TOP 4 - No me olvides

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A finales del siglo XVIII, cuando le preguntaron al escritor Thomas West si escribiría otra de sus exitosas guías de viajes sobre qué visitar en el condado de Kent, este se mostró entusiasmado ante la idea. No obstante, cuando le preguntaron si incluiría al pueblo de Sándwich en dicho libro, se produjo un largo silencio incómodo, pero igual de doloroso que una negativa rotunda e inmediata.

Y es que Sándwich, un pequeño y tranquilo pueblo situado en el condado de Kent, no poseía ninguna característica que lo hiciera destacar como lugar atractivo para visitantes ex profeso. Sus habitantes eran muy cercanos, amables y hospitalarios, pero su arquitectura de casas de dos plantas en estilo jacobino, sus estrechas y laberínticas calles próximas al centro histórico y su paseo fluvial junto al río Stour eran iguales a las de cualquier otro burgo rural de Inglaterra.

Sin embargo, a pesar de su apariencia anodina, todo el mundo sabía de su existencia. A pesar de su reducida población, contaba entre sus habitantes nada más y nada menos que con dos personas ilustres.

El señor John Montagu, cuarto conde del lugar y artífice por dar el nombre de su título nobiliario al bocadillo que ayudaba a matar el hambre entre horas y que tanto furor causaba entre la población británica. Su fama era tal que, a pesar de haber muerto hace más de un siglo, su figura era reverenciada casi como la de una divinidad. De ahí que numerosas tiendas, calles, plazas, parques y jardines hicieran referencia de uno u otro modo al susodicho.

Parecía imposible que alguien le arrebatara dicha posición de privilegio al conde, pero había sido una mujer, para colmo de males, quien había conseguido realizar dicha gesta: la señorita Katherine Sorrows, llamada de forma cariñosa Katie. Era la hija del jardinero de su Señoría y también una auténtica rosa inglesa de pelo cobrizo, ojos color avellana y una piel blanca salpicada de pecas y lunares; señales de las horas que pasaba trabajando al sol ayudando a su padre. Aunque no recibió una buena educación, era una de las mujeres más cultas del pueblo. No solo destacaba su talento para la jardinería; además, sabía leer, escribir, hacer operaciones matemáticas simples e incluso ¡tenía una firma propia! Y... una lengua afilada, considerado inapropiado para una mujer, debido a la ausencia de una figura materna en su crianza.

Era un buen partido matrimonial ante la población masculina del condado. O lo sería... si no estuviera prometida.

Aunque cualquiera de sus características podría haber sido la causa de su fama, era su estado civil el principal responsable de la misma.

Sabía que no le resultaba indiferentes a los hombres, pero nadie se atrevería a desafiar y robarle la novia a Adrien Lovelock, quien antes de marcharse a la guerra ejercía como herrero. En 1803, cuando Adrien se fijó en ella, Katie no lo podía creer, ya que todas las chicas estaban enamoradas de él. No era para menos dado su tremendo atractivo físico, pelo rubio igual que un trigal en primavera, ojos azules idénticos al océano en verano y un cuerpo cincelado que no dudaba en mostrar cuando la ocasión lo propiciaba.

Y entonces un día, tras el servicio dominical, el azar quiso que se encontraran en el muro de la iglesia de San Clemente y tuvieran su primera conversación privada. O al menos un intento. Adrien estuvo tan nervioso que no paró de tartamudear y agitar sus sudorosas manos, y durante toda la conversación, se negó a mirarla a la cara ya que para él "su boca era una tentación muy grande".

Enamorados como un par adolescentes que viven su primer amor, compartieron un frenético romance secreto hasta el día de San Valentín... cuando Adrien se le declaró frente a todos en la plaza y pidió permiso a su padre para poder casarse con ella.

Su futuro parecía brillante, pero... ninguno de los dos previó el inicio de las Guerras Napoleónicas. Un conflicto para el que Adrien fue llamado a filas porque debía defender el honor de la madre patria contra el enemigo francés.

ROMANTILLA | CONCURSO DE EDICIONES FRUTILLAWhere stories live. Discover now