《7》

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-¿Me venís a buscar por favor?- le pregunté llorando.

-¿Que te pasa?, ¿estás bien?-

-Si, alguien me perseguía, pero estoy en un local de comida, en el baño-

-Muy bien amor, quedate ahí, ya voy- le pasé la dirección y me senté en el piso a esperar a Mau.

Cuando llegó me abrazó y beso mi cabeza.

-Ya está mami, ya pasó- asentí mientras lo abrazaba.

-Llevame a mi casa-

-Vamos- me agarró fuerte de la mano y me subí a su auto.

Manejó en silencio hasta llegar a mi casa, paró el auto y se bajó para acompañarme hasta adentro.

Le pedí por favor que no le dijera nada a los chicos y menos a mi mamá.

-Cuidate rosita- me dijo besando mi frente mientras tocaba mi pelo rosa- avisame si querés que te pase a buscar mañana- asentí intentando sonreír.

Me fuí a mi pieza, no comí, no me bañé.

Cerré la ventana y me acosté nuevamente para dormir.

Me desperté con otro mensaje.

Número privado:

Anoche tuvimos problemas con C.R.O. por tu culpa rosada, andá con los ojos abiertos porque en donde te encuentre...

¿En donde te encuentre qué?, suspiré mientras me levantaba de la cama.

Me cambié y llamé a Duki para que me pase a buscar para ir al colegio.

-¿Estás bien mami?- me preguntó en el camino al colegio y asentí.

-Solo que no dormí bien-

-¿Querés venir a mi casa hoy así fumamos?- hice una mueca.

-Voy a pensarlo- el carcajeó.

-Está bien-

Estacionó el auto y me miró.

-Seven está enojado conmigo- le dije antes de salir del auto.

-Quedate aquí, yo voy a saludarlo- me dijo caminando cerca de la entrada y yo me quedé apoyada en su auto fumando.

Ceci había faltado, su abuela estaba muy débil y ella la estaba cuidando.

Me refregué la cara y suspiré.

Me agarraron el brazo y me tironearon atrás de la escuela.

-¿Que hacés flaco? Soltame- le dije tirando y me metió una cachetada.

-Te advertí que no dijeras nada- habló agarrándome fuerte de la mandíbula.

-Soltame- le dije llorando y el se rió.

-No sé que tanto le importa cuidarte, si sos otra putita- me dijo pegándome de nuevo una cachetada y me soltó.- volvé a hablar y la próxima será peor rosada- me dijo caminando.

Me quedé ahí, quieta, llorando.

Me miré la cara por la pantalla de mi celular y me salía sangre del labio.

Caminé con la mirada en el suelo y mi capucha puesta.

Caminé hasta llegar a los baños y me lavé la cara.

-¿Que te pasó caramelo?- lo miré y negué.

-Nada- el carcajeó.

-A ver- me dijo acercándose queriendo tocar mi cara y me dí la vuelta- te quiero ayudar- me dijo riendo.

-Andá a reirte a otro lado, pelotudo- le dije y se dejó de reír, pero seguía sonriendo.

-¿Con quién peleaste?- me preguntó mientras sacaba papel con el que te secás las manos y me limpiaba la sangre del labio.

Suspiré y cerré los ojos evitando llorar.

-Deberías salir Tomás, estás en el baño de mujeres- le dije alejándome.

-Pará, vení- me agarró la mano.

-¿Que pasó?, tenés el brazo marcado- lo miré con los ojos llorosos y se puso serio.

Me sacó la capucha y besó mi frente para después abrazarme.

-Todo está bien, no llorés- me dijo- ¿quién fué?-

-Estoy bien- le dije limpiando mis lágrimas.

-Vení, nos vamos a mi casa- me dijo tomando suavemente mi mano y caminando.

Lo seguí mientras todos nos miraban en el pasillo.

-¿Te vas C.R.O?- le preguntó el chico que me pegó.

-Si, nos vemos más tarde chicos- les dijo saludandolos con un choque a cada uno.

-Tomás- el me miró y mordí mi labio- es el- frunció el seño.

-¿Es qué quién?- habló frenando.

-El chico que te habló-

-¿El que?- soltó mi mano y negué.- Midel- lo llamó el.

-No Tomás- le dije intentando sacarlo afuera y me corrió.

Llegando rápido al teñido y le pegó en la cara muchas veces.

Los chicos intentaron separarlos hasta que llegó el director.

-¡Ya se separan!- les dijo haciendo que el teñido pare pero Tomás le pegó una última piña para después agarrarme de la mano y sacarme del colegio mientras el director nos llamaba.

-Tomás si no volvemos nos van a suspender- le dije alterada y me sonrió.

-Subí al auto- me dijo subiendo y prendió un cigarrillo.

Llamadas de Duki y Seven me llegaban pero no decidía atender.

Tomás no dijo nada en todo el camino y llegamos a su casa.

Se bajó y yo bajé después de el.

Una vez que estuvimos adentro me convidó agua y se sentó al frente mío, al parecer su casa estaba vacía.

-Gracias- le dije susurrando y el me sonrió, pero no dijo nada más.

Me paré de mi silla y fuí a su lado, le dí un beso en su mejilla y lo abrazé, raramente me respondió el abrazo y encondió su rostro en mi cuello.

Acaricié su pelo y suspiró.

-Vamos arriba- me dijo y asentí.

Cerré la puerta cuando los dos estuvimos adentro de su pieza me sonrió y palmeó su cama para que me acueste a su lado.

-Perdón por no llevarte el apunte por los mensajes- me dijo acariciando mi pelo.

-Ya pasó igual- le dije acostándome en su pecho.

Me dió un beso en mi mejilla bajando para terminar dándome besos en mi cuello, el frunció el seño y carcajeó.

-¿Que te pasa?- le pregunté.

-Una vez te dije que no te volvería a besar- se rió y sus ojos se achinaron- pero quiero hacerlo otra vez- me dijo acercándose.

Me se paré un poco para ponerme encima de el.

-¿Que esperás?- le dije y me sonrió.

-Se que dije que no volvería a pasar, beso amargo, mi beso amargo- me dijo antes de unir nuestros labios...

Chico problemas °CRO y tu°Where stories live. Discover now