Es verdad que en una de las vueltas del destino puedes perder a la persona más importante de tu existencia, la vida se encarga de tocar cada pequeña y delicada fibra de dolor y angustia dentro de nosotros, provocando que por momentos creamos que per...
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Hace tres horas que estoy en la casa de nuestros vecinos.
Estoy sentada en un espacioso sofá dentro del enorme salón, con una taza de cerámica llena de té caliente en las manos, usando una chaqueta que me fue amablemente prestada para cubrir un poco mi atuendo "revelador"
Y el señor Shepard no deja de mirarme con enojo...siento como si en cualquier momento fuera a saltar sobre mí para abofetearme o algo así.
Me asusta...bueno, en realidad supongo que me sorprende su actitud, aunque tiene toda la razón para estar molesto ya que si me detengo un segundo a pensar...
Soy nueva en esta ciudad, que digo, soy nueva en este país y no conozco a nadie más...caminando sola por las calles y con el aspecto que tengo, bueno es fácil pensar que cualquier cosa me pudo haberme pasado.
Aunque en mi defensa, estaba tan enojada como para que nada me importara en ese momento...hasta ese punto estoy de acuerdo con su molestia. Solo me sorprende darme cuenta de que ha pasado mucho tiempo desde que recibí la típica mirada de angustia, furia y preocupación de un padre.
Y una vez más, los recuerdos de mi padre y mi hermano me atormentan.
Aunque, no sé porqué...pero en el fondo hay algo molestándome. Siento que estoy olvidando algo muy importante sobre ellos.
-- ¿Realmente no piensas decir nada, Lía?
Habla de pronto, haciendo que deje mis divagues por un momento.
-- Lo lamento --susurro con un hilo de voz.
Aunque en realidad no tengo ni idea de porqué me estoy disculpando...no he hecho nada malo...
Hasta ahora.
-- ¿Por qué te disculpas?
-- No lo sé...solo siento que debo disculparme...tal vez por que le estoy causando problemas.
Mi mirada sigue dirigida al piso.
Logro escuchar un suspiro cansado y unos cuantos pasos. En menos de tres segundos Frank se sienta junto a mí.
-- No estás causándome problemas Lía, pero pienso que tu madre se molestará mucho cuando le expliques lo que sucedió contigo...sé que tal vez no me tengas confianza, pero si algo malo te pasó quiero saberlo para poder ayudarte.
Mi corazón se altera cuando menciona a mi madre. Yo, definitivamente no puedo contarle nada de esto o se preocupará.
Toma una de mis manos entre las suyas y me mira con cariño.
Siento como las lágrimas pican mis ojos y tengo que apartar la vista.
-- Estoy bien, no me pasó nada malo...es solo que estaba molesta en la mañana y salí corriendo sin darme cuenta de que estaba prácticamente en pijama. No conozco las calles aún, así que me perdí...
