SEAN: Rosseu #2 [COMPLETO ✔]

Capítulo 12

– Bien un paso más yo sé que puedes, vamos Sean uno más y llegas al final

Estaba en la habitación acoplada como sala de entrenamiento, Aron un fisioterapeuta que mi princesa me consiguió estaba ayudándome en mi terapia; en solo dos semanas había avanzado mucho, la espalda dolía pero no con la intensidad como cuando estaba en el hospital

Mi recuperación estaba avanzando más que bien, ahora estoy a un 75% sé que me falta mucho pero esto solo es el comienzo, la puerta de la habitación se abre dejándome ver a mi madre quien viene cargando, sonriendo y hablando con Fred

– Buenas tardes Aron

– Buenas tardes señora Julya, hola Fred

Mi sobrino se ríe ante el saludo de Aron, giro despacio para volver a caminar por el pasillo acoplado con dos barras de metal, escucho como mi madre pregunta por mi estado y los avances que he tenido, como en otras ocasiones me suelto de las barras tratando de dar pasos solo

– Sean no te sobre exijas ¿De acuerdo? – Asiento – bien nos vemos el próximo lunes

Lo miro salir de la habitación, acomodo mis pies sobre la silla de ruedas mientras mi madre le dice algo a mi sobrino quien sale tomado de la mano de la nana, la observo mientras ella se dedica a recoger las botellas de agua que consumí, algo tiene y no quiere decirlo

– Me dirás que sucede o tendré que investigar por mi cuenta

– Tu padre me pidió una oportunidad – cerré mis ojos al escucharla decir eso, la voz de mi princesa apareció haciéndome calmar – me lo encontré en el restaurante cuando fui a comer con Dafne

– ¿Se la piensas dar?

– No – su voz salió en un susurro – es solo que...

– Ven – tome su mano guiándola al sofá – mamá sé que esto es difícil para todos pero más para ti, pasaron más de 30 años juntos pero él te hizo daño y creo que aún es muy pronto para ver si en realidad cambio

– Eso mismo pensé – acaricio mi mejilla – aunque ya no sé qué es lo que siento por él, me decepciono más que nunca y ahora entiendo muchas cosas

– ¿Qué cosas? – Mi madre agacho la cabeza – vamos mamá confía en mí, te sostendré como no lo hice todos estos años

– Desde que Ashley llego a Nueva York tu padre se comportaba indiferente, antes de eso él era romántico y atento pero cuando ella llego se alejó cada vez más hasta que se mudó de habitación

– No debes de culparte por ello, fue él quien fallo no tú

– Pero me es inevitable hacerlo – sus lágrimas salieron de sus ojos – todos estos años solo me dedique a darle lo mejor, a vivir por y para él pero no valoro nada, prefirió cambiarme por alguien más joven que solo está con él por el dinero

– La vida se los cobrara – la abrace para reconfortarla – ahora tienes la libertad de hacer lo que siempre deseaste, nosotros ya somos adultos así que es hora de preocuparte por ti misma, es momento de ser egoísta y pensar solo en ti

– Pero eso no estaría bien, ustedes...

– Mamá eso es lo mejor, vete de viaje, sal con tus amigas, conoce hombres – acaricie su mejilla – eres muy joven como para estar sola además puede que te vuelvas a enamorar

– Sean por favor – mi madre soltó una leve risa – ya no estoy en edad de hacer eso

– ¿Quién dice que no? – La voz de Daniel nos interrumpió – si no fuera tu hijo te invitaría a salir en plan romántico, eres una mujer hermosa y joven

– Chicos creo que se están adelantando – mi madre se levantó aun manteniendo su sonrisa – primero quiero verlos casados y después pensare en tomar un crucero pero por ahora vayamos a comer que ya es tarde

Mi hermano ayudo a salir de la habitación, al llegar al comedor mis hermanos esperaban por nosotros; extrañaba no ver a mi princesa aquí pero tenía asuntos que atender en México por lo que hace dos largas y tortuosas semanas se había ido, cada noche hablábamos por horas pero no era lo mismo

Tanto la empresa de su hermano como la editorial donde ella trabaja requerían de su presencia, me costó demasiado poder despegarme de ella en el aeropuerto, dijo que volvería en cuanto pudiera pero abandono todo por dos meses y medio por lo que creo tardara en volver

– Sean mañana vendrá el sastre para tomar tus medidas – la voz de Daniel me saco de mis pensamientos – solo espero no engordes demasiado para la boda

– ¿Qué?, sabes que hago mucho ejercicio a diario

– Bien no digan nada que el gordito se enfada – Sally se unió a las burlas – solo esperemos que no rompa la cama

– Que graciosos a ambos les pateare el trasero en cuanto me recupere

Todos rieron por mi respuesta, me gustaba el hecho de que ahora estuviéramos más unidos y compartiéramos momentos así, el sonido del teléfono de Sally llamo nuestra atención, ella no solía recibir llamadas a estas horas a menos que fuera algo muy importante

– ¿Rogelio?

Mis alertas se encendieron al escuchar ese nombre de la nada mi hermana se levantó tapando su boca, su mirada recayó en mí, me desespere por que no decía nada más, un par de minutos más se quedó callada solo mirándome, en cuanto colgó dejo salir una maldición

– La señora Carmen, la abuela de Ginger está muy grave en el hospital

– Ordenare que preparen el jet

Yhojan tomo su teléfono y salió del comedor, mi madre anuncio que prepararía mi maleta y la suya, cada uno de mis hermanos se fue a hacer llamadas ordenando cosas, tome mi teléfono y marque el número de mi princesa, espere por unos segundos

Llamada:

– Amor te necesito

– Tranquila princesa estoy saliendo para allá

– Mi abue... – la escuche sollozar – ella... no la quiero perder...

– No lo harás, ella se pondrá bien – quería abrazarla – estaré ahí en unas horas, princesa sé que es difícil pero estate tranquila

– Te amo mi amor

– Yo te amo más

Fin de la llamada.

– Todo está listo vámonos – mi madre venia seguida de Sally y Cat – tus hermanos nos alcanzaran después