Mi Brújula - Bruce Y Selina (Batcat)

Capítulo 6 (Parte 2)

¿Era una pequeña fiesta o una reunión privada?. 

Los chicos que aventaron botellas y destruyeron el vidrio del automóvil, se encontraban en una piscina junto a dos chicas. Tenían un ambiente agradable y divertido, con música baja, buena iluminación y mucho alcohol. 

Ellos estaban ajenos a su presencia cuando entraron. Selina tenía pensado acercarse a ellos y golpearlos en la cabeza para obtener su atención, cuando vislumbra la ropa de todos a un par de pasos.

Una vez que los veía no sabía que  hacer, darles una paliza se miraba demasiado fácil. Así que sin tener una idea clara en su mente, carraspeo para obtener su atención, no queriendo verlos desnudos si se acercaba un paso más.

El rubio se estaba besando con una chica, mientras los otros dos se turnan con la otra. Al escuchar una voz extra, voltearon rápidamente a dónde Bruce y ella se encontraban, claramente sorprendidos al verlos ahí. 

—¡Pero qué demonios Evan!—gritó el rubio al más delgado de sus amigos—Se suponía que ibas a cerrar la puerta. 

—Cerré la puerta una vez que entramos Damián—le respondió igualmente molesto. 

—¿Pero que carajos hacen ustedes aquí?—Damián se volvió a ellos enojado al ver como habían invadido su privacidad. 

—Cálmate Damián. Seguramente viene a enseñarnos lo que hay debajo del vestido—dijo otro mientras todos comenzaban de nuevo a reír.

—De hecho, venimos a cobrar los daños ocasionados minutos atrás, después de que su idiotez dañará el automóvil—señaló Selina a cada uno de ellos molesta. 

—Si levantas el vestido y te unes a nosotros. Puede que lance unos dólares de nuevo a tus pies—volvió a decir Damián acercándose al borde. 

—Si. Eso no pasará—respondió yendo a una mesa y sirviendo alcohol en dos vasos. 

Podía sentir la miradas de todos seguir sus pasos, hasta regresar de nuevo a un lado de Bruce con bebidas en cada mano. Ella ofreció una bebida, tratando de descubrir si había un plan detrás.

—Chicos, que tal si se ponen los pantalones y hablamos sobre lo que nos deben—bebió de un trago su bebida y se dirigió a ellos con voz amable—Creo que es justo que se hagan responsables de sus actos de vandalismo.

—Porque mejor no dan media vuelta antes de que resulte muy tarde para ustedes—Evan llegó a un lado de Damián con cara molesta.

No llegarían a ningún lado, lo supo tan pronto como abrieron esos idiotas las bocas. Eran chicos ricos que siempre se salían con la suya y aunque Selina intentara arreglar lo mejor posible la situación, no obtendría nada más que disgusto por parte de ellos.

Una cosa que amaba de sí misma era poder captar los detalles rápidamente. Su mirada verde como noches anteriores no perdió nada del lugar que la rodeaba. Tan rápido como dió el primer paso en aquella azotea, vio el trofeo de vidrio que se encontraba al otro extremo, encima de la redonda mesa de plástico. En él se reconocía al equipo de béisbol por ganar la mayoría de los juegos, tenía grabado alrededor de treinta nombres masculinos a lo largo del blanco cristal con letras doradas. Era obvio que lo acababan de recibir por la fecha grabada al final.

Por un momento pensó que no era justo para los otros jugadores, ellos no habían hecho nada para hacerla enojar, pero Damián, Evan y compañía, si. 

Solo esperaba que al enterarse el equipo se lanzarán contra ellos al día siguiente. Selina sin pensarlo lanzó fuertemente su vaso vacío contra el trofeo. Tan pronto como choco, el cristal cayó en la mesa en un montón de pedazos. Escucho como las chicas gritaron y el  rostro de todos se plasmó en incredulidad,  incluído Bruce miraba a la mesa sin creer lo que había hecho.