Capítulo #55 - Sólo es un resfriado

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Demi se separó y se volteó un poco para darle un tierno y romántico beso. Él abrió su boca para recibirla y con su lengua comenzar a explorar su boca. Le colocó una mano en la espalda y poco a poco la fue acostando sobre el césped sin dejar de besarla.

El beso continuó hasta que ambos necesitaron tomar aire.

Demi: (rodeando su cuello con los brazos) Mi amor...

Wilmer: (sonriéndole) Hermosa

Demi: (mirándolo pícaramente) ¿Nos vamos a la casa?

Wilmer: ¿A la casa, o a nuestra habitación?

Demi: (sonriéndole) Tu sabes a lo que me refiero.

Wilmer: Mmm (dándole un piquito) ¿Estás segura?

Demi: Sí... y si no te apuras, corres el riesgo de que me arrepienta.

Wilmer: En ese caso, nos vamos corriendo. (rieron) 

Se levantó y la ayudó a levantarse para caminar juntos hasta la casa. Una vez subieron las escaleras, él la agarró por la cintura y comenzó a besarla mientras la dirigía hasta la habitación.

Una vez en la habitación, cerraron la puerta con llave y continuaron su jornada. Wilmer le desamarró el vestido desde el cuello e inmediatamente ella lo agarró desde abajo y se lo quitó, quedando solo en ropa interior.

Wilmer: (sonriendo) Mucho mejor.

Ella se sentó sobre el buró y él se acercó, colocándose entre sus piernas. Ella le quitó la camisa y dirigió su mano hasta su torso descubierto mientras depositaba besos en su piel. Él elevó la cabeza, fijando su mirada en el techo mientras ella le besaba el cuello.

De repente Wilmer comenzó a quitarle el sostén de manera desesperada mientras iba succionando su cuello hasta llegar al área de sus pechos. Rápidamente, ella le rodeo la cintura con sus piernas y comenzó desabrocharle el cinturón y el pantalón.

Wilmer: (Con el corazón acelerado) Quiero sentirte, quiero hacerte mía.

Demi: Soy tuya (susurró entré jadeos)

Wilmer la tomó por el trasero, la llevó hasta la cama y la acostó poco a poco en el colchón. Ella se relajó mientras él iba trazando una línea de besos desde su cuello hasta su vientre. Demi arqueó su cuerpo recibiendo cada caricia y se dejó amar una y otra vez hasta que ambos quedaron exhaustos.

El sueño y el cansancio se estaban apoderando de Demi.

Wilmer: (acariciándole el rostro) Cierra los ojitos mi amor. Descansa un poco antes de que llegue la hora de la cena.

Demi: ¿Te quedas conmigo?

Wilmer: Claro mi reina. (dándole un beso en la frente y abrazándola)

Así abrazados durmieron una siesta.

***

Ya habían pasado varias horas y Demi seguía dormida. Wilmer la miraba con ternura mientras sonreía. Colocó una mano en su vientre y comenzó a hablarle a su hijo...

Wilmer: (muy bajito) Hola campeón... ¿cómo estás? ¿Sabes quién soy, verdad? Soy tu papá.

El bebé estaba muy tranquilo y cuando Wilmer mencionó la palabra "papá" comenzó a moverse como si supiera de lo que le estaba hablando y él no pudo evitar sonreír.

Un amor para toda la vida 2.0Where stories live. Discover now