Madrid sin ti // Albalia

Fin de mes

POV Alba

Allí me encontraba yo de pie enfrente a mi caballete pintando el cuadro de cuerpo entero de Natalia. Como la profesora dijo el trabajo lo tendríamos que entregar para finales de este mes. Hace tiempo que acabé el cuadro de la descripción y el retrato de Natalia lo terminé la semana pasada. Pintar cuadros en menos de dos meses era un reto, pero lo llevaba bastante bien, hablaba con Natalia prácticamente todos los días, nos prometimos no enseñarnos los trabajos hasta que estuvieran completos. Faltaban dos semanas para la fecha de entrega, no tenía prisa, me daba tiempo de sobra, en un par de tardes más lo tendría acabado.

Trazaba cada línea de su cuerpo con seguridad, pintaba sus labios de rojo, a juego con aquel pantalón corto que llevaba. Su pelo negro, el eyeliner perfecto. Como se sentaba en la silla, con las piernas abiertas y las manos apoyadas en sus rodillas. Por último, sus pechos, perfectos. Estaba concentrada en que quedara perfecto, como ella, perfecta. Dejé el pincel en una cajita que tenía el caballete, di dos pasos hacia atrás para contemplar el dibujo, estaba quedando bastante bien. Sumergida en mis pensamientos no escuché como se abría la puerta hasta que escuché la característica voz de María.

-¡Pero bueno, Reche! -Gritó María desde la puerta.- Esta clase de comportamiento no la esperaba yo de ti -Dijo y después se echó a reír.- 

-María por Dios, llama antes de entrar. -Dije totalmente roja.- 

-Si he llamado, lo que pasa que no contestabas, ya pensaba que te había pasado algo... -Ella rodó los ojos.- ¿Y eso? -Señaló el cuadro.-

-¿Te lo tengo que explicar? Es Natalia... -Dije obvia.-

-No, si eso lo veo bastante bien. -Levantó los hombros las cejas a la vez.-

-¡María! -Le di un manotazo en el hombro.- Es para un trabajo... -Rodé los ojos.-

-Ay, perdón chica... -Se excusó.- Te venía a comentar que África y yo esta noche no vamos a estar aquí, nos vamos al cumpleaños de una amiga. -Rodó los ojos.- Ojalá me pudiera quedar en casa viendo una película.... -Suspiró.- Pero le prometía África que iría, aún que no soporto a la chica.

-Está bien... -Sonreí de lado.- Mucha suerte, por favor no te pegues con nadie. -La miré seria.- Lo digo enserio...

-¿No querrás ir tú? -Preguntó ella divertida.- Si vas tú no hace falta que vaya yo....

-Lo siento Mari... -Sonreí de lado, pero es que hoy es jueves y trabajo... 

-Yo lo he intentado. -Bufó y salió por la puerta.-

Ya eran las cinco y como hoy era jueves entraba a trabajar a las seis y media. Me cambié de ropa y merendé algo. Salí de casa y tomé un metro, bajé en la parada que me tocaba y caminé hasta el bar, una veza allí preparé un par de cosas antes de ponerme a servir. A las siete aún estaba todo tranquilo, es a partir de las nueve o diez cuando ya empiezan a haber más borrachos. La verdad que la tarde estaba transcurriendo bastante tranquila. Eran ya casi las doce, una hora más y se acaba mi turno.

-¡Rubia, una ronda más! -Gritó un hombre desde una mesa, estaba llena de otros chicos, por los trajes estarían en una cena de empresa.-

-Marchando... -Dije un poco cansada.-

-¿Por qué tan cansada, rubita? -Preguntó uno de los chicos.-

-Ha sido un día largo... -Suspiré sonriendo amable, y serví la ronda.-

-Te invito a dormir a mi casa. -Comentó en alto uno de los hombres y el resto rieron.-

-Tengo casa, no te preocupes. -Contesté cortante.-