Friday Nights

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POV Alba

Estábamos en la cocina de Natalia preparando una tortilla de patatas para comer. 

-Hoy vamos a salir a una discoteca... ¿Quieres venir? -Me preguntó ella.-

-Ojalá, pero tengo que trabajar... -Rodé los ojos mientras sacaba los platos. Hoy era viernes.- Trabajo de ocho a cuatro y media de la mañana...

-Vaya putada... ¿Dónde trabajas?

-En un bar, cerca de Gran Vía. -Sonreí de lado.-

-Bueno, si quieres te puedo pasar a buscar y si no estás muy cansada terminas de pasar la noche con nosotros... -Propuso ella mirándome.-

-¿Hasta que hora vais a estar? -Le pregunté mientras terminaba de poner la mesa.-

-Pues sobre las siete, a María le encanta trasnochar -Rió y me miró.- Me pasas la ubicación y voy a buscarte. 

-Está bien... -Rodé los ojos divertida.-

Comimos con tranquilidad, cuando acabamos la ayudé a recoger y limpiarlo también. Ella ya me había terminado de mostrar su apartamento, ahora estábamos en el estudio, entadas en un sofá que había.

-Son las cinco... Aún nos queda un poco de tiempo, podemos empezar a planear los trabajos... -Propuso ella y yo la miré con los ojos bien abiertos un poco nerviosa.- 

-Mira, si quieres podemos hacer esto... El lunes en clase yo te doy la descripción del sitio que quiero que dibujes y tu me das tu descripción. -Ella asintió a lo que decía- Y después tendremos que quedar para los otros dos trabajos... 

-Sí, claro... -Respondió Natalia.- ¿Te molestará posar semi-desnuda? -Dijo y me miró.-

-N-No... -Dije y noté como mis mejillas enrojecían porque se estaban poniendo calientes.- ¿Y a ti?

-No. -Negó con la cabeza y me miró sonriente.- Estas roja Alba... -Rió y con sus manos apretó mis mejillas.- 

-Es que hace calor, ¡Jo! -Le di la espalda dramáticamente  y la escuche suspirar.-

-No te enfades Albi. -Dijo y me abrazó por detrás.- 

"Albi" así me había llamado, su voz se quedó en mi cabeza durante unos segundos hasta que le respondí.

-No estoy enfadada... -Me giré y reí.-

Pasamos el resto de la tarde hablando de como quedaríamos para ir haciendo los trabajos, pues no podíamos dejarlos para último momento, después vendrían exámenes y de más y no tendríamos tiempo. A las siete Natalia me llevó en su moto hasta el apartamento, me despedí de ella y después le pasé la dirección de el bar donde trabajaba para que pasase a por mi. Preparé todo para irme a trabajar, llevaba una ropa de recambio en una bolsa.

Caminé hasta el bar, entré y me puse el uniforme y comencé a servir y a preparar todo lo que me pedían. Las horas se me hicieron, cuando miré el reloj eran las tres, el bar ya estaba lleno de borrachos que hablaban alto entre ellos. Las miradas que recibía eran incómodas pero no decía nada, tenía dos compañeros más, una chica y un chico de mi misma edad más o menos, los dos eran muy simpáticos y enseguida nos dimos los número de teléfono para estar en contacto, la chica se llamaba Noelia, tenía unos ojazos azules preciosos, y el chico se llamaba Carlos.

A las cuatro menos diez más o menos Natalia entró en el bar, todos se quedaron e silencio viendo a la morena caminar hasta la barra, lucía unos vaqueros negros ajustados, una blusa corta roja que iba a juego con sus tacones, sus labios los tenía pintados del mismo color rojo intenso. En cuanto se apoyó en la barra me sonrió de lado y miró hacia atrás.

-¿Qué estáis mirando? -Preguntó en voz alta a una mesa de cinco chicos que no paraba de silbar. Los chicos dijeron algo por lo bajo pero Natalia lo ignoró y se volvió a girar para mirarme.- Hola preciosa. -Me sonrió amablemente.-

-Hola preciosa... -Dije lo mismo que ella y le sonreí.- Has llegado pronto...

-Lo sé.

-¿Te pongo algo? -Pregunté siguiendo el protocolo al notar la atenta mirada de mi jefe.-

-Claro... Una coca-cola. -Pidió y miró a mi jefe de reojo, me sonrió.-

Le serví la coca-cola y continué trabajando, notaba su mirada pegada a mi todo el rato, no estaba incómoda, si no segura. Quedaban solo diez minutos para que acabase el turno, hablaba un poco con Natalia cada vez que pasaba a su lado.

Mi jefe me dio permiso para irme, entonces fui a cambiarme, me puse unos pantalones militar, acompañados de unas botas también militar de color negro y un top blanco. Salí del cuarto y caminé hasta el baño para peinarme y maquillarme un poco. Salí del baño y agarré a Natalia de la mano, ella me miró sorprendida, pues aparecí detrás de ella sin que se diera cuenta.

-Wow... Estás súper guapa... -Comentó ella y yo le golpeé suavemente el hombro, ella agarró mi mano y caminamos juntas hasta salir del bar, después me extendió el casco para que me lo pusiera.-

Me subí a la moto y Natalia arrancó, ella condujo hasta una discoteca y paró en la entrada, me dejó bajar a mi primero y después bajó ella, guardó los cascos y me miró.

-¿Entramos? -Preguntó ella sonriéndome y yo asentí.-

Se escuchaba la música desde la calle, pero una vez entramos se escuchó mucho más fuerte, allí estábamos, las dos en la discoteca, Natalia buscaba con la mirada a el grupo de amigos hasta que los encontró y nos dirigimos hasta allá.

Madrid sin ti // AlbaliaWhere stories live. Discover now