Capítulo #54 - Estoy bien

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Cuando Wilmer llegó a la casa, Demi estaba sentada en la sala cruzada de brazos. Podía notar en su rostro lo enojada que estaba.

Wilmer: (acercándose) Hola mi amor.

Intentó darle un beso en los labios, pero ella le volteó la cara.

Wilmer: ¿Qué pasa?

Demi: (molesta) ¿Qué pasa? Pasa, que te fuiste sin mí. Me dejaste, Wilmer.

Wilmer: Ay mi amor, ¿estás molesta por eso?

Demi: Sí, estoy muy....muy molesta.

Wilmer: Mmm ¿Y qué puedo hacer para quitarte el enojo?

Demi: (levantándose) Nada.

Wilmer: (abrazándola por la cintura y dándole besitos en la mejilla) Mi vida, no te pongas así... (dándole besos en el cuello) Estabas dormida y no quise despertarte.

Demi: Ni creas que llenándome de besos harás que se me quite el enojo.

Wilmer: (pensando en voz alta y hablando muy rápido) Que irónica es la vida, mientras a unos nos queda poco tiempo de vida, otros lo desperdician discutiendo por tonterías.

En ese momento Demi olvidó su enojo, tragó grueso y sintió como si la hubiesen cortado a la mitad, quitándole la respiración.

Demi: (buscando aire) ¿Qué? ¿Qué dijiste?

Wilmer: (haciéndose el loco) ¿Qué dije?

Demi: (respirando con dificultad) Re...Repite lo que dijiste.

Wilmer: Ay mi amor, ahora ni me acuerdo lo que dije. Creo que pensé en voz alta.

Demi: (sus manos temblaban y las palabras casi no le salían) Deja de bromear... dijiste que te queda poco tiempo de vida... ¿Es cierto?

Wilmer: Por Dios Demi... estás escuchando mal... jamás dije eso. Dije que hay personas que les queda poco tiempo de vida y tú andas discutiendo por tonterías.

Demi: Eso no tiene sentido... dijiste "nos" te incluiste al decirlo... Wilmer... (su rostro estaba empalideciendo)

Wilmer: (preocupado) Mi amor... (agarrándola por la cintura) Ven, vamos a sentarnos (caminando con ella hasta el sofá)

Demi: No me has contestado... Dime, ¿qué te dijo el médico?

Wilmer: Estoy bien mi amor. (en tono de broma) Si te creías que me iba a morir, estás muy equivocada, tendrás que aguantarme por muuuucho tiempo.

Demi: (comenzando a llorar) Mírame a los ojos y dímelo... Dime que estás bien.

Wilmer: (con la mirada fija en su cuello) Estoy bien, Demi.

Demi: (gritando) MÍRAMEEEE CARAJO (llorando con más intensidad) ¿POR QUÉ NO PUEDES MIRARME A LOS OJOS?

Wilmer: No es para tanto Demi, deja de gritar, mira cómo estás... te va a hacer daño.

Demi: (gritándole más fuerte entre lágrimas) GRITO TODO LO QUE ME DE LA GANA.... ME ESTÁS MINTIENDO, LO SÉ...

Wilmer: (enojándose) Ya Basta, me tienes harto... deja de gritar y de buscar fantasmas donde no los hay. ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres que te diga lo que quieres escuchar? ¿Qué es lo que quieres escuchar? ¿Qué me voy a morir? ¿Eso es lo que quieres escuchar? Pues sí, me voy a morir... todos tenemos que morirnos alguna vez en la vida, no somos inmortales. ¿Feliz?

A él le dolieron más esas palabras al decirlas que a ella que fue quien las escuchó. Wilmer trató de evadir el tema haciéndose el enojado para no decirle una verdad que terminaría destrozándola más.

Se fue de allí sin decir más, salió de la casa, caminó hasta la orilla del lago que estaba cerca de la casa y allí se sentó. Tiraba pequeñas piedras al agua mientras observaba las ondas que se iban formando cuando caían. Las lágrimas corrían por sus mejillas y no dejaba de pensar en lo que pasaría con Demi y sus hijos cuando él no estuviera.

Cuando se tranquilizó, Demi salió a buscarlo. Lo vio a lo lejos y caminó hasta él.

Demi: (sentándose a su lado) Es muy tranquilo aquí.

Wilmer: (secándose las lágrimas) Sí, se respira paz.

Demi: ¿Estuviste llorando?

Wilmer: Sí... me sentí muy mal por las cosas que te dije.

Demi: Eso no importa. No debí desesperarme y gritarte.

Wilmer: No... sí importa. (mirándola y tomándole el rostro) Tu eres... (las lágrimas volvían a llenar sus ojos) Tu eres lo que más amo en esta vida, tú y mis hijos. No puedo tratarte así cada vez que me entre el mal genio, no lo mereces. Tu mereces que te traten como a una reina.

Demi: (secándole las lágrimas) No llores mi amor, yo fui la primera en gritarte y entiendo que mis gritos te desesperaron.

Wilmer: Sí, un poco.

Demi: Lo siento, pero es que el solo pensar que algo malo te pasa me llena de angustia.

Wilmer: Te puedo asegurar que todo está bien.

Demi: ¿Seguro?

Wilmer: Si no me crees, puedo programar una cita con el médico que me atendió para que él mismo te lo explique.

Demi: No, no es necesario... yo te creo.

Wilmer se movió de lugar para sentarse justo detrás de ella, quedando Demi entre sus piernas. Ella echó su cabeza hacia atrás, recostándola en el hombro de él mientras él rodeaba su cintura con los brazos y le daba besos en el cuello.

Wilmer: (susurrándole al oído) Mi amor... siempre fuiste y serás mi único y verdadero amor.

Demi: Andas un poco sentimental hoy...

Wilmer: ¿No te gusta?

Demi: Claro que sí.

Wilmer: Mmm (dándole besos) entonces disfruta y déjate consentir.

Demi: Podría quedarme aquí, así, contigo toda la tarde.

Wilmer: ¿Eso quieres?

Demi: Pues sí, pero...

Wilmer: Si eso es lo que quieres... aquí nos quedamos, así, abrazados viendo el atardecer.

Demi: (extrañada) ¿Amor?

Wilmer: ¿Hmm?

Demi: ¿Seguro que estás bien?

Wilmer: ¿A qué se debe la pregunta?

Demi: Hace mucho tiempo que no te ponías tan romántico.

Wilmer: Lo único que quiero es estar contigo y hacerte feliz, verte sonreír.

Demi: Wilmer...

Wilmer: Hmmm

Demi: Te amo.

Wilmer: (sonriendo) ¿Sí? ¿Me amas mucho?

Demi: Demasiado.

Wilmer: Nunca es demasiado... Yo te amo aún más. (dándole un beso en el cuello)

Demi se separó y se volteó un poco para darle un tierno y romántico beso. Él abrió su boca para recibirla y con su lengua comenzar a explorar su boca. Le colocó una mano en la espalda y poco a poco la fue acostando sobre el césped sin dejar de besarla. 

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Nota de la autora: 

Antes de seguir escribiendo necesito organizar mis ideas. Tengo tres opciones para Wilmer y todavía no he decidido cuál escoger, así que tengan paciencia en lo que me organizo. Gracias por leerme!!! 

Xoxo


Un amor para toda la vida 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora