Flowers

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- ¿Qué haces Alba?.- me preguntó Noelia y yo pedí que hiciera silencio.

- No hagas ruido Noelia, mejor vigila la puerta.- le pedí y ella asintió mientras se encaminaba a la puerta de la clase.

- ¿Debo asegurarme de que Natalia no venga?.- preguntó y yo simplemente asentí en su dirección.

- Tienes que estar atenta.- sonreí para después tomar mi mochila y caminar hasta la puerta.- Listo, ahora hay que salir rápido, nosotras nunca estuvimos aquí.- la empujé ligeramente y ambas nos alejamos del salón rápidamente.

- ¿Qué era eso?.- preguntó y yo sonreí orgullosa.

- Un sobre son flores, las flores formaban un corazón.- me encogí de hombros y ella sonrió.

- Creo que deberías dejar de jugar al misterio y hablarle a Natalia.- sugirió y yo negué con la cabeza.

- Aún no Noe, tengo que... Seguir observando sus reacciones.- murmuré y ella rodó los ojos.

- ¿Hasta cuándo? Natalia se ve encantada y ella más que nadie quiere saber quién está detrás del detalle de las flores.- susurró y yo asentí mordiéndome el labio inferior.

- Cuando me sienta lo suficientemente segura lo haré.- respondí caminando más adelante mientras Noelia se quejaba a mis espaldas.

- ¡Pequeña cobarde!.- me gritó y yo reí.

- Aquí la pequeña eres tú, no hables.- me burlé y ella me dio un golpe en el brazo.

- Pero no soy cobarde.- se defendió y yo reí.

- Okey enana, vamos a clase... Y actúa normal, no quiero que Natalia me descubra.

- Un día te va a descubrir y no será culpa mía, te lo aseguro.- murmuró y yo revolví su pelo mientras nos acercábamos a la clase nuevamente.

Entramos y a los segundos el timbre que indicaba el inicio del primer bloque sonó, me senté en mi lugar junto a Noelia observando como poco a poco todos entraban a la clase.

Noelia me dio un codazo cuando Natalia y sus amigas entraron, aclaré mi garganta observando atentamente como se acercaba a su lugar con un sonrisa curiosa en la cara.

Acarició las flores que sobresalían para después sonreír, sus amigas rieron mientras observaban mi detalle, Noelia me guiñó un ojo mientras abría su cuaderno.

La pelinegra dio una mirada rápida alrededor de la sala, mordí mi labio inferior y agaché la mirada mientras jugaba con mis manos.

Levanté nuevamente la mirada al mismo tiempo que la pelinegra guardaba el regalo con cuidado en su mochila, sonreí recargándome en mi asiento mientras Noelia reía en voz baja.

- Disimula.- me recordó sonriente y yo inmediatamente aclaré mi garganta para después borrar mi sonrisa.

- Le gustó.- susurré y la pequeña de ojos azules asintió en aprobación.

- Lo noté, vas muy bien.- me felicitó y yo reí ligeramente para después negar con la cabeza.
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Mordí mi labio inferior mientras fruncía el ceño como muestra de concentración, estaba armando una corona de flores para Natalia y quería que quedara perfecta.

Mi madre tenía un enorme jardín con las flores más preciosas que pudieran existir y precisamente esas mismas flores son las que usaba para regalarle a la bella pamplonesa.

Noelia le daría el visto bueno a mí creación mañana antes de comenzar las clases, como siempre, cuando colocaba mis regalos florales en el sitio de la chica.

Albalia OneShots Where stories live. Discover now