Capítulo 22.

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Abrí los ojos entrecerrados, la vibración de mi móvil me despertó bruscamente, y aún adormilada cogí el teléfono.

- ¿Diga?

- ¡Zorra! ¿No crees que me tienes que contar varias cosas que pasaron ayer?

- Dios Laila.. ¿En serio tenías que llamar ahora?, no pasó nada, hablamos un rato, como siempre me pidió perdón, me llevo a casa, y..

- ¡Y ENTRÓ A TU CASA Y TE LO TIRASTE!-gritó Laila desde el otro lado del teléfono dejándome casi sorda.

- ¡No dios! Eres una maldita mal pensada, sólo.. solo nos dimos un beso.

- Bueno, me esperaba algo más apasionado, pero.. ¿Con lengua o sin lengua?

Reí.- No pienso responder a esa pregunta, mañana nos vemos, adiós.

- Pero, esper...

Colgué el teléfono sin dejarla terminar y riéndome por ello.

Mi móvil sonó y era un sms de Luke:

'Buenos días nena, te recogo en 45 minutos para que vayamos a desayunar y no acepto un 'no.''

Reí. Luke Hemmings nunca acepta un no.-pensé.

Me levanté y me puse literalmente, lo primero que pillé, unos jeans rotos color azul claro una sudadera negra de de 'Green Day' y mis converse blancas, acto seguido me quité el moño, y me maquillé un poco.

Mientras estoy metiendo las llaves en mi bolso, escucho unos bocinazos provenientes de abajo. Cierro la puerta con llave y bajo lo más rápido que puedo, este chico es capaz de subirse  a mi ventana si llego tarde.

Salgo y le veo apoyado en la moto con los brazos cruzados, al verme sonrió y se mordió el labio.

 - Hola.-dije sonriente.

Luke pone una mano en mi espalda y deposita un suave beso sobre mis labios.

- Hola.-respondió.- Sube.

- ¿Y tu coche nuevo? 

- Mmmh, es difícil de explicar, ese coche no era mío.

- Por favor, dime que no lo has robado,-dije con el corazón casi en la boca.

- ¡No!

Suspiré aliviada.

- Bueno... mas o menos.

Mi corazón subió nuevamente a mi boca.

- Luke explícate por dios.

- A ver, relájate nena, ese coche no es mío, es de mi padrastro, se lo quité el viernes para  ir a la fiesta y poder llevar a todos los tíos en el coche, y bueno, ya se lo he devuelto, simplemente lo cogí prestado sin que él se de cuenta.

- Dios, no puedes hacer esa clase de cosas, no están bien Luke.

- Ya bueno, en esta vida hay muchas cosas que no están bien.

- Pero..

- ¿Quieres dejar de hablar y subirte de una maldita vez?

Rodeé los ojos y subí a la moto.- ¿Podrías dejar de ser taaaaan caballeroso?-dije ironizando y alargando el 'tan'.

Después de diez minutos llegamos a un starbucks cerca del centro de Sydney.

El local era bastante grande, tenía dos pisos, y la escalera era de caracol, cosa que odiaba, mies pies son jodidamente enormes y nunca caben en el escaloncito.

Start Again. {Luke Hemmings}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora