5.1

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Gabriel escuchó la puerta debajo de la escalera cerrarse de golpe antes de que pudiera incluso moverse.

—Renato,— murmuró, la sola palabra desgarraba su garganta. Nunca podría alcanzarlo, y sabía que el otro hombre no lo escucharía, incluso aunque lo oyese. Se hundió de vuelta en la cama. ¿Cómo se había equivocado tanto? ¿Había logrado cagar todo tan rápido sin siquiera entender lo que había pasado?

Sabía que siempre existía la posibilidad de que el vampiro dijera no a su pedido. Pero nunca, ni en un milenio, esperó esa fría y violenta reacción. Y ciertamente no después de lo que había sucedido entre ellos.

Durante su intimidad en la ducha había habido momentos en los que Gabriel pudo finalmente experimentar las emociones totales de Renato y había comenzado a captar sus pensamientos reales. Sintió surgir su lujuria, pero también su ternura, protección, y también la sorpresa de estar experimentando todos esos suaves pero poderosos sentimientos.

Sin embargo, en el momento en que le pidió que lo convirtiera, el vampiro levantó la pared de nuevo, una gruesa e impenetrable como cuando despertó por primera vez y lo encontró al lado de su cama. Algo había en su petición que claramente había cruzado un límite de algún tipo para Renato, lo suficiente para que se cerrara a él, y lo pateara fuera, con un tono helado que congeló el corazón de Gabriel.

Un profundo dolor lo atravesó cuando todos los recuerdos de lo que había hecho con el vampiro lo inundaron, gimiendo y cerrando los ojos. Estaba impactado no sólo por su respuesta al toque de Renato, a lo natural que se sentía y cómo amaba estar cerca de él, sino también a sus propias e intensas emociones. Nunca había experimentado nada como eso antes. Conocía al vampiro desde hace poco tiempo, sin embargo sentía como si siempre lo hubiera conocido, como si algo profundo en él reconociera a Renato desde el principio.

Unas húmedas y calientes lágrimas se deslizaban por sus mejillas y se las limpió con el dorso de su mano, avergonzado. No por entregarse a un definitivo placer con otro hombre, o incluso al toque de un vampiro, sino porque lo rápido que había logrado arruinar todo.

La historia de su vida. Toda su vida. Justo cuando empezaba a sentirse cerca de alguien, algo causaba que la otra persona huyera como el infierno. Su padre. Una serie de niños y maestros durante años. Otros estudiantes de la universidad. Tan pronto como se daban cuenta de lo que era capaz de hacer, la maldición de sus habilidades siempre los asustaba y se alejan. Incluso cuando él trataba bien de esconderlas, algo siempre lograba salir. Él reconocía algo de lo que pensaban o sentían y entonces su secreto salía a la luz. A la gente le asustaba que supiera cosas íntimas que ellos no querían que supiera.

Por un corto tiempo se atrevió a pensar que podía ser diferente con Renato. El vampiro le había preguntado con una curiosidad casual si era telépata y ni siquiera se sobresaltó cuando le dijo que lo era. Le contó la total, pobre y patética historia de su vida, por el amor de los dioses, y él lo había escuchado sin censurarlo. Pero aunque eso no hizo una diferencia en ese entonces, ¿por qué había huido Renato? Algo obviamente lo había causado. ¿Estaba acabado? Incluso si lograra escapar del control de su padre de una vez por todas, y los dioses sabían que no le gustaba lo que estaba sucediendo ahora, ¿podría pasar el resto de sus días aislado y solo?

«Si. Siempre has estado así» No siempre. No cuando su madre vivía. Pero eso había sido hace tanto tiempo que él apenas y recordaba cómo era ella. Todos sus recuerdos eran vagos y confusos. Entonces ¿por qué el dolor en su estómago ahora que nada tenía que ver con la herida de arma de fuego? Sentía como si lo desgarraran desde dentro.

«Porque, hasta Renato, nadie te había tocado antes con genuino placer y cariño» Nadie en su vida desde que su madre había muerto le había mostrado esa real intimidad, no sólo en lo sexual, también en lo emocional. Hasta Renato. A nadie en su vida desde que él tenía diez años le había importado una mierda si vivía o moría. Hasta Renato.

Llegar al alma. [Quallicchio]Where stories live. Discover now