Elliot y Kate por siempre

capitulo 14

Capitulo 14

Elliot me lleva detrás de la casa donde nos esperan dos hermosos caballos, al verlos suelto un grito haciendo que unos de los caballos camine hacia atrás pero este es retenido por Andrés. Los caballos son hermosos uno es de color caramelo y el otro es de color negro con blanco.

-       ¿Por qué están aquí? – le pregunto a Elliot mientras nos vamos acercando a ellos.

-       Vamos a dar un paseo – me detiene - ¿sabes montar?

-       Claro que si – lo tranquilizo – mi abuela era dueña de un rancho.

-       Bien – se calma – esta es caramelo.

Me muestra al caballo color caramelo su nombre le queda de maravilla, estiro mi mano para que me pueda olfatear es como pedirle permiso para que me deje acariciarlo. Mueve su cabeza la acerca mi mano para que lo pueda acariciar, cuando lo hago suelta un suspiro satisfecho.

-       Es precioso – le digo a Elliot.

-       Es preciosa es una yegua – me mira Elliot divertido – según el dueño muy mansa y segura para ti.

-       Gracias por pensar en mi – beso su mejilla – es preciosa.

-       De nada nena – me guiña un ojo.

-       ¿este como se llama?

-       Rayo – me dice – es un semental – se encoje de hombre.

-       No me diga un semental para el semental – me burlo de él.

-       Así te burles de mi sabes que es verdad – finge estar ofendido.

-       Mi semental – beso sus labios – solo mío.

Unos gritos nos hacen separar son los gritos de Lila que tiene una canasta de comida en sus manos, Elliot de inmediato la ayuda a cargarla como el caballero que es. En un bolso que tiene su caballo guarda la comida mientras que Lila vuelve acoger la canasta, con que esa era la comida que tenía que preparar.

-       Que se diviertan chicos – nos dice Lila – demorasen todo lo que quieran.

-       Lo aremos Lila – se ríe Elliot.

-       Gracias por la comida – la abrazo.

-       De nada querida – me suelta – tu esposo es un romántico.

-       Créeme lo sé.

-       Bueno señoras si me siguen alagando nunca nos iremos.

-       No queremos que tu ego sea más grande ¿verdad?

-       Te gusta que sea grande ¿verdad? – miro a Lila que luce avergonzada si ella entendió la frase de doble sentido.

-       Los dejo cuídense – se va rápido.

-       Malo – le digo.

-       Hermosa – me dice mira al pobre se Andrés que tiene los caballos – llegaremos en cuatro horas.

-       Si señor – le responde.

Elliot me ayuda a  amontar a caramelo se asegura que este bien posicionada antes de ir a montarse el suyo. Le damos la vuelta a los caballos para ir donde quiere que vaya Elliot y no puedo evitar preguntarme ¿Qué tipo de sorpresa me tiene? Por ahora sé que daremos un paseo por el pueblo ¿pero después qué? Cuando empezamos salir de la propiedad nos topamos con Cyrus que nos saluda desde lejos.