímpetu la dulzura de los aromas, o la forma en cómo describían el deseo y amor que sentían por sus parejas. Jeon, ansiaba con muchísimo anhelo algún día percibir un poco de aquellas esencias.

— ¿En verdad no puedes continuar SeokJin? — Cuestionó el Pelinegro a su actual Secretario Beta que ahora empacaba sus pertenencias de su oficina.

— Sabes que no Jeon, Namjoon y yo estamos de acuerdo en que ahora que estoy embarazado, debo cuidarme más y permanecer en reposo, no puedo dejarte con el trabajo a medias, así que dejo el puesto libre.— Mencionó el adverso con voz suave, al ser un doncel beta, la condición de embarazo era riesgosa, fue una fortuna encontrar a su destinado en el Alfa Namjoon, y debido a este pequeño milagro, las probabilidades de concebir fueron positivas, no quería arriesgarse y esperar por lo mejor para su familia, sin embargo, le pesaba dejar a Jeon con el enorme papeleo ahora que era el nuevo líder.

—No debes preocuparte por la licencia, puedes tomarte lo que necesites pero no renuncies.— Pidió suplicante con su típica mirada de cachorro que muchas veces lograba suavizar a su secretario casi hermano, pero este no daría su brazo a torcer.

—No Jeon, esto es lo mejor y lo sabes más ahora que tienes nuevas responsabilidades encima, necesitas a alguien a tiempo completo y yo actualmente no puedo.—

« VANILLA AND COFFEE »  ☆Kookmin - Omegaverse☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora