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Perderla de nuevo, sería devastador.
Pero ahora mismo, no sabía que hacer.
A pesar de la dirección que le proporcionó Chittaphon, no pudo encontrarlos ahí.
Desde hace dos días no paraba de salir a la calle y preguntar a todos los hoteles de la ciudad sobre su paradero. Sin claro, encontrar nada.

La desesperación le carcomía el alma. No debía imaginar cosas negativas, sin embargo, no lo podía evitar.
Taeyong era peligroso, ya la había lastimado una vez, y quizá después de ver las fotos, se hizo mil ideas equivocadas, si era eso, entonces en su podrida cabeza tenía muchos motivos para dañarla.

Aventó al piso un jarrón por la frustración de pensarla con algún golpe.
En el mismo instante, recibía una llamada de quién menos deseaba.

—No tengo ánimos de hablarte, Yerin

—¿De verdad? Porque estaba dispuesta a decirte donde está tu pequeña zorra ..

—¿Pretendes que te crea? Ni Ten lo sabe

—Él no, pero yo si. En realidad no me es tan complicado decírtelo

—¿Que es lo que quieres?

—A ti. Lo único que he deseado desde hace mucho tiempo es estar contigo

—Dime, ¿tienes tan poca dignidad como para rogarme de ésta manera que esté contigo?

—¿Y tu tienes tan pocos huevos como para dejar que otro cabrón golpee a tu amor solo por no querer estar conmigo? Te la estoy poniendo fácil, Yuta. Te digo dónde está ella, siempre y cuando aceptes estar conmigo cuando lo deseé

—¿Dónde estás?

—Camino a mi apartamento

—Te veo en cinco minutos

—Perfecto

Nakamoto tenía muchas cosas en claro.
No existía nada en la tierra que no haría por Erin.
Acostarse con otra mujer que no fuese ella, no era un problema. Lo venía haciendo desde hace cinco años.
La cuestión era que esa persona en especial, le asqueaba. Song Yerin se había convertido en una mujer desagradable ante su visión. A pesar de eso, haría lo prometido.

Se puso en marcha y como bien dijo, en poco tiempo ya se encotraba ahí.
Un mensaje llegó justo cuando escuchaba los tacones de esa mujer aproximarse.

"Sé dónde está. Ven a verme, estoy en la cafetería Sun & Moon".

Leer eso de parte de su excelente rival era aún mejor que tener que acostarse con quién justo ahora ya le sonreía de manera arrogante y presumida.

—¿Entramos? —propuso la rubia sacando sus llaves.

—Creo que mejor entras tú, yo me largo de acá  —dio escasos dos pasos cuando fue detenido y jalado de uno de sus brazos.

—¡Hey!

—No falta mucho para tu cumpleaños, ¿me equivoco?

—¿L-lo recuerdas?

—Alguna vez consideré salir contigo, de manera correcta tal vez. Me parecías una muy linda persona, creo que te malinterprete mal

—Si para algo me querías era para solo acostarte conmigo. No mientas

—¿No es lo que ahora mismo deseas?

—Para ti, todas las mujeres alrededor no valen nada, solo juegas con ellas —afirmó con coraje en sus palabras—. te crees dios ..

—No me creo, lo soy. Si las uso, o no, no debería ser tu asunto. Siempre he sido claro, e incluso contigo. En mi corazón solo tengo a una sola mujer, nada ni nadie la podrá sacar nunca, ¿entiendes? —se soltó de la mano que era sujetado—. y sobre tu regalo, tal vez mande una foto mía para que tengas suficiente motivación por las noches

Comenzó a caminar escuchando por detrás al menos diez diferentes maneras de como mandar a alguien a la mierda.
Pero eso ahora no tenía relevancia.
Volvió a su auto y condució hasta la dirección proporcionada.

Ten podría pedirle mil cosas, ninguna de ellas sería el sexo de por medio, así que cualquiera que fuese su petición, cedería.

Llegó al lugar, de lejos le miró tomando ya un capuchino. Fue directamente a sentarse frente a él.

—Habla, no tengo tiempo de verte sorber tu bebida

—Espero que sepas que no te diré nada sin obtener nada a cambio

—Solo dilo

—Quiero que dejes la firma, que renuncies a ser abogado, eso incluye tu nuevo ascenso de fiscal

Tirar a la basura tanto esfuerzo, era un golpe bajo.
Pero no tanto como renunciar a ella.

Chittaphon imaginaba que al menos eso afectaría a Nakamoto, por lo contrario lo vio asentir de manera tranquila.

—Mañana mismo tendrás mi renuncia a toda mi carrera profesional

—¿Puedo preguntar porque diablos estás tan tranquilo? ¡Es toda tu vida la que te estoy pidiendo que mandes al carajo!

—Estudiar derecho nunca me fue complicado. No tuve que esforzarme de más para ello, simplemente se me dio muy bien. Sin embargo, a lo que tu llamas "mi vida entera" yo lo defino con un solo nombre. Han Erin.
Esa mujer que todos ustedes piensan ordinaria o sin nada en especial. Lo es todo para mi, no tienes una idea de cuánto la amo. Esperé por ella, todo aquí sigue intacto, pero seguir definiendo mis sentimientos, es una pérdida. Ya que no sabes de qué hablo

—Cierto, no sé a que te refieres, ni quisiera entenderlo. Ya que me has dado tu palabra de hacer lo que pedí, te llevaré hasta donde está ella

—¿Por qué me ayudarías? Se supone Taeyong es tu cliente

—Lo era, además ha hecho las equivocadas. En ningún momento le pedí que secuestrara a una persona. No quiero problemas, así que, con nosotros va la policía

—Es demasiado riesgoso para ella si se ve amenazado

—Necesitamos ayuda, no seas imbécil

—Solo dame la dirección. Iré primero. Si no te llamo en media hora, ve

—¿Acaso te sientes el capitán america?.  Porque déjame decirte que te faltan como tres kilos de músculo en cada brazo para eso

—Haz lo que te digo, dime de una buena vez donde está

—En casa de los padres de Erin

—¿Qué?

—Ellos le pidieron a Taeyong que la llevará. Supongo que la están obligando a regresarse con él

—Carajo

—¿Entonces, seguro que no necesitas mi ayuda?

Podía bien con una escoria como su ex marido, pero a sus padres no podía simplemente dañarlos. Como fuese, era su familia.

—Creo que es hora de que me demuestres que tan buen abogado eres, Ten Chittaphon

Beautiful Fantasy  [Yuta] Where stories live. Discover now