023

2.6K 413 97
                                    

—¿S-Se le ofrece algo en específico hoy, señor?— pregunta Richard al verlo salir de la habitación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿S-Se le ofrece algo en específico hoy, señor?— pregunta Richard al verlo salir de la habitación.

—No— responde de mala gana —Oh bueno sí, quiero que consigas un anillo, una linda joya para mí prometido— asegura dándole indicaciones.

—Señor, disculpe que m...—

—Camacho, es una orden, no entiendo porque sigue acá—

—Lo siento—

—Quiero que mandes a alguien a la habitación de Erick, para que le lleven el desayuno allá— finaliza corriendolo con la mano.

No va a replicar nada, porque sabe que más que merecido se lo tiene.

Será bastante complicado volver a tomar su lugar en el reino, tal y como lo era antes.

Será bastante complicado volver a tomar su lugar en el reino, tal y como lo era antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Emociónate hermanito!—

—¿Por qué habría de hacerlo?—

—Porque te mando el desayuno hasta la cama, a mandado mil veces a preguntar por ti y si se te antoja algo, te trajeron flores, ¿Eso no es suficiente?—

—Me hubiera emocionado si el hubiera hecho todo eso por sí solo, o mínimo si hubiera venido a verme— se deja caer en la cama —Entiendo lo de su padre, pero creo que es capaz de levantar su trasero y venir—

—Vendrá, yo lo sé. Pero ahora como el nuevo mandatario, tiene que arreglar algunas cosas— se acuesta junto a él.

Golpean la madera un par de veces, llamando su atención.

—¿Más comida?— pregunta el ojiverde.

—Veremos— se levanta rumbo a la puerta.

La abre demorando algunos segundos.

—¿Crees que pueda hablar con Erick?— susurra el rizado sonrojado, en cuanto ve a la chica.

—S-Si, yo ya me iba, a-a comer algo— le sonríe antes de correr.

—¿Erick?— se mete con miedo.

—Tu... Pasa, como lo siento— se levanta para recibirlo.

—Perdón por no venir antes, solo que tenía cosas que solucionar, documentos— se justifica rascando su nuca.

—No te preocupes, debe ser difícil— baja la mirada, reprimiendo su instinto que le llama a abrazarlo.

—Erick yo, yo te quiero mucho— agarra su mano.

—Yo también te quiero—

—Te he dicho que me gustas, y me gustas mucho— lo acaricia antes de hincarse.

—J-Joel— ve su acción con temor.

—¿Quieres ser mi esposo, Erick?—

—Yo, Joel...—

—Podemos vivir donde tú quieras, tendremos los hijos que quieras, y si te preoc...—

—No— dice con la voz a punto de quebrar.

—¿No?—

—No me quiero casar contigo—

—No me quiero casar contigo—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Príncipe ¡! TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora