Donde Kim Taehyung está enamorado de su mejor amigo Min YoonGi, así que decide empezar a dejarle notas anónimas demostrando sus sentimientos.
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"Te vi en él almuerzo muy apegado a Jungkook. No mentiré, me he puesto tan celoso que creí que explotar...
Después de conversar con Taehyung sobre las cartas él no había parado de llamarle "minino", esa pequeña palabra le hacía recordar a el apodo de "Gatito" en las notas.
Sin embargo, no le enojaba y eso era raro, ya que en su lugar le agradaba, le agradaba demasiado para su gustó.
Las cartas tampoco habían parado, cada día recibía una, ya era una costumbre para él, incluso a veces esas mismas cartas eran las encargadas de alegrar su día, junto la presencia de Taehyung, claro está.
Ese pequeño castaño había estado muy cariñoso con él últimamente, cosa que también le gustaba, tener ahí su presencia, preocupándose por él siempre, era lindo tener esa atención.
La campana de din de clases lo saco de sus pensamientos, guardo sus cosas y camino hasta la salida, donde se encontró a el moreno esperándolo en la puerta, puntual como siempre.
Pero no estaba solo, venía acompañado de Hoseok y con él su novio Jungkook, quiénes como siempre estaban de cariñosos dándose amor, que alguien traiga insulina para el pobre YoonGi, él odiaba las completamente innecesarias muestras de cariño en público.
Un pensamiento de él y Taehyung abrazados, juntitos, siendo cariñosos, interrumpió entre sus pensamientos, una hermosa imagen digna de apreciar, tal vez no estaría mal tener algo así.
Sacudió su cabeza, ¿Qué mierda estaba pensando? Taehyung es solo su mejor amigo, nunca se fijaría en alguien como él.
Seguramente Tae esperaba a una linda mujer, con un bonito cuerpo, agradable, que lo atendiera y le diera el cariño que merecía, esa simple idea hizo su pecho contraerse y doler.
Él no era ni sería por cerca nada de esas cosas, y eso le dolía, quería más que una simple amistad con el castaño.
Espera, ¿Más que una amistad?, ¿Te gustan los hombres, YoonGi? – Su misma conciencia empezó a llenarlo de preguntas, pero él no podía encontrarle respuesta a ninguna.
Sintió unos brazos pasearse por su cintura, y la carita del castaño se asomó por encima de su hombro, lo había abrazado por la espalda, y ese solo movimiento había llenado por completo su corazón de un sentimiento cálido.
Tenía muchas cosas en que pensar cuando estuviera en casa, pero definitivamente quería más encuentros así con Tae.
— ¿Qué te parece si sales a una cita conmigo el viernes, minino? —
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ᴱᵈⁱᵗᵃᵈᵒ ᵎ┊͙◟̆◞̆
Gracias por darle una oportunidad a mi historia, espero que te esté gustando.
