Un calor sofocante
otro esclavo insignificante
para saciar a satanás
y a veces no es suficiente
nos llena de odio y castigo
Pues, ¡no podemos quejarnos!
porque claramente
esto es lo que elegimos.
Un calor sofocante
otro esclavo insignificante
para saciar a satanás
y a veces no es suficiente
nos llena de odio y castigo
Pues, ¡no podemos quejarnos!
porque claramente
esto es lo que elegimos.