Annie y la Piedra Filosofal

11. Merry Christmas, Harry

 
 
FELIZ NAVIDAD, HARRY

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Era la mañana de navidad. Los rayos del sol que directamente daban a su cara despertaron a Annie. En cualquier otro día eso la habría molestado a sobremanera, pero ¡era Navidad! nada arruinaría ese día. Al  sentarse en su cama vio unos cuantos paquetes a sus pies. Harry y Ron aún dormían. Ron tenía más paquetes que ella.

Con el espíritu navideño al máximo, se bajó de su cama y corrió a la del azabache saltando y cayendo encima de él, quien dejo salir un quejido.

—¡James! ¡Es navidad! —dijo sumamente feliz, dando pequeños brinquitos para que Harry se despertara.

El azabache aún adormilado, abrió sus ojos, observando a una Annie borrosa frente a él. Se estiró y tomó sus gafas de la mesita de noche. Ahora veía con claridad. La castaña tenía una enorme sonrisa en su rostro. Cuando se sentó, a los dos segundos Annie se le tiró encima, literalmente dándole un gran abrazo, que Harry obviamente le correspondió.

—Feliz navidad, Harry —le susurró aún en el abrazo. Harry sonrió enormemente y la apretó en el abrazo.

—Feliz navidad, Ann.. —susurró de vuelta. Era la primera navidad que alguien lo abrazaba, que él recordara, y estaba feliz de que Annie fuera la primera.

Se quedaron en esa posición unos segundos más, hasta que Annie se separó y volteó a ver a Ron.

—¿Deberíamos despertarlo, no crees? —ladeó la cabeza, curiosa. A Harry le pareció muy tierno. Pero en ese instante, la castaña formó una sonrisa maliciosa.

—Ya se cómo despertarlo —fue a su mesa de noche y tomó su varita. Volvió al lado de Harry, preparándose. Apuntó a Ron con su varita y exclamó:

—¡Aguamenti! —un chorro de agua impactó contra Ron, pero procuró no mojar sus regalos. El pelirrojo saltó inmediatamente de su cama, muy molesto.

—¡Anette Roberts! —gritó empapado de pies a cabeza. Harry y Annie reían a carcajadas. Annie estaba feliz de poder hacer reír a Harry.

—Feliz navidad, Ron —dijo burlonamente. El pelirrojo la miró enojado, tomó ropa de su cómoda y se encerró en el baño.

—¿Crees que me pasé? —le preguntó preocupada a Harry, quien seguía divertido. El negó con la cabeza. Ambos esperaron a que Ron saliera del baño para abrir los regalos juntos.

Ron salió del baño ya cambiado y seco. Annie con un poquito de remordimiento se levantó de la cama de Harry y fue a darle un abrazo al pelirrojo.

—Feliz navidad, Ron. Lo siento pero era necesario —dijo entre risas. El pelirrojo aún molesto y divertido, y cabe decir que algo avergonzado, pues no le gustaban mucho los abrazos.

—Feliz navidad, Annie. Feliz navidad, Harry —fue y se subió a su cama, y comenzó a abrir los paquetes. La castaña tomó sus paquetes y los colocó al lado de los de Harry, sentándose nuevamente al lado de él.

Annie tomó uno rectangular, y lo abrió. Era de Hermione. Una hermosa libreta color morado, que sólo podía abrirla ella. Le sería útil. Tomó otro y era de sus padres. Era un bloc nuevo de dibujo junto con los lápices de colores que tanto había deseado. Sonrió emocionada. No recordaba que ahí estaban Harry y Ron, y prestó atención a lo que decían.

—Es de mi madre, le dije que creías que nadie te enviaría nada. Oh, no —dijo Ron poniéndose rojo.— Te ha enviado un suéter Weasley

Harry sostenía un suéter grueso, tejido a mano, color verde esmeralda, con una H en el centro. Annie amaba ese tipo de suéteres. Eran lindos y eran súper calentitos.