1

4.1K 336 23
                                    

Jinyoung sintió un calor en todo el cuerpo. Como si hubiera sido dejado cerca de un horno ardiendo y eso estaba poniendo su piel insoportablemente caliente.

Gimió y trato de apartarse, pero esta sensación de calor estaba por todo su cuerpo y a su alrededor. No se podía mover, algo lo estaba restringiendo. 

Al principio todo estaba oscuro, pero luego de segundos ya no lo fue tanto.

Jinyoung se las arreglo para abrir los ojos solo un poco, lo justo para recordarse a si mismo el momento en que se había desmayado.

Un hombre estaba por encima de él. Unos brazos fuertes lo sostenían con seguridad contra su pecho perfectamente formado, en uno de sus antebrazos, Jinyoung pudo ver el numero siete tatuado en esa bronceada piel.

El chico era magnifico, una fuerte mandíbula delineaba su rostro perfecto, tenia el cabello negro, oscuro y corto.

Los ojos de Jinyoung continuaban cerrándose, seguía hundiéndose, quería dormir, no quería seguir despierto a pesar de que la única cosa que quería ver era ese hermoso rostro.   No tenia idea de quien era ese hombre, o porque miraba a Jinyoung con unos ojos tan fríos. 

De cualquier manera Jinyoung se sentía seguro y quiso acurrucarse con él para descasar; así que eso fue lo que hizo. 

No se le ocurrió que podría estar en problemas hasta la siguiente vez que se despertó. 

Su cuerpo aun estaba débil, y no necesitaba que le tomaran la temperatura para saber que todavía estaba enfermo. Sentía su temperatura alta, y probablemente habia estado sudando. Se sentía húmedo, pero no tenia puestas sus ropas. Vestía una camiseta oscura y unos shorts tipo cargo. Estos no le pertenecían, y tampoco tenia idea de quien era la cama. 

La cama era impresionante. 

Tenia que ser por lo menos tres veces mas grande que la pequeña cama en su casa.

Quizás era aun mas grande que eso.  Con certeza era bastante cómoda, pero en algún momento Jinyoung había pateado las mantas de sus piernas. Rodó para bajarse de la cama, pero sus pies no pudieron soportar su peso. Se derrumbo cayendo de rodillas. 

Era bueno que la alfombra fuera suave, pero Jinyoung necesito un momento antes de ser capaz de volver a ponerse de pie.

Se estabilizo apoyándose en la mesita de noche. La cosa esa se veía como caoba pulida. Todo el cuarto apestaba a riqueza, pero no había muchos objetos personales a la vista.

Por lo que a él concernía, Jinyoung podía estar en una habitación de hotel esperando a ser cortado en miles de pedazos por algún psicópata que lo hubiera traído ahí. 

Pero el hombre... Jinyoung lo había visto antes. Tenia un rostro tan angelical, si es que el rostro en cuestión pertenecía a un ángel vengador, supuso. De todas formas, no podía imaginar que un tipo que se veía así, y que hacia que Jinyoung quisiera acurrucarse contra ese pecho perfecto y poderoso, fuera un peligro.

Su polla de hecho se sacudió de solo pensar en esos ojos negros...

Pero las miradas podían ser engañosas. 

Algunos de los peores monstruos en la historia de la humanidad habían sido bien parecidos, se veían como verdaderos ángeles. 

Jinyoung trato de recordar donde había visto antes esos ojos, donde había visto ese pelo oscuro. 

Entonces le vino un recuerdo súbito, y estuvo casi seguro de que lo sabia. 

Del hospital. 

ORDENAME ALFA [BNIOR]Место, где живут истории. Откройте их для себя