~° One shots Deadly Class y tú~

Marcus/Billy (1/2)

Obligada a entrar en esta maldita escuela, rechazada por mi madre, despreciada por mi padre, ser una maldita rata...

¿Podía mi vida ser más miserable?

Al ver cómo Billy se le declaraba a Petra, sí, mi vida podía ser aún más miserable.

—¿y esa cara?—Marcus me tendió un vaso de cerveza, el cual rechacé gentilmente.

—Acabo de ver cómo Bill se le confesó a Petra y ella solo lo rechazó... ¿es idiota o qué? Se perderá al chico más tierno y asombroso del mundo.—tomé una porción de pizza y me la llevé a la boca—. Diablos... y hoy pensaba decirle mis sentimientos...—

—Auch... eso es culpa mía. Yo le dije que le confesara lo que sentía.—negué.

—Si se lo decía o no, él esta enamorado de ella. Me hubiese rechazado de todas formas.—le sonreí débilmente—. Gracias por haberme evitado esa decepción.—

—Sí, pero esa decepción se la llevó Billy.—

—Se le confesó a la chica equivocada ¿sabes quién era la correcta? ¡está chica!—me autoseñalé antes de terminar de comer mi pizza.

—Tranquila, tarde o temprano se dará cuenta de lo genial que eres.—

—Pues le conviene apurarse, porque no pienso arrastrarme por él ni por nadie.—me serví un poco de ponche de frutas—. ¿Qué hay de ti? ¿tienes alguna enamorada?—

—Podría decirse, pero a ella le gusta otro tipo.—

—Bienvenido al club de los ignorados.—levanté mi vaso, a lo que Marcus levantó también el suyo.

—¿podemos irnos?—Billy apareció algo apurado frente a nosotros.

—Aún es temprano, amigo. Ven, toma algo con ____ y conmigo.—el chico negó.

—Necesito irme de aquí AHORA.—

—¿por qué? ¿qué sucede?—

—¡Petra y Víctor acaban de subir a los cuartos! No pienso estar bajo el mismo techo que ellos cuando estén fornicando.—una risa se me escapó mientras tomaba mi ponche, por lo que me ahogué levemente—. ¿te parece gracioso, ____? Acaban de rechazarme hace 10 segundos y prácticamente se burlaron en mi cara.—

—Sí, bueno... no fuiste el único decepcionado esta noche.—el chico rodó los ojos antes de alejarse.

—Es un idiota y está molesto, no lo tomes personal.—

—Pues claro que lo tomo personal, por su culpa me siento para la mierda.—le arrebaté la cerveza de la mano—. Necesito nublar un poco este sentimiento de mierda.—

—Tranquila, algo me dice que ni sabes beber.—

—Claro que no sé, nunca me he emborrachado antes.—tomé toda la cerveza—. Evita que haga tonterías ¿sí?—Marcus rió.

—Ok...—

•○•

Abrí los ojos con pesadez, sintiendo un gran dolor de cabeza. Mi boca sabía a mierda y mis ojos ardían como el diablo.
Me encontraba en mi cuarto, el cual estaba más desordenado de lo normal. Pero aquello no me llamó tanto la atención como el hecho de haberme encontrado con Marcus durmiendo plácidamente en el sofá frente a la cama.

—¿Marcus?—me llevé la mano a la frente—. ¿Qué haces en mi cuarto?—

El chico se removió adormilado en el sofá, para luego mirarme y sonreír.

—Evito que hagas tonterías, cumplí mi promesa. De nada, por cierto.-

—¿qué paso aquí?—miré el desorden.

—Oh, eso. Cuando te traje aquí y te acosté en tu cama, preguntaste por Billy y comenzaste a llorar. Dijiste que ibas a matarlo, así que tenía que evitar que salgas del cuarto.—sacó una llave de su bolsillo—. Nos encerré aquí entonces. Rompiste algunas cosas durante tu pequeña rabieta, luego dormiste como una bebé. Ah, y vomitaste en tu pecera.—

—Mis peces...—el chico rió—. ¿Por qué te quedaste aquí? Fui una molestia para ti.—

—No podía simplemente dejarte aquí, podías lastimarte. Además, prometí cuidarte. No estuvo tan mal teniendo en cuenta que fue tu primera borrachera.—reí.

—Gracias, Marcus.—el chico sonrió antes de dirigirse a la puerta y comenzar a abrirla—. Oye ¿tienes algo que hacer en la noche? Tengo permiso para salir y podríamos ir por unas hamburguesas. Yo invito.—

Marcus sonrió al mismo tiempo que la puerta finalmente se abrió.

—No puedo rechazar una hamburguesa gratis...—

—Genial, entonces ¿te veo luego?—

—Claro.—salió del cuarto—. Y por cierto, pude salvar a tus peces. Estan en la tetera sobre el escritorio.—reí.

—Gracias.—me guiñó un ojo.

—Fue un placer.—