Beautiful Fantasy [Yuta]

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El joven atractivo y totalmente caliente que bajaba del deportivo no podía ser realmente su ex novio. Tuvo que parpadear cientos de veces para darse cuenta que no estaba soñando como hacia ya, bastante tiempo atrás.

No era el lujo, su ropa cara, su automóvil. Era él.
Se miraba intacto. Como si el pasado lo hubiese ayudado a madurar en vez de dejarlo destrozado. Eso le podía. Aún más el pensamiento de que quizá, la dejó de amar en cuanto se marchó.

Agradeció en cuanto Nakamoto abrió la puerta para ella.
Adentrándose, sus fosas nasales fueron invadidas por la colonia varonil de su acompañante.

─Buenos días

─Buenos días para ti también   ─respondió con pocas ganas. Volvió a encender el auto─.  ponte el cinturón por favor

─Oh, si  ─y lo hizo. Dándose cuenta de que justo al sacar dicho cinturón había un pañuelo blanco─.  ¿y ésto?

─Estoy pidiendo la paz. No deseo que nuestro reencuentro sea tedioso. ¿Puedes al menos hacer eso por mi?

La mirada que le dio era tan sincera que sólo pudo asentir mientras le miraba elevar levemente las comisuras de su linda boca.

─Has cambiado mucho Yuta ..

─No es cambio, es madurar, tal y como dijiste una vez. Para mí el pasado se quedó ahí, estancado y más que eso, enterrado. Nunca más habrá un nosotros y eso está perfecto

─¿Por qué lo dices tan seguro?

─Porque un error no se comete dos veces

─¿He sido un error para ti?

─Si   ─sonrío tan radiante que sintió un golpe en su corazón. Esas palabras eran peor que si le hubiesen mandado a la mierda─.  de cualquier manera, por favor ayúdame a que seamos buenos compañeros de trabajo

Y eso era lo mejor.
Por más que lo repasó, no encontró otra opción.
Era hacer las pases como tal lo ha hecho, o seguir con indirectas absurdas. Eso sería peor. Porqué dentro de él, aún existían esos estúpidos latidos que se aceleraban cada que recordaba la imagen de su regreso.

─Seamos entonces eso, Nakamoto

─Perfecto, señorita Han

Durante el viaje a la firma, resultó un poco incómodo para Erin escuchar las voces de unas cuantas mujerzuelas que suplicaban la presencia de Yuta hoy por la noche mediante el altavoz de su auto.
¿Qué hacía que las volvía tan locas y descaradas? ¡Incluso una había mencionado dedasos salvajes!. Era tan bochornoso que se limitó a mirar hacia afuera de la ventanilla.

Tan temprano y el clima no era muy bueno. Probablemente más tarde llovería.

Un texto llegó a su móvil.
Uno que hizo su piel helarse.
Eso le distrajo varios segundos.

"Mi abogado ya está en Seúl, se dirige a tu despacho. Llegaré mañana, aunque sabes que de nada servirá. Puedo demandarte también"

Recordar como salió de su antigua casa hace dos meses era horrible. Estuvo incluso refugiada con una de sus amigas en lo que podía contactar a su familia. Ya que sus padres habían salido de viaje como era costumbre.  Fue cuando al menos pudo saber de su tío y éste la acogió sin rechistar.
Deseaba ser reservada en cuanto a sus asuntos personales. Pero, el temor de que aquel idiota llegase de nuevo para aterrorizarla era demasiado.

─Llegamos ..  

Asintió ante eso y no espero siquiera a que Yuta le ayudase. Salió de modo apresurado.
Subió a la oficina del líder Park esperando que estuviese. Se tranquilizó poco al verlo sentado leyendo unos documentos.

─Tío, él estará aquí mañana ..

Se prometió no tener miedo, pero era imposible. La vida le dolía, y su tío lo sabía. Abrazó el cuerpo de su pequeña sobrina tratando de calmar sus nervios.
Al tiempo, Yuta entraba.
Le miraba tan frágil envuelta en brazos de su jefe, que una ola de melancolía atravesó su corazón.
No le gustó para nada ese gesto de preocupación enmarcado en su cara.
¿Que carajos había ocurrido en menos de cinco minutos?

─Ve a tu oficina, trata de calmarte y en un momento estaré ahí. Debo arreglar unas cosas

Erin salió dejando la angustia instalada en ambos hombres que le veían cerrar la puerta tras ella.

─Sé que no me interesa, pero

─Eres el mejor abogado que tengo aquí, de hecho estas en el ranking de los cinco mejores en toda Corea, necesito tu ayuda

─¿Es sobre Erin? 

─Tomemos asiento   ─pidió y de inmediato su orden fue obedecida─.  primeramente quiero hacerte saber que estoy al tanto de tu antigua relación con mi sobrina. Dudo mucho que ahora mismo sigas teniendo algún sentimiento que no sea aprecio por ella, pero aún así, puede que no te agrade lo que te contaré

Pensar que de verdad no había sentimiento alguno, no era un error. Era una tremenda estupidez.
Quizá se había resignado a no volver a estar juntos, pero la quería demasiado.

─Sólo dígalo

─Como te lo dije el primer día; Erin estuvo casada. Sin embargo, está en un duro proceso de divorcio. ¿Por qué?.  Porqué el muy hijo de puta tras golpearla salvajemente le hizo perder a su bebé de tres meses de gestación

La información fue procesada de manera cruda. Le dio cólera inmediata y la furia le hizo levantarse más pronto de lo que se sentó.

Lo mataría.
En cuanto ese bastardo estuviese frente a él, dejaría de existir.

─Donde está, ¡donde está ese hijo de perra! ─gritó con tanta fuerza que las venas de su cuello se alteraron drásticamente.

─Sé todo lo que sientes porqué en su momento también quise salir a buscarlo, pero hey  ─pidió nuevamente que se sentará─.  hagamos las cosas bien para que el pague por todo lo que hizo, ¿ok?

La chica que tanto adoraba había sido brutalmente lastimada.
Sé sintio culpable, jamás debió haberla dejado ir tan fácil. Pero tal y como dijo su jefe; aquel malparido, las pagaría.