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"Bien, por ahora me despido" Dijo el oficial. "Les mantendré informados; será necesaria una declaración de la víctima en cuanto se encuentre en un buen estado para poder hablar"

"De acuerdo. Gracias" Pronunció a duras penas DoJoon con un enorme nudo en la garganta. Los paramédicos se habían llevado a HaJoon y no veía la hora en ir corriendo casi tras ellos para saber en qué estado se encontraba su chico.

Con el corazón en la garganta entró al auto en donde lo esperaba WooSung listo para irse.
Sobra decir que durante el trayecto estuvo a punto de vomitar a medio camino, y que WooSung -quien insistió en conducir- se saltó un par de señales. Poco le importó, por supuesto.

Afortunadamente, la ciudad no era tan grande para tardar demasiado en llegar al Hospital, pero los lugares estaban notablemente alejados de los otros con cierta distancia. Así que aparcaron en el primer lugar disponible que vieron y caminaron rápidamente hasta emergencias en donde encontraron a JaeHyeong tras un par de minutos buscándolo. Estaba caminando de un lado a otro completamente desesperado. Podía sentir la misma incertidumbre recorrer sus venas.

"¿Qué pasó?¿Cómo está?" Preguntó WooSung preocupado desde la punta del cabello hasta los dedos de los pies. Ansiaba respuestas, necesitaba respuestas. Pero lo único que podían hacer en ese momento era esperar pacientemente, aunque no sabían de dónde sacar la paciencia.

"N-no lo sé, se lo llevaron muy rápido y-y nadie dijo nada" Habló.

"Va a estar bien" Susurró WooSung. Intentando tal vez convencerse a sí mismo de que era verdad, intentando dar la mínima esperanza que pudiera obtener de aquel momento, de aquella dolorosa situación.

DoJoon estaba furioso y se sentía culpable. Se había prometido a sí mismo que protegería a HaJoon de cualquier cosa. Estaba tan seguro y dispuesto, pero terminó dándose cuenta en ese momento que, en realidad, HaJoon había sido el que cuidaba de él. Siempre con una simple palabra o con una pequeña acción, incluso la más mínima; cómo pudo haber sido acomodar su bufanda o besarle la punta de la nariz.

HaJoon siempre lo protegió, pero, ¿Quién lo protegía a él?

Las lágrimas se aglutinaron en sus ojos, a punto de derramarse en grandes cantidades. No quería cerrar los ojos, pues sabía que iban a salir disparadas en cuanto lo hiciera. Era su culpa, estaba a punto de perder a la persona que amaba y era su culpa.

Sí no hubiese dejado entrar al menor a su vida, tal vez no estaría en aquella situación de gran riesgo.

Tenía tanto miedo, estaba aterrado de ver a alguien dirigiéndose a ellos y decir aquellas palabras que deseaba evitar a toda costa.

HaJoon merecía vivir, y no lo decía por estar totalmente enamorado de él.

Era la persona más dulce que conoció jamás, amable con todos, aunque su timidez no le dejara acercarse mucho a las personas. Era todo lo que el cruel mundo necesitaba, ese rayo de luz y esperanza.

Y se apagaba lentamente.

Los minutos transcurrían a una lentitud alarmante y devastadora. HyungSoo no tardó en hacer acto de aparición junto a su esposa, quien sin importarle un bledo caminó hacia él y con los ojos llenos de lágrimas le abrazó.
Era exactamente lo que necesitaba, un abrazo confortante de aquellos que decían que todo estaría bien a pesar de que no fuese cierto del todo. Eso le faltaba para soltar la tristeza, culpa y frustración en forma de gotas saladas en el hombro de la mujer.

"Estará bien, chiquillo, ya lo verás" Susurró la mujer en su oído. Las palabras sonaron dulcemente rotas. "Mi bebé es fuerte, deberías saberlo ya"

Claro que lo sabía, HaJoon era más fuerte que él, mucho más de lo que alguna vez pensó.

Al otro lado de la habitación, WooSung le explicaba a HyungSoo lo que había ocurrido, sólo esperaba que el hombre no lo matara a golpes después de que se enterara de toda la verdad.

La luna finalmente resplandecía en el cielo nocturno cuando por fin, después de pasar un poco más de dos horas un doctor se acercó a ellos. DoJoon mantenía el rostro entre sus manos, por lo que JaeHyeong tuvo que hacerle señas para que se levantara y lo acompañara junto a los demás.
No pudo leer la mirada en el rostro del hombre, y no supo si pensar lo mejor o lo peor.

Hasta que escuchó claramente las palabras que salieron de su boca.

"Fue una herida poco profunda, aún así logró perder una considerable cantidad de sangre por lo que necesitó un par de transfusiones" Habló. "Actualmente se encuentra estable"

Un pequeño peso dejó los hombros de DoJoon.
Pero aún así, no pudo evitar prometerse a sí mismo que en cuanto HaJoon estuviese bien, DoJoon desaparecería de su vida.

Tal vez esa era la única manera de por fin cuidar de él, tal vez era la única manera en la que los dos permanecerían a salvo.

Así que en aquel momento se hizo una promesa a sí mismo.

Se alejaría de HaJoon, aunque eso le dejara con el corazón destrozado.

. . .

Uno más, sólo uno más.
Lamento los errores.

Los amo.

Besitooos.

Bai, bai.

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