SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]

Capítulo 3

Mi estómago estaba revuelto, mi corazón dolía al mirar como reía y era feliz estando con ese sujeto el cual no era su hermano, Fernando estaba tan confundido como yo cuando lo presento solo como Sebastián no dijo que era de ella pero no se le despegaba, parecía sanguijuela pegado a su cintura

En varias ocasiones nuestras miradas se encontraban pero de inmediato la quitaba, su rechazo dolía cien veces más que una patada en los testículos; Sally intento traerla hacia mí pero se negó diciendo que saludaría a algunos invitados; Yhojan y Aby estaban más que felices conversando con ella

– Le pediré que me ayude y la llevare a tu habitación – Sally me susurro – sube a tu cuarto

Seguí la petición de mi hermana, estaba nervioso solo de pensarla, su vestimenta era excepcional, su vestido dejaba al descubierta su pierna y su cabello peinado hacia un lado dejando ver su hermoso y delicioso cuello; el taconeo me saco de mis pensamientos, la puerta se abrió dejándome ver la silueta de mi princesa

La luz se encendió y la observe llevar la pañalera de Fred al sofá; en cuanto se giró y me vio dio un brinco, cerré la puerta evitando que saliera de ahí, su mirada estaba fija en mí; me acerque pero ella retrocedió, pare mis pasos al mirarla pegada a la pared

– Estás hermosa, mucho más que antes

– No se acerques – me advirtió cuando di otro paso más hacia ella

– Princesa necesitamos hablar...

– Mi nombre es Ginger y no tengo nada que hablar con usted señor Rosseu – trato de pasar a mi lado pero la detuve tomándola del brazo – suélteme

– No, tú y yo hablaremos – sentí miedo de volver a perderla, la pegue a la pared – y me escucharas – alce la mano para acariciar su mejilla pero mi princesa se agacho, ella me tiene miedo – no princesa, no me temas

– Suélteme yo no tengo nada que hablar con usted

– Por favor princesa – pegue mi cuerpo al de ella – me volví loco cuando desapareciste, el no saber de ti me puso mal, bebía como si no hubiera mañana y mis impulsos se dispararon

– Aléjese...

– No lo hare – negué con la cabeza – estas aquí frente a mí no sabes cómo lo soñé desde hace dos años

– Señor Rosseu...

– No princesa yo soy tu Sean, tu cariño, tu hombre...

– No lo es – levante la mano pero volvió a encogerse, me temía – no se atreva a tocarme

– Soy diferente, no volveré a hacerte daño jamás lo haría

– Se lo pido aléjese de mí

– Una de esas noches en las que estaba tomado – ignore su petición – entre al baño tomando un frasco de pastillas, sin importarme nada acabaría con mi vida pero mire el reflejo de la puerta donde te recargue aquella noche cuando te prometí no lastimarme si no estabas a mi lado

"...Recordar esa promesa y el volver a leer tu carta me hizo tomar la decisión de internarme en una clínica para controlar mi trastorno y claro mi alcoholismo; tu siempre fuiste mi motivación para salir adelante, tu princesa aun estando lejos de mí me salvaste..."

"...Te amo más que antes, te amo como jamás pensé amar a una mujer; cometí un error un muy grande y grave error que me hizo perderte pero quiero asegurarte que no dejare de insistirte porque si te conquiste una vez volveré a hacerlo, porque eres mi vida entera..."

La mire y unas lágrimas salieron de sus ojos; las limpie y a mi tacto cerro los ojos sacando más lágrimas, comenzó a negar con la cabeza pero no decía nada; pasamos unos minutos en silencio sintiéndonos cerca el uno del otro, de la nada me empujo separándome de su calor

– Las palabras no le servirán de nada – limpio las lágrimas de sus mejillas – yo te he superado y forme mi nueva vida, tú eres un pasado el cual ya enterré, así que aléjate

– No princesa...

– No te amo, lo hice pero deje de hacerlo la misma noche en que abandone tu casa ahora respeta mi decisión y mantente alejado de mí

Sin ver a tras abandono la habitación, tarde en salir del shock en el que me dejaron sus palabras; ella no me pudo haber superado, mi princesa no pudo dejar de amarme; baje las escaleras apresuradamente buscándola, la visualice despidiéndose de Janees

Mis pasos se apresuraron hasta ella, la tome del brazo y la gire para estampar mis labios en los de ella, el jadeo de las personas a mi alrededor me importaron muy poco; sus manos se posaron en mi pecho empujándome pero aplique más fuerza sin lastimarla, me dolió no recibir respuesta de su parte

Un jalón me separo de ella, un golpe en la cara me saco de balance, una nueva bofetada giro mi rostro, Ginger estaba más que enojada, tomo la mano del sujeto que la acompañaba y el cual me había golpeado; salió del jardín esto era todo ¿De verdad así acabaría nuestra historia?, no eso no lo permitiría

Caminaba de un lado al otro dentro de mi habitación esperando a que mi enojo y frustración se disiparan; la puerta se abrió dejándome ver a Fernando lo último que quería era verlo a él, si bien me había dicho dónde encontrar a Ginger aún no lo toleraba

– Vete antes de que me desquite contigo

– Sebastián Narvarte uno de los dueños de S&V editoriales, es el jefe y amigo de Ginger además de que tiene pareja...

– Claro cómo no, ¿Acaso no viste como estaba con mi princesa?

– Es gay – me quede quieto mirándolo – Víctor el segundo dueño de la editorial es su pareja y están casados, creo que solo la acompaño para mantenerte alejado de ella algo que evidentemente no funciono

– ¿Cómo sabes eso?

– ¿Crees que eres el único con contactos? – Fernando negó – planea tu viaje para el lunes ya que mañana al medio día me entregan los datos exactos de su dirección

Sin decirme más abandono la habitación, en definitiva la recuperaría porque siempre ha sido ella la que hace latir mi corazón tan apresuradamente, Ginger es mi todo y no la perdería nuevamente