Capítulo 3. Hadler Rosenthal.

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Aquel hombre rubio con la barba de tres días, que le hacía aún más atractivo, posósus ojos azul cielo en los papeles, ya insignificantes, que tenía en la mesa yseguidamente se llevó las manos a la cabeza, como gesto de cansancio tras aquel díaagotador. Y aún quedaban un par de horas antes de poder descansar. 

Se levantó del escritorio y apagó la pantalla de su ordenador. Paseó por sudespacho, admirando algunas de las fotos que había colocado en la pared y quecaptaban momentos importantísimos para él y su carrera y se desabrochó un botón másde la camisa blanca. Se quitó la maldita corbata que tantos apuros le hacía pasar. Conlas manos en los bolsillos y la cabeza mirando al techo escuchó la llamada a su puerta. 

—Adelante. 

La puerta del despacho se abrió y tras ella apareció una joven de pelo rizado decolor castaño claro. Vestía una camisa y una falta alta que casi le llegaba al pecho peroque dejaba ver sus piernas y sus tacones bajos. En la mano llevaba una carpeta con unagran cantidad de papeles.

 —Hierach Rosenthal, el equipo de gobierno espera. 

—Gracias señorita Frank. Déjeme cinco minutos. 

Rápidamente se dirigió al baño de su despacho para asearse un poco y retocarse elpelo así como ponerse de nuevo el impecable traje, de cara a la reunión tan importanteque se aproximaba.Había llegado el gran momento. Todo, toda su vida se jugaba en aquella noche queiba cayendo sobre el cielo de Berlín. Y es que por más que le daba vueltas a la cabezano conseguía comprender la magnitud de todo aquello. Su plan, o el plan programadodesde hacía décadas, se estaba cumpliendo, al fin los deseos y aspiraciones de tantasgeneraciones alemanas se iban a ver cumplidas, esta vez sí. Desde pequeño, desde latriste habitación del orfanato había soñado con lo que había ocurrido y lo que estaba porsuceder. 

Hadler Rosenthal había llegado al Partido Liberal Alemán como uno de otrostantos, pero fue su carácter de líder, fuerte y espontáneo lo que le hizo escalarposiciones hasta colocarse como Secretario General del partido y fue erigido Cancillerde la Alemania sostenedora de la Unión Europea a mediados de 2013. Eso sí, ayudadopor la fuerte crisis financiera que azotaba al capitalismo mundial y a su revolucionarioprograma electoral, tan discutido, debatido y criticado tanto por miembros de su partidocomo de la oposición, tachándolo de imposible y demagogo. ¿Cómo podría subir elsalario máximo a esa cantidad de dinero? ¿Cómo podría realizar todo aquello que habíaprometido...? Para Rosenthal la respuesta estaba en la Historia y más concretamente enla reciente historia alemana. 

No consiguió la mayoría absoluta pero pudo formar gobierno y dedicarse a su paísy a sus habitantes. Y todo, absolutamente todo lo que el programa electoral dictaba lollevó a la práctica. Él era un político de verdad, que no creía en la democracia pero quela usaba perfectamente para el beneficio de todos los alemanes.Su objetivo, al principio era conseguir la mayoría absoluta en las próximaselecciones, aunque el panorama internacional había dado un giro y las metas habíancambiado.Hadler aprovechó las duras condiciones de Alemania cuando llegó al poder: unaalta tasa de desempleo, hambre, inmigración, la decadencia política etc. Por todo ellolos panfletos, carteles, anuncios y demás del Partido Liberal causaban furor y unaalternativa para el gobierno, tras la remodelación del partido con gente joven, ambiciosay de buen ver. 

Se remodeló también la economía por completo: expropió terrenos a las grandesempresas y grandes propietarios. Eran millones de hectáreas de tierra que fueronvendidas a un precio asequible a obreros y trabajadores, formando así un sectorprimario basado en pequeñas explotaciones que aumentaban la productividad y bajabana la vez la tasa de paro.Bajó los impuestos e intervino en las empresas y la economía, controlando preciosy salarios. Recaudó millones de euros de las clases más altas, mediante una ley que aúnes Secreto de Estado, no se sabe cómo consiguió realizar esto y llevar adelante estamedida, robarles a los más ricos para arreglar Alemania. Estaba claro que Rosenthal nose andaba con rodeos e iba a por todas cosa que glorificó al Canciller en toda Europa.Con esta gran inyección de dinero renovó y promovió la construcción de nuevascarreteras, ferrocarriles y aeropuertos, así como el arreglo de las que no estaban encondiciones. Todo punto de Alemania tenía que estar lo mejor comunicado posible.Creó una nueva policía que actuaba al margen de la "Polizei", la llamada WiederstandWaffen, con secciones especiales para delitos fiscales que ayudaron más a la economíadel país. Construyó incluso una sanidad pública y gratuita y la inmigración irregular fuecontrolada.Pero la reforma estrella vino en el campo de la defensa: apostó por la investigacióny el desarrollo de nuevas armas, aviones de guerra, técnicas de asalto, formación,equipación etc. Reforzó el ejército con miles de puestos más. ¿Se estaba preparandopara una guerra? Quizá. La situación internacional estaba tensa y podría surgir unconflicto armado y para ello había de estar preparado. 

Pero lo que Rosenthal consiguiócon todo esto fue bajar el desempleo, subir los sueldos a todos los alemanes y activar elcapitalismo basado en un consumismo continuo. Poquito a poco fue haciéndose cadavez más popular y la población alemana estallaba en júbilo con Hadler Rosenthal y elPartido Liberal, el populacho lo nombró Hierach Rosenthal, el jerarca del pueblo. Lohabían hecho. Toda Alemania ahora era liberal. Habían cumplido un objetivo.Y es que Alemania había vencido a la crisis, mientras que los demás paíseseuropeos estaban en recesión, el Producto Interior Alemán se dobló en un año. Fue eltiempo que necesitó el joven Canciller para arreglar el desajuste regular del caníbalcapitalismo.Tras otro año más desastroso para Europa pero triunfante para Alemania, desdeBruselas se planteó que Rosenthal debía dirigir la Unión Europea, debía reformar con sutalento natural la economía de los países europeos.Cuando la propuesta llegó al Bundestag no pudo contener la emoción, era aquellolo que quería, lo que había ansiado, todo su plan ahora se vería colmatado, sus allegadosveían ya una victoria total, no haría falta el ejército, podría ocupar financieramente losterritorios europeos y así engrandecer aún más a Alemania, con nuevos recursos ypersonal. Aunque la propuesta de dirigir a la Unión Europea tenía que pasar primero porunas elecciones europeas, el Partido y los dirigentes de éste lo celebraron como lavictoria alemana, como la victoria del país más rico de Europa sobre los más pobres.Rosenthal se ocupó de modificar la propuesta inicial para así acercarse más el poder ypoder actuar en solitario. 

Y ahí estaba él, Hadler Rosenthal, el hombre milagro, el gran Hierach Rosenthal, eljerarca del pueblo alemán, quien levantó una nación en un año, el que trajo prosperidady felicidad a toda Alemania y que ahora pretendía hacerlo en Europa. Abrió la puerta de su despacho y se dirigió a otro más grandes donde le esperabansus ministros, los pocos conocedores del Nuevo Orden Europeo y los que le daría labuena noticia o la mala, si la población europea había respaldado a Rosenthal en lasurnas o no.  

Las Crónicas de Nauzer I: Nuevo Orden Europeo.Where stories live. Discover now