18. Hola, soy May, y mi hermana se está mueriendo

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Ya estaba agotada, pero aún así fui capaz de mantener a Epimeteo toda la noche engañado, haciéndolo jurar por todos los dioses que de verdad estaba en un lujoso escenario siendo entrevistado. Ya casi amanecía y desde hace casi una hora lo teníamos bien sujeto en la silla que los chicos de Hefestos habían construido para la ocasión. Estaba rodeado por campistas armados y ya no tenía sentido de seguir manteniendo la farsa así que desvanecí la ilusión y todo volvió a ser las cavernas por un lado y el bosque semi nevado por otro. Hace mucho rato habíamos comenzado a oír explosiones y estábamos asustados, pero nos negábamos a entrar. Mejor dicho, nos lo habían prohibido.

Grande fue la sorpresa de todos cuando animales de todo tipo comenzaron a salir de las cuevas y al final, en una hermosa yegua, una pequeña niña que muchos reconocieron inmediatamente como Hestia. Unas chicas la ayudaron a bajar del caballo y le dieron algo de néctar y ambrosía para que recuperara sus fuerzas. De Leo y Cam nada se sabía aún y no podía estar más nerviosa. Pasaban los minutos y solo se oían explosiones. Chillidos de bestias.

Incluso las cazadoras de Artemisa llegaron alarmadas por la cantidad de animales salvajes sueltos y por el sexto sentido de la diosa tía de Cam que le permitió saber que Hestia ya estaba libre con nosotros y que Epimeteo estaba preso.

En cuando Artemisa llegó ante nosotros, inmediatamente ordenó a sus cazadoras que prepararan una carpa para atender a su tía Hestia. Era curioso ver a ambas diosas en forma de niñas que no superaban para nada los doce años. Artemisa quizá se veía levemente mayor, pero no mucho.

Thalia Grace, hermana de Jason se acercó a mí y me preguntó por Cam.

- Solo se que está ahí adentro con Leo y- y sin poder evitarlo, comencé a llorar.

Thalia se ve como una chica ruda y poco amable, pero aún así me abrazó. Supongo que entendía la sensación de que estás perdiendo a un hermano. Ella y Jason vivieron toda la vida pensando en que lo peor les estaba pasando al otro. Y no se podía vivir sanamente con ese sentimiento oprimiendo el pecho.

-Así que este es el culpable del alboroto- habló de pronto una chica con el cabello castaño claro casi rojo trenzado y una tiara con forma de semiluna. Era Artemisa sin duda, pero ahora parecía mayor, seguramente para infundir más respeto- Y apuntando a Epimeteo con su flecha le dijo- Muchas gracias por mantener a los animales bien cuidados, pero con Hestia cometiste un error muy grande- y la soltó, dándole justo en el pecho. El titán se desvaneció en una nube gigante de arcilla blanca- Buen viaje al Tártaro- murmuró mientras se acomodaba el arco a la espalda. Uno que otro campista aplaudió, pero fue callado por el resto. 

Y en ese preciso instante, Leo salió de la caverna con Cam en brazos. Y a los dos segundos de su salida triunfal, la cueva explotó en miles de pedazos. Absolutamente todos caímos al suelo.

Los primeros rayos de sol ya comenzaban a verse.

Apolo, salva a tu hija, por favor. 

Hijos del Sol y el Fuego [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora