Cambiemos el Pasado Cap 68

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En cuestión de segundos y después de un poco de mareos todos estuvieron al frente de la mansión.

Draco sacó la varita de su madre, colocándola en frente de las rejas negras. Las rejas comenzaron a hacer movimientos y pasado un minuto las rejas se habían abierto dejándoles el paso libre.

Todos llevaban capuchas negras y largas como para no ser reconocidos.

— Bien. Scorpius, Abraxas, Blaise y Daphne vayan por el jardín para entrar por la trampilla — dijo Draco buscando en su bolsa el objeto. — Y lleven esto por si acaso, es el traslador — dijo entregando una maceta.

— Cuidense por favor, usen el celular para mantenernos al tanto. — dijo Daphne. — Ron — llamó la rubia. — Te quiero — dijo antes de abrazarlo.

— Estaré bien — respondió el pelirrojo.

— Si si, todos estaremos bien si vamos al pie de la letra no perdamos el tiempo — dijo Blaise avanzando con los gemelos.

— Jane, Ronald, vigilen si alguien viene. — dijo Draco sacando la varita de su madre. — Atentos que entraremos a la mansión, podemos encontrar cualquier cosa.

Los dos mencionados asintieron la cabeza.

Draco abrió la puerta con la varita en alto, sin embargo no había nadie, parecía raro.

— Parece estar vacío — dijo Jane.

— Esto es raro — respondió Draco

— Bueno entonces vayamos por ese horrocrux, será más fácil de lo que creía — dijo Ron bajando la varita.

— ¿Con qué eso buscaban? — dijo una voz saliendo detrás de una columna apuntando con su varita a Ron que había bajado la guardia.

Draco y Jane le apuntaban a la mujer

— Yo que tú bajo mi varita corazón — dijo la mujer. — Soy Druella Black de soltera Rosier, mi nombre es muy conocido en el mundo mágico. Les preguntaría qué hacen aquí, pero debo decir que les esperábamos aunque sinceramente creí que eran más, el Señor Tenebroso había quedado maravillado con sus habilidades aunque apenado ya que no aceptaron unirse a nuestras filas.

Draco y Jane intercambiaban miradas.

— Sino bajan las varitas ¡Su amigo muere! ¡Obedezcan! — grito la mujer.

Draco asintió y ambos comenzaron a bajar las varitas lentamente.

— Pero que tenemos aquí, está varita la conozco es de mi hija. La dulce, tierna e idiota Narcissa ¿Cómo es que la tienes? — le preguntó a Draco quien solo tenía la cabeza gacha tapada por la capucha.

— No diré nada — dijo Draco entre dientes

— Oh así que era verdad, la perra esa nos traicionó, no me fiaba del todo de Bellatrix por su locura pero parece que tenía razón — dijo Druella.

— ¿¡Cómo te atreves a hablar así de tu hija!? — grito Draco.

Druella le miro con desprecio y acto seguido le tiro una cachetada.

— Mocoso insolente, ella ya no es mi hija. Es una traidora.

Debido a la cachetada que le dió a Draco, la capucha le dejo de cubrir el rostro.

— Pero que muchacho más apuesto, tienes un gran parecido a Lucius, lastima que nos traicionó con la perra esa. — dijo Druella mirando sus facciones.

— ¡Dije que no hables así de ella! — grito Draco dandole un golpe que la dejó en el suelo.

Ron y Jane aprovecharon para coger sus varitas.

— ¡Experialmus! — dijo Jane apuntando a Druella

Ron aprovecho para sacar el celular y avisar que les esperaban.

— ¿Cómo sabían que vendriamos? — dijo Draco apuntando con su varita a Druella.

— Es obvio corazón, tenemos a su amiga — respondió la rubia.

La mujer trató de coger su varita pero Jane la empujó con el pie.

— Niña me estas hartando — dijo Druella con asco — ¿Que hace una niña tan pequeña e insignificante como tú jugando a las guerritas? Deberías jugar con tus muñecas

A Jane le hervía la sangre, no había algo peor para hacerla enojar, Jane odiaba ser subestimada. La castaña se puso en puntillas para estar a la altura de Druella.

— ¿Que intentarás hacerme? Aún sin mi varita soy más poderosa que tú, no estás a mi altura

— Tienes toda la razón alguien como yo no está a tu altura. No habéis dado cuenta que he tenido que ponerme en puntillas para estar a "su altura" — dijo con todo el sarcasmo característico de Draco.

Jane dibujó una falsa sonrisa en su rostro, y levantó su varita para entregarla a Draco. Draco con muchas dudas en la cabeza la tomó.

— Ahora si, sin mi varita te demostraré que nunca debiste subestimarme. Esto es algo que hace poco he comenzado a crear pero creo que aún así será letal, muy letal — dijo Jane mirando a Druella en el piso.

Los ojos caramelos de Jane se tornaron grises, su pupila se dilató tanto hasta cubrir lo gris de los ojos. El piso comenzó a temblar ligeramente, las manos de Jane se posaron en la garganta de Druella.

In gutture tuo plus doloris est — decía Jane en otra lengua

En ese momento Druella sintió un ardor leve en la garganta, que cada vez aumentaba más y más, hasta llegar de comparar el dolor con una flama ardiente de fuego.

quia lingua vestra omne verbum minuo — siguió conjurando Jane

Druella hizo su mayor esfuerzo para decir sus últimas palabras.

— ¡Piedad! — gritó la rubia

perdere facultatem vestri loqui, si cor non paenitet — conjuro Jane para culminar con la maldición que había creado

El físico de Jane volvió a su normalidad, y el dolor de Druella desapareció.

Druella intentó hablar y no pudo decir ni una sola palabra, se sentía impotente trataba de gritar y no podía.

Ronald quien miraba aterrado se acercó al oído de Draco para susurrarle algo.

— Tu hija me da incluso más miedo que Hermione cuando se enoja, recuérdame que si tengo un hijo en el futuro tengo que alejarlo de ella — susurro el pelirrojo.

Draco se rió por lo bajo

Jane recogió su varita y la de Druella

— Me quedaré tu varita como un recuerdo, búscame cuando hayas recuperado tu voz solo entonces te la devolveré — dijo Jane guardando en su bolso.

— Jane ¿Que fue eso? — preguntó Draco.

— Solo fue una maldición, creada por mi, es muy difícil de hacer sin embargo su antídoto es lo más fácil y simple en todo el mundo. — dijo Jane mirando a Druella.

— ¿Cuál es el antídoto? — preguntó Draco en un susurro.

— El antídoto solo lo puede hacer el o la que ha sido maldecido. — dijo mirando a Druella mientras lloraba. — El antídoto es un arrepentimiento sincero, un arrepentimiento de corazón — dijo Jane en dirección de Druella.

"Cambiemos el Pasado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora