CAPÍTULO IX Fin de la comunicación

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¡Rayos! Ahora sé que se siente, cuando me voy así ¡olvidé preguntarle eso...!

John frustrado por el hecho de no poder hablar más con ella, decide ir a dormir─ aún es muy temprano 7:00pm─. Siente un vacío en su interior el cual le roba el sueño, haciéndolo rodar y dar vueltas en su cama, su cuarto es infestado por un olor a colonia de rosas, se cansa de luchar para dormir ─8:00pm─. Se sienta en su cama y un dolor toma su pecho, y sólo logra imaginar la foto de kitamura que tiene de portada ─Lagrimas espesas corren por sus mejillas─. No entiende porque sucede esto, pero decide salir a caminar.

Se coloca sus zapatos, un abrigo y salé a la calle muy distraído ─en el cielo no hay ninguna estrella─. Echa sus manos a sus bolsillos, y camina mirando al suelo. Ve pasar al mudo, quien lo ve y se echa para atrás cubriendo su rostro.

Él lo mira sonríe y sigue su camino ignorándole. Siente un fuerte martillo que golpea su corazón y una tormenta en su estómago con rayos y truenos. Al cruzar la carretera escucha el rechinar de unos cauchos, y una cálida luz que abarca su rostro y escandíla sus ojos ─un auto que por poco lo arroya─. Él de inmediato saltó ─aun cuando el auto ya estaba detenido─. Su teléfono saltó de su bolsillo, el auto arrancó y lo rompió en mil pedazos.

Mira su teléfono mientras cae de rodillas, llorando y enfurecido, siente que la mitad de su vida fue arroyada. Al alzar su mirada, nota que el mudo lo está mirando a lo lejos. Él corre y toma al mudo en sus hombros y lo lleva a un callejón oscuro y sin salida. Lo lanza en el suelo y le insulta mientras le entra a patadas, gritando con mucha furia y con sus ojos lagrime antes.

Patada tras patada le hace sangrar por su boca, y quita todo el aire de su estómago, silenciosamente intenta tomar aire por su boca, mientras se mueve de lado a lado en el suelo por el dolor, mientras el no descansa de darle patadas, el chico queda inconsciente. Y John corre dejándolo tirado en el suelo, toma un pedazo de papel y escribe "suicídate", lo mete en uno de los bolsillos de su pantalón y se va corriendo a su casa.

Se lanza en su cama y llora mordiendo su almohada, luego la abraza imaginando que está es su amiga Kitamura. Se preguntarán ¿Por qué su actitud?

Romper su rutina, le hace alterarse. Perder su teléfono, le hace perder el control, pensando que nuca volverá a hablar con kitamura. En su mente resuena la canción, mientras se lamenta por extrañar tanto a su amiga, también no sabe todas las razones por la que se siente así, quizás sea que su respuesta debió haber sido "SÍ."

Su dolor es como si él hubiese recibido todas aquellas patadas que dio.

UN ENCUENTRO TELEFÓNICOWhere stories live. Discover now