"Cambiemos el Pasado"

Cambiemos el Pasado Cap 54

Harry había avanzado a pasos torpes todo el camino. Ron se estaba demorando y llego al rato con dos colmillos envueltos en una tela.

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— ¿Que tal? ¿Todo salió bien? — preguntó Astoria al ver a Draco y Hermione.

Draco la ignoro y siguió de largo.

— Lo destruimos pero ahora todos deben estar buscando a Narcissa y Lucius. — explicó Hermione saliendo tras de Draco.

Lily buscaba a Harry y se calmó al verlo junto con Ron.

Harry forzó una sonrisa, estaba empapado en sudor y sentía que el ardor del brazo se expandía hasta el pecho.

Lily fue a verlo.

— ¿Estas bien? — preguntó Lily al ver su rostro.

— Si, no es nada. — dijo Harry esquivando a su madre. —Hola Astori... — dijo Harry antes de caer.

Astoria, Luna, Theo, Lily y Ron se acercaron.

— ¿¡Que le sucedió!? — preguntó Astoria apretando de la camisa a Ron.

— Es que no lo se, no se quejó de nada. — dijo Ron temblando.

—¿No se suponía que estaban juntos?— preguntó Theo.

—Las cosas se complicaron. — se excuso Ron examinando el cuerpo de Harry hasta ver un pequeño agujero sangrado en su brazo. — Llamen a Dumbledore y su fénix, diganle que lo mordió un basilico ¡Rapido!

Astoria salió del baño de Myrtle como una ráfaga a buscar ayuda.

— Luna, Theodore ¿Pueden llamar a James? — dijo Lily dejando su orgullo.

Luna y Theodore se limitaron a asentir con la cabeza y salieron del baño.

— ¿Estará bien? — preguntó Lily a Ron. — Ronald, te estoy hablando

— No lo sé, le paso antes pero el fénix lo socorrió de inmediato.

Lily tomo el rostro de Harry y lo colocó en su regazo.

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Draco subió rápido a la habitación donde se encontraban sus padres, tenía miedo que alguien los lastimara. Esquivo las preguntas que cualquiera pudo hacerle. Giró la perilla y los vio a ambos dormir plácidamente en el sofá.

Draco suspiró de alivio. Hermione llegó justo detrás con la respiración agitada.

— ¿Estan bien? — preguntó poniéndose al lado de Draco.

— Así parece — dijo sonriendole a la castaña. —Gracias.

Draco observaba a Hermione, todo lo que veía le encantaba, esa melena enredada, sus ojos miel, sus labios rosados. Era perfecta.

— ¿Porque? — preguntó la castaña.

— Siempre éstas conmigo, cuando lo necesito, incluso cuando no. — dijo Draco girando su cuerpo al de Hermione.

— No es nada. — dijo Hermione sonrojándose por la cercanía del rubio. — Tu haces lo mismo.

Los centímetros se hacían mas escasos, las respiraciones se mezclaban. Hermione cerró los ojos.

Draco enrolló sus brazos en la cintura de Hermione y la acercó bruscamente a su cuerpo rompiendo los centímetros que quedaban.

Ambos se besaban con ternura, Hermione le dio paso a la lengua de Draco mientras ella jugaba con los cabellos rubios de Draco.

Se escuchó un carraspeo.

— Lamento interrumpir pero ¿Desean algo? Hay mas habitaciones. — dijo Lucius rompiendo el ambiente.

Hermione se separo de un brinco, estaba roja como tomate. Mientras Draco maldecía a su padre por ser inoportuno.

— Disculpe Sr. Malfoy. — dijo Hermione.

Lucius miró confundido.

— ¿Desde cuando me hablas con formalidad? — preguntó Lucius.

— No la fastidies. — dijo Draco pasando su mano por los cabellos rubios. — En realidad vinimos a ver si estaban bien, ya que ya destruimos el horrocrux.

— Pues que rara forma de velar por nuestro bien. — dijo Narcissa sonriendo.

Draco se sonrojó por primera vez.

— Me disculpo por incomodar. — dijo Draco rascándose la cabeza.

— Dicen que ya destruyeron el diario, eso significa que vendrán por nosotros. — dijo Lucius.

— Para eso vinimos. — dijo Hermione.

— Tenemos que huir. Narcissa prepara tu baúl. — dijo Lucius desesperándose.

Narcissa cogió del mentón a Lucius y lo miro con dulzura.

— ¿ A donde iremos? No tenemos un lugar, nadie querrá esconder mortifagos. — dijo Narcissa calmandolo.

— ¿Como puedes estar tan tranquila? — preguntó Lucius sentándose en el borde de la cama.

— Te tengo a ti y es suficiente. Aparte Draco y sus amigos nos están ayudando. No estamos solos. — dijo la rubia.

— Tienes razón. Malfec tu eres extranjero, debes tener contactos en todos lados del mundo. ¿Puedes escondernos? Por favor. — dijo Lucius.

Draco quería ayudar pero nada de lo que era suyo en el futuro tenia valor en la actualidad.

— Es que no tengo nada. — dijo Draco bajando el rostro.

— Eres un magnate, sangre pura, nadie se negaría a ayudarte. ¡No seas egoísta!

— No soy nadie importante aquí, nadie me conoce. ¡Nadie conoce a Draco Malfec! — gritó Draco estresado.

— ¿Quién eres? No hay registros, acta de nacimiento sobre ti en el mundo mágico¿Quién eres? — preguntó Lucius acercándose a Draco.

— Lucius...— advirtió Narcissa.

— Tengo que contarles algo. Tengo que contarles la verdad.

Draco miró por sobre su hombro a Hermione esperando a que lo mire con resproche pero todo lo contrario.

Hermione puso su mano en el hombro de Draco.

— Estaré contigo, te apoyaré. — dijo la castaña con una sutil sonrisa.

Draco tomó valor, comenzó a remangar su camisa para que vean su marca tenebrosa.

— Mi nombre es Draco Mal...— no término fue interrumpido.

— A Po... Harry lo mordió el basilisco. — dijo Theo interrumpiendo.

— Llanto de Fénix. — dijeron los cuatro al unísono.

— Ya se, quería avisarles. Granger ayudanos. — dijo Theo.

Hermione asintió y salio con Theo.

— La tengo que acompañar. — dijo Draco.

— Nos queda esta conversación, pendiente. — dijo Lucius.

Ambos asintieron.